Toros
Manuel Román: las preguntas que deja un vacío taurino inesperado en Córdoba
La sorprendente decisión del novillero deja incógnitas que se intentan responder desde la psicología y las particularidades del mundo taurino
El novillero cordobés Manuel Román anuncia que deja el toreo de manera indefinida

Un imprevisto que deja vacío. El hecho de que el novillero cordobés Manuel Román haya decidido dejar su profesión, a priori, «de manera indefinida», ha abierto un debate en los mentideros taurinos que persiguen identificar cuáles han podido ser las «circunstancias» que han empujado ... al prometedor espada a asumir esta determinación.
Manuel Román causó ya impacto en la afición siendo becerrista. Sin caballos, apoyado por el incondicional respaldo de su familia y de un centenar de seguidores que luego se convirtió en millares, emergió para despertar a una afición reducida en su número de representantes.
Román consiguió triunfos sonoros que fueron televisados por la cadena autonómica andaluza, hitos que reforzaron su mérito hasta el punto de arrastrar carruseles de autobuses y coches a los municipios donde actuaba.
Paralelamente, desde el ámbito mediático, su nombre comenzó a sonar. ABC constató en septiembre de 2022 el respaldo y bendición concedidos por Manuel Benítez 'El Cordobés', que bautizó al diestro diciendo que tenía una «cabeza privilegiada», declarándose un «seguidor» del propio novillero.
Benítez manifestó que «tenía una personalidad delante del toro que engancha» y que estaba capacitado «para ser matador de toros». También advirtió que su evolución iba a depender de hacer las cosas, manejar su contexto, «sin lanzarnos a lo loco».
Para la psicóloga sanitaria Amalia Pérez Esparza, especialista en jóvenes, el comunicado que ha emitido el torero parece «definitivo a corto plazo», en base a lo leído.
«Sin conocer la situación personal del novillero», para contextualizar un poco más, lo que sí señala la psicóloga es que «la edad en la que se encuentra, con probabilidad, haga que no se sienta seguro de las decisiones que toma. Tiene una explicación en base a su experiencia de vida y también a que, anatómicamente, a su edad, hay zonas del cerebro aún no integradas en su totalidad que hacen que las exigencias le hayan podido desbordar porque carece de experiencias vital suficiente».
Pérez Esparza concreta que «la expectativa de la que se habla y su compromiso, estas exigencias le pueden haber desbordado». De igual manera, añade que su decisión esté «probablemente» ejerciendo como «salida a una situación de ansiedad. Puede que con los años pueda reconsiderar su decisión. Entiendo que le ha costado mucho y que le produce tristeza, pero puede ser una liberación».
En psicología, la especialista aconseja «manejar un lenguaje amable con uno mismo». «Tenemos que aprender a felicitarnos por lo que hacemos bien, por intentarlo. Pero nunca forzar la máquina. Es importante en cada etapa vital. Un chico con dieciocho años no es un adulto», concluye.
Presión
Rafael González 'Chiquilín', matador de toros y que en sus inicios pudo vivir unas circunstancias similares, con su rivalidad con Finito de Córdoba, considera una «lástima que Manolo haya tomado esa decisión» y que ahora lo que hay es que «respetarlo».
El también director artístico de la Escuela Taurina de Córdoba significa que «los novilleros están sometidos a presiones muy duras, por el hecho de querer mejorar para ser torero, por el respaldo que asumen y porque se están jugando la vida desde muy jóvenes».
Así, enfatiza que para ello «tienes que estar muy fuerte mentalmente y obviar hechos contextuales, como críticas, comentarios... Hay que intentar mantenerse siempre con ánimo. Pero no es una tarea ni mucho menos fácil».
Chiquilín, no obstante, considera que «Manuel, por lo que tiene dentro, porque es torero, podría reaparecer si él quisiera, cuando se encuentre con ánimo», un hecho con el que se muestra «esperanzado en el futuro, porque él ha nacido torero».
«Nunca hay que forzar la máquina, sino felicitarse por intentarlo. Un chico de 18 años no es un adulto», dice una psicóloga
Juan Machín, presidente Asociación Tribuna para la Defensa de la Tauromaquia, impulsor en sus inicios de Finito de Córdoba, manifiesta que el hecho en sí es un «epílogo inesperado». Para Machín, Román era una «joven promesa, dotado con el don de la calidad, el arte y el regusto, que muy pocos ha podido transmitir en una plaza de toros».
En este sentido, cuestiona si «ha sido dueño de su carrera artística y de su libertad» o de si «ha estado en las manos apropiadas, tan necesarias cuando se empieza», porque «las renuncias, o retiradas en el toreo, se producen por un estado de animo, o por unas circunstancias ajenas al traje de luces».
Rafael Centeno, presidente de la sociedad propietaria de Los Califas, concreta que ha sido una «sorpresa», máxime cuando «estaba toreando y en plena temporada. Parecía que las cosas iban yendo bien». Centeno entiende que el joven ha podido sentirse «afligido» por algunas circunstancias que a lo mejor «no tenía previstas o contempladas, o puede que esa presión que, de alguna manera ha tenido, le haya empujado a tomar esta decisión».
Francisco Gordón, responsable del capítulo de Córdoba de la Fundación Toro de Lidia apunta que se trata de «una muy mala noticia. Alguien que ha ilusionado tanto, que corte la temporada o se retire es muy mala noticia. Es una decisión muy difícil que le honra. Se traicionaría si hubiera seguido y acabar la temporada. Creo que deja la puerta abierta a reconsiderar esta postura. Pero ahora hay que recuperar a la persona, lo taurino queda en un segundo plano. En lo personal, toda la suerte y éxitos en su vida personal y profesional».
Alfonso Téllez, presidente del Círculo Taurino de Córdoba, significa su «pena y pesar». En ese ámbito, reconoce la «dureza de lo que lo que estará pasando por su mente. Lleva años dedicados en cuerpo y alma al toreo, con mucho esfuerzo. Por circunstancias sobrevenidas ha tenido que dejarlo. Ha sido honrado. Ha sido un tío. Hay que respetarlo, quererlo y no olvidar que ha sido un revulsivo para la afición y agradecérselo. Si Dios quiere, puede volver. Lo esperaremos con todo el cariño que le tenemos, y con toda la confianza». De momento, la decisión de Román genera un vacío que solo llena de argumentos y cuestiones las tertulias. Tiempo al tiempo.
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