El marco Montilla-Moriles se refugia en la pasera ante la crisis de producción, con un lustro a la baja

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P.C.

La cosecha recogida en 2022 fue de 29,02 millones de kilos de fruto y la campaña de este año será bastante similar

Cooperativas, bodegas, organizaciones agrarias y la Junta de Andalucía coinciden en señalar que la campaña, que comenzó a finales de julio y que está prácticamente terminada, se ha saldado con una bajada de la cosecha de uva que, según los interlocutores consultados por ABC, se situó en el entorno del 10 por ciento, colocándose la cifra total desde los 29 hasta los 26 millones de kilos de fruto. De este modo, el marco encadena cinco ejercicios consecutivos de caída de sus producciones, unas estadísticas que son un claro ejemplo del complicado momento por el que atraviesa desde hace años la DOP.

Un informe de coyuntura de mediados de septiembre de la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural aseguraba que «la vendimia puede darse por finalizada con unos rendimientos por hectárea que se han reducido considerablemente debido a las condiciones meteorológicas adversas».

Este documento apuntaba que «el Consejo Regulador de Montilla-Moriles ha declarado hasta la fecha 25,6 millones de uva blanca, destacando el hecho de que se han destinado a pasera más de nueve millones de kilos de uva para elaborar vino pedro ximénez (PX), un producto que se cotiza mejor, por lo que crece año tras año el interés por este tipo de vino».

«A principio de la campaña teníamos la esperanza de mantener la producción que hubo el año pasado, que ya fue bastante negativa, pero, conforme ha avanzado el verano con las continuas olas de calor y la sequía nos han llevado a esa reducción de la cosecha, que ronda el 10 por ciento, algo que ya resulta insoportable», lamentó el presidente de la Sectorial de la Viña de Asaja Córdoba, Juan Manuel Centella.

Este dirigente agrario recordó que la producción que finalmente se ha registrado supone un 40 por ciento menos de la que se puede considerar como una vendimia normal, que se sitúa entre los 40 y los 45 millones de kilos de uva. Centella aseguró que, como consecuencia de esta merma de la cosecha y la falta de rentabilidad, «se están viendo muchos arranques de viñas». Hay que recordar que, según las estadísticas oficiales del Consejo Regulador, la zona de protección finalizó el año pasado con una superficie de 4.566 hectáreas, 132 menos que 12 meses antes. Este dato contrasta con el área sembrada en los años setenta y ochenta del pasado siglo cuando se alcanzaron las 20.000 hectáreas. En la última década la disminución ha estado cerca del 13 por ciento.

El representante de la patronal agraria informó de que el precio abonado por las bodegas el año pasado ascendió un 30 por ciento, mientras que en esta campaña se alzó un 15 por ciento. «Estas subidas son insuficientes porque no cubren los costes de las explotaciones, por lo que no levantaremos cabeza hasta que mejoren las cotizaciones en mayor medida a lo que ha ocurrido hasta ahora», sentenció.

La Cooperativa de La Aurora finalizó las labores de recolección hace dos semanas. Su presidente, Antonio López, indicó que, en su caso, la producción se ha reducido un 15 por ciento, al pasar de 3,6 a 3,1 millones de kilos de uva. Este directivo, que destacó el creciente peso de la pasera, al representar un 40 por ciento del conjunto de la producción, aludió al calor y la ausencia de precipitaciones para explicar esta merma de la cosecha, pero también hizo referencia al envejecimiento que experimentan las viñas, salvo de las de espaldera, puesto que «la más joven tiene cuarenta años».

Asimismo, alertó de que la bajada de la superficie que sufre el marco origina que «se reduzca nuestra importancia en el sector del vino en nuestro país».

Por su parte, el máximo responsable del Grupo Pérez Barquero, Rafael Córdoba, afirmó que «la cosecha en general ha bajado, aunque en lo que se refiere a la bodega ha sido superior en respuesta al plan de reconversión y reestructuración que estamos desarrollando al pasar antiguas plantaciones de variedades tintas a pedro ximénez».

Según subrayó, «en el marco ha aumentado el volumen de uva con destino a pasera, tal y como viene ocurriendo en las últimas campañas, lo que supone una prueba evidente de la calidad de nuestros caldos dulces PX». Córdoba declaró que el nivel de calidad de las uvas recogidas es «muy alto» dado que «la viña no ha necesitado tratamientos fitosanitarios de ninguna clase al no sufrir plagas».