La parroquia de la Trinidad abre en Córdoba el tiempo de las procesiones sacramentales

La solemnidad del día es la de la Santísima Trinidad, el domingo posterior al de Pentecostés, cuando se habla de las tres personas que forman la unidad de Dios. Es un día grande en la parroquia de San Juan y Todos los Santos, conocida como de la Trinidad por estar en el templo que había sido de esta orden.

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Julia García Higueras

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Y la que está en el horizonte es la del Corpus Christi, el domingo siguiente. El Santísimo saldrá desde la Catedral, pero también desde muchas parroquias y templos de la ciudad, antes y después del 22, y la primera de estas procesiones es la de parroquia de la Trinidad, la del domingo del mismo nombre.

A las 10.30 se celebró la misma en el interior del templo y a su término el párroco, José Juan Jiménez Güeto, llevó a Jesús Sacramentado a la plaza. Allí estaba la custodia, encima del paso del Cristo de la Providencia, desprovisto de los candelabros arbóreos y con los ángeles de la Santa Faz portando símbolos eucarísticos.

Fue una procesión parroquial a la que sumaron los feligreses, las tres cofradías (Vía Crucis, Santa Faz y Perdón), los colegios y la comunidad de la Obra Pía que está presente en las residencias, y que llenó de oraciones el Centro de Córdoba.

Flores blancas en las que no faltaba la presencia de las espigas, alusivas al pan consagrado, estaban en el paso, que acompaño la agrupación musical Nuestro Padre Jesús de los Afligidos, de Puente Genil, con un repertorio lleno de clasicismo e himnos litúrgicos.

No será la última procesión del mismo carácter por las calles de Córdoba, pero sí la primera. Hasta que acabe junio y se consagre el tiempo ordinario que ya ha empezado, saldrá el Señor en muchas ocasiones a bendecir las calles de la ciudad.