economía
El polo verde de la N-432 exhibe músculo con proyectos que movilizarán 343 millones de inversión
El centro de tratamiento de residuos de Gecorsa acaba de recibir luz verde de la Gerencia de Urbanismo
Cunext espera tener su planta de cobre lista a finales de 2026 y Sadeco arranca en breve su complejo medioambiental
La nueva factoría de cobre verde de Cunext Group en Córdoba estará lista a final de 2026
Sadeco lanza el primer contrato del polo verde de Córdoba: la planta de fertilizantes que usará moscas

El eje de la N-432 y el entorno del complejo medioambiental del Lobatón de Sadeco (empresa de limpieza del Ayuntamiento de Córdoba) se están convirtiendo en un enclave de actividad verde.
Al avanzado proyecto de Cunext de una fábrica para producir cobre mediante procedimientos que reducen la huella de carbono y al de la citada sociedad municipal para generar un moderno y ambicioso complejo de reciclaje se suma un nuevo paso de la firma Gecorsa para construir un potente centro de tratamiento de residuos en esa zona. Los tres proyectos prevén movilizar una inversión de más de 343 millones.
Es de una forma muy distinta a la inicialmente prevista el renacimiento de una vieja aspiración de la ciudad: a principios de este siglo, el Ayuntamiento quiso impulsar un polígono verde en el citado enclave. Aglutinaría empresas de reciclaje e investigación sobre tratamiento de residuos en torno al complejo del Lobatón.
Iba a ser pionero en Europa y una fuente de riqueza para la ciudad: se calculó que generaría un flujo de negocio de 360 millones y que tendría casi un millar de trabajadores. En los años de boom económico, no se desarrolló y cuando estalló la enorme crisis financiera de 2008 acabó en el cubo de la basura.
Pero, como se ha indicado, en el presente ha logrado reciclarse de una forma diferente a la inicialmente prevista. El último proyecto en cuyo desarrollo se está avanzando es el de Gecorsa para crear un centro de tratamiento de residuos en una bolsa de suelo, de 29,5 hectáreas, próxima a sus actuales instalaciones, que están en la N-432, y colindante al complejo de Sadeco.
Esta firma cordobesa ya se dedica al tratamiento de desechos de la construcción -es conocida por los áridos- o de los procedentes de aparatos eléctricos y electrónicos.
Proyecto de Gecorsa por fases
La Gerencia de Urbanismo aprobó el martes de forma definitiva el proyecto de actuación -aún le resta el de urbanización y lograr licencia de obras- para que pueda implantar su futuro centro en la citada zona. De acuerdo a la documentación a la que dio luz verde este ente municipal, Gecorsa prevé realizar una inversión de 12,7 millones.

Los trabajos a desarrollar se estructuran en cuatro fases y, según dicha documentación, pueden llegar a prolongarse durante veinte años. Una vez esté todo el complejo construido, contará con espacio para instalaciones -zona de recepción de desechos y plantas para valorización de inorgánicos y de biodegradables-, que absorberán 53.049 metros cuadrados; balsas y sistemas de depuración (23.055) o vertederos (178,417).
Gecorsa asegura en su proyecto que sus nuevas instalaciones se orientan «al reciclaje de un amplio abanico de diferentes tipos de residuos y están claramente dirigidas hacia la transformación de desechos en energía».
Con su activad, prosigue esta firma, se obtendrán «elementos combustibles de carácter sólido, como plásticos troceados; líquido, como combustibles procedentes del tratamiento de plásticos; o gaseoso, como metano y otros gases procedentes de la biometanización empleando materia orgánica». Con este nuevo complejo, se podrá generar, por ejemplo, energía eléctrica. También cabrá la posibilidad de lograr compost.
Está previsto, de acuerdo al proyecto de actuación presentado por esta firma, que en este complejo se desarrolle «la inertización de residuos peligrosos, que, en resumen, es transformar un desecho peligroso en un material que pueda ser manipulado como no peligroso».
Su tipología, ahonda el documento, es «sumamente variada». «Con frecuencia son lodos con metales pesados; suelos contaminados o partes de aparatos eléctricos y electrónicos que contienen elementos peligrosos, como cartuchos de tóner de impresoras», expone esta firma.
Desde Gecorsa, se recuerda que todos los procesos de tratamiento o almacenaje de desechos «tendrán que ser aprobados por la Junta, quedando recogidas las condiciones para desarrollarlos en la pertinente autorización ambiental integrada (AAI), cuya aprobación final es condición indispensable para la puesta en marcha de estas instalaciones».
Junto a la N-432 se desarrollará, además, uno de los proyectos industriales más importantes que tiene la ciudad en cartera y que lleva en su ADN un importante componente medioambiental: Cunext Group construirá una planta para producir cobre verde. Lo fabricará a partir de materiales reciclados mediante procedimientos que reduzcan la huella de carbono.
El proyecto de polo verde que quiso impulsar a principios de siglo el Ayuntamiento ha resurgido de una forma distinta
Este gigante empresarial cordobés -cerró 2024 con una facturación de en torno a 2.000 millones- mira a finales de 2026 para tener en funcionamiento su nueva fábrica. En ella, invertirá 130 millones y el proyecto implicará la generación de 80 puestos de trabajo directos y 320 indirectos. La compañía dispone de una enorme bolsa de suelo en este enclave: 31 hectáreas. Sus previsiones son urbanizar un parcela total de 61.000 metros cuadrados. Ésta se dividirá entre 25.000 que se utilizarán para la implantación de esta fábrica y 36.000 que quedarán para ampliaciones.

En los terrenos de que dispone, reserva, además, una importante bolsa de suelo para hacer más adelante una gran planta fotovoltaica que servirá de autoabastecimiento a la planta. Este elemento refuerza la vertiente medioambiental de estas nuevas instalaciones. El proyecto arrancará con una nueva línea de 132 Kv. Cunext tiene precisamente ahora en fase de exposición pública en Urbanismo la ejecución de la línea eléctrica para alimentar servicios auxiliares de su futura fábrica.
Tiene en mente poner la primera piedra en primavera en un acto más oficial aunque los trabajos previos están ya en marcha. Su otra ambiciosa mejora en la planta de Poniente Sur estará vinculada a esta nueva fábrica ya que almacenará parte de la chatarra que se transformará.
Planta de moscas soldado
Un tercer proyecto verde en ciernes se enclava en esta misma zona: se trata de Sadeco 5.0. Consiste en desarrollar un complejo que cuente con modernas soluciones para reciclar miles de toneladas de residuos bajo las exigencias de la UE y la Agenda 2030 -busca reducir al máximo los desechos que no se reaprovechan-.
La sociedad municipal de limpieza quiere movilizar más de 200 millones de inversión -está previsto que se recurra también a la fórmula de la colaboración público-privada- para acometer en sus instalaciones del Lobatón una planta de hidrógeno y gas natural; una instalación para convertir residuos en biocombustible; un centro de tratamiento de biorresiduos empleando moscas soldado; y un parque fotovoltaico.
El primer paso en este ambicioso proyecto está a punto de darse, porque Sadeco acaba de adjudicar a la firma cordobesa Jícar sus primeras obras. Realizará por 2,79 millones y durante tres meses trabajos de urbanización donde se implantarán nuevas instalaciones de Sadeco -es una parcela con forma de romboide-. Tendrá que hacer también el enlace de esos suelos con todo el complejo de Sadeco ya existente.
Sadeco prevé invertir más de 200 millones, Cunext destinará 130 a su planta de cobre verde y Gecorsa gastará 12,7 en su centro
Las obras servirán igualmente para la delimitación de espacios y la urbanización necesarias para la posterior ejecución de la planta de tratamiento de biorresiduos, que servirá para generar proteínas para alimento de animales y fertilizantes mediante la utilización de moscas soldado.
Esta última es la iniciativa más avanzada de Sadeco 5.0. La empresa municipal de limpieza contrató en agosto la redacción del proyecto de este centro. La última novedad sobre él fue que, dentro del proceso de concesión de la autorización ambiental integrada autonómica, se sometió por la Delegación de Medio Ambiente entre el 16 de octubre y el 14 de noviembre a la fase de alegaciones. Fuentes de Sadeco indicaron a ABC que están a la espera de «la respuesta» de dicha Delegación, aunque «nos encontramos en los plazos previstos».
La presidenta de Sadeco, la edil Isabel Albás, aseguró en abril del año pasado que esta planta «estará funcionando en junio de 2026». Este proyecto cuenta con financiación por valor de 5,8 millones procedentes de la UE.
De las cuatro actuaciones a ejecutar, la que tendrá más coste será la planta de hidrógeno y gas natural: 130 millones. Esta sociedad municipal buscará una firma privada que la acometa y que produzca el combustible.
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