Testimonios
El nuevo impuesto del plástico: «Supondrá un aumento del precio final de los alimentos»
Cuatro empresas afincadas en Córdoba (SP Group, Dcoop, Piedra y Suranán) analizan las consecuencias de la nueva normativa ambiental en plena escalada de precios en la cesta de la compra
¿Cuáles son los 10 productos o servicios que más han subido en Córdoba en el último año?
Córdoba
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Iniciar sesiónLas empresas cordobesas están valorando el impacto de una nueva tributación ambiental dirigida al plástico no reutilizable, producción y uso, así como otras derivadas de la gestión de residuos. La traslación del sobrecoste al cliente parece la salida natural para esta nueva carga ... fiscal. ABC recoge el testimonio de cuatro firmas que sirven como ejemplo para el efecto real de la nueva normativa.
SP Group (Plastienvase)
Francisco Bernal: «Es un gravamen con una intención recaudatoria»
En SP Group (Plastienvase) -potente firma cordobesa de fabricación de envases, especialista en el sector alimentario-, los últimos cuatro meses y medio han sido de trabajo intenso para amoldarse al impuesto a los plásticos no reutilizables. Francisco Bernal, su CEO, cuenta que les ha supuesto «tener a media empresa» trabajando en él. «Los preparativos han sido complejos», dice y añade que aún no están adaptados del todo.
Calcula que el nuevo tributo supondrá para esta compañía, al menos, «unos 12 millones de desembolso, lo que es un 6% o 7% de las ventas». Eso llega después de que «llevemos dos años sufriendo subidas» en sus gastos, por «la gasolina, la electricidad o las materias primas».
Apostilla que «los costes no deberían aumentarnos porque esto lo trasladaremos todo» a sus clientes, aunque «no siempre se puede repercutir en su totalidad». Explica que sí «nos supone un drenaje en la liquidez, porque lo pagaremos y luego lo repercutiremos en dos o tres meses».
A nivel general, Bernal estima que, «según el valor de lo que lleven dentro», los precios para el consumidor que acuda a un supermercado o una tienda «subirán entre un 2% y un 7% para los alimentos envasados».
Lamenta que sea un tributo que «carezca de sentido medioambiental». «En todo lo que se podía meter reciclado, ya se ponía. Porque la Ley de Seguridad Alimentaria en la mayoría de casos no permite introducir reciclado para el contacto con comida», reflexiona, para luego sentenciar: «Este impuesto tiene una intención recaudatoria total».
Dcoop
Rafael Sánchez de Puerta: «Es un coste que tendremos que trasladar al comprador»
En Dcoop, gigante agroalimentario que en Córdoba suma una treintena de cooperativas aceiteras, su director general, Rafael Sánchez de Puerta, explica que estiman que el nuevo tributo al plástico no reutilizable «nos costará en torno a medio millón». La cifra corresponde a todas sus divisiones, aunque, aclara, fundamentalmente a su producción de aceite de oliva.
Recuerda que «venimos de dos años» de aumentos de costes -«El del plástico, por ejemplo, casi se ha duplicado»- y señala que el nuevo gravamen estatal supone que «llueve sobre mojado». Al final, el gasto extra generado por ese tributo recién nacido «lo tendremos que trasladar a los consumidores». Y pone sobre la mesa la condición de cooperativa de Dcoop, con el trabajador del campo como elemento nuclear.
«Todo lo que no repercutamos lo soporta el agricultor, que no es el que está en mejores condiciones. Todo lo que ingresamos nosotros al final acaba en la liquidación de nuestros socios. Todo lo que no traslademos es restarles liquidación. Luego, lo que pasa es que la competencia nos pone en nuestro sitio y nos permite hacerlo o no», argumenta.
El impacto para el cliente final de este gravamen, estima, será de unos dos céntimos por litro envasado. «Eso en el precio del aceite no supone mucho con el coste que tiene actualmente, pero sólo hay que imaginar la repercusión en productos más baratos, como el agua», apunta. Señala que el Gobierno ha adoptado una medida que «va en la dirección contraria de lo que se está pidiendo: moderación de precios, para aliviar la situación de los consumidores, cuando hay un IPC alimentario desmadrado».
Sánchez de Puerta, voz de peso en el sector -también preside Cooperativas Agroalimentarias de Córdoba-, critica este tributo. «Es tremendamente inoportuno. La Administración puede castigar si hay una alternativa, pero es que no existe», sostiene. Añade que «no hay mejores opciones que el plástico. El vidrio energéticamente es infinitamente más costoso». Por ello, advierte, de que este impuesto «no es una medida de persuasión, sino recaudatoria».
Comercial Piedra
Javier Piedra: «Retrasaremos la repercusión en el cliente todo lo posible»
El director gerente de Comercial Piedra -cadena de supermercados cuyas firmas más conocidas son Piedra y Más Ahorro-, Javier Piedra, arranca recordando la mecánica del impuesto al plástico no reutilizable. «El fabricante de los productos lo liquida, pero él nos lo cobra a nosotros en el precio de sus productos. Y cuando los adquieres en otras naciones, el importador es el que lo abona», detalla. Ello supone que, aunque sea «pronto para concretar cifras», ya puedan señalar desde esta compañía que el impacto en sus costes «será importante, y tal como está la inflación dicha repercusión tendrá una mayor trascendencia».
Cuando se pregunta a Piedra por si sus establecimientos trasladarán en todo o en parte o no lo harán este gravamen al consumidor, recuerda que «desde siempre, y en particular desde que comenzó esta escalada de precios, nuestra intención ha sido velar por el ahorro en la compra de las familias». «Eso nos lleva a retrasar la repercusión de este tributo en nuestros clientes todo lo posible», añade, pero puntualiza que «lamentablemente esta medida será temporal». Porque, avanza, «todos los operadores acabaremos por trasladar dicho impuesto».
Advierte de que a nivel general, más allá de las decisiones que adopte su cadena, «este tributo, desgraciadamente, acabará suponiendo un aumento del precio final que paguen los consumidores por los productos [afectados por él]». El director gerente de Comercial Piedra concluye apuntando que «se daban unas circunstancias económicas más que justificadas para haber hecho una moratoria» para la entrada en vigor de este gravamen.
Suranan
Antonio Carmona: «Supondrá un aumento del precio final de los alimentos»
En Sunaran, sociedad agraria de transformación -es una fórmula que es un híbrido entre cooperativa y empresa- citrícola de Palma del Río, tendrán un impacto parcial del nuevo gravamen. Su gerente, Antonio Carmona, calcula que «afectará a un 25% ó 30% de nuestras confecciones». «Una caja de 15 kilos de naranjas, en la que no utilizamos plástico, es una unidad de venta muy común. Este alimento se suele trabajar en formatos grandes», explica.
En las presentaciones en las que usan plástico no reutilizable, les supondrá un aumento del 2% en los costes. Es «una gotita más» en el aumento de los desembolsos que «venimos sufriendo en los últimos años», tanto para los agricultores que conforman Sunaran como para la propia actividad de esta sociedad agraria de transformación.
Este nuevo coste, explica, Carmona «vamos a intentar repercutirlo» en el precio a sus clientes. «Otra cosa es que podamos. El año pasado, nos fue casi imposible aplicar el alza de costes. Porque hubo exceso de oferta y bajaron los precios. Este año, hay una merma de producción muy importante y sí estamos logrando aumentar un poco los precios de venta», reflexiona.
A nivel general, considera que este tributo «supondrá un aumento del precio final» que paguen los consumidores por los alimentos. «Esto al final lo abonan ellos mientras el Estado recauda y seguramente no logrará que los plásticos de un solo uso desaparezcan», comenta. Defiende la «mejora del medio ambiente», pero eso «no se puede hacer sin consensuar con los sectores más afectados».
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