REPORTAJE

La nueva vida recobrada de Ategua

La restauración de una terma y una panadería y la excavación de edificios singulares como el teatro romano son frutos de una nueva etapa de investigación constante impulsada por la Junta de Andalucía

Un Belén en movimiento en Montilla para renovar la tradición

Especialistas trabajando en el yacimiento VALERIO MERINO

Félix Ruiz Cardador

Córdoba

Visitar Ategua hoy es un ejercicio de esperanza. Frente al olvido que padeció durante siglos, despierta el optimismo ver allí estos días a los trabajadores que participan en la restauración de las termas y la panadería romanas aparecidas en los últimos años o ... a los estudiantes de la Universidad de Córdoba recorriendo lo que fue la antigua ciudad romana, en la que Julio César venció a los pompeyanos. Contrasta esta vida recobrada con el largo periodo en el que las excavaciones quedaron aparcadas y se sucedían las reclamaciones para que se le concediese a Ategua la importancia que merece.

Fue en 2018 cuando la Junta de Andalucía decidió emprender nuevas campañas, que han permitido conocer datos valiosos de la ciudad romana y que en los próximos años, si se mantienen, están llamadas a dar alegrías constantes tanto el conocimiento de lo que fue Ategua a lo largo de los siglos –los primeros pobladores se datan en la Edad del Bronce Final- como en la excavación de los edificios más singulares, caso de la acrópolis que corona el entorno o edificios romanos singulares como el teatro o un templo de los que aparecían ya indicios en las prospecciones geofísicas.

Al frente del yacimiento se encuentra la arqueóloga Camino Fuertes, que explica el largo recorrido que la ciencia arqueológica ha realizado en Ategua, a menudo con respaldo escaso, desde que en 1933 excavasen allí por vez primera Rafael Castejón, Samuel de los Santos y Félix Hernández. Su intervención, de la que han quedado pocas noticias, tuvo lugar en el cerro, mientras que en los años 60 el profesor Blanco Freijeiro realizó cortes estratigráficos en la muralla.

Trabajso en el lugar VALERIO MERINO

Las intervenciones, sin continuidad, regresarían más tarde en los años 80, los 90 y a inicios del siglo XXI, cuando el yacimiento pasó a ser declarado Bien de Interés Cultural. Aunque se mejoró la conservación y se persiguieron los expolios, lo que faltaba era la continuidad en la labor investigadora, algo que llegó a 2018 y que en apenas cuatro años ha dado frutos importantes, que permiten anticipar lo que puede suceder en el futuro si la Junta de Andalucía mantiene en Ategua el esfuerzo presupuestario.

Camino Fuertes explica cómo era la ciudad romana, cuyas 76 calles y 59 manzanas ya se han podido trazar gracias a las prospecciones geofísicas, que también ha revelado un espacio vacío en una zona central de la urbe en el que se sospecha que se encontraba el foro. Precisamente muy cerca de allí, en el cruce de las dos principales vías de la urbe, el cardo y el decúmano máximo, es donde han aparecido de forma inesperada los restos de una panadería, con horno, molino, establo, mesa de trabajo y zona de venta al público.

Las puertas de acceso

Junta a ella se encuentra la terma que apareció en los años 80 durante unas excavaciones del profesor Martín Bueno y que ahora está siendo restaurada.

También se observan con nitidez las puertas de acceso y salida de los establecimientos, que se vieron afectados por un terremoto en el siglo II. Otros hallazgos interesantes son varias losas de la calzada del cardo y del decúmano máximos o una columna monumental que debió se reutilizada allí procedente de un uso público anterior. Completan los singulares hallazgos distintas semillas de trigo, lentejas o uvas que se están analizando o restos de acebuche, encina o huesos de aceituna que utilizaban para encender el horno. «Aquí se utilizaba la biomasa desde hace mucho», explica con humor Camino Fuertes.

Panorámica de Ategua VALERIO MERINO

 

La arqueóloga explica también que en el proceso de restauración que se lleva a cabo estos días el objetivo es que «la esencia de Ategua no se pierda». Es decir, que se mantiene todo lo que se puede en su estado original y se interviene lo mínimo necesario. Fuertes también sostiene que en el futuro lo mejor es proteger estas excavaciones con una estructura que las resguarde de la lluvia, como la que se ha colocado por ejemplo en el Cerro de la Merced de Cabra, o crear un edificio de protección en todo el yacimiento como el que se construyó en la fastuosa villa romana de La Olmeda, en Teruel.

Los siguientes pasos

La incógnita más importante planea ahora sobre cuáles serán los siguientes pasos a dar en las investigaciones, siempre que la Junta de Andalucía mantenga la aportación anual presupuestaria que se viene asignando desde 2018. Noticias importantes pueden llegar en torno al teatro, que ya se ha excavado en parte, u otros edificios singulares, como pueda ser la acrópolis, que se construyó posiblemente en la fase final de la Edad del Bronce y que fue respetada y reutilizada por las diferentes civilizaciones que pasaron por Ategua a lo largo de los siglos.

La coordinadora del yacimiento sostiene sin embargo que otra opción razonable es seguir avanzando en el entorno actualmente excavado y descubrir la ciudad romana que rodeaba a la terma y la panadería. Camino Fuertes recuerda sin embargo que lo más importante es «entender que Ategua es Córdoba» y que los conocimientos que allí consigan servirán también para saber cómo era la Córdoba romana. Por último, sostiene que lo importante es que esta línea de inversión constante se mantenga en el tiempo y se pueda seguir avanzando de forma ordenada en el conocimiento de esta histórica ciudad. Será la mejor forma de ir dejando atrás siglos de expolio y olvido.

Ver comentarios