El mal tiempo resta participación a la manifestación del 8-M, en la que Córdoba grita: «¡Ni un paso atrás en derechos!»

No obstante, la mala climatología ha hecho efecto en la participación. Marilo Damián, portavoz de la plataforma 8M, ha señalado, al respecto, que, «al estar en alerta amarilla en toda la provincia», «teníamos previstos ocho autobuses que vinieran de municipios y no sabemos cuántos vendrán o si la gente vendrá en coche». Ha atribuido la bajada de participación «a la climatología».

Bajo el grito unánime '¡Ni un paso atrás en nuestros derechos!', las y los asistentes, convocados por la Asamblea 8M de Córdoba, han avanzado como una marea morada con carteles que reivindicaban la lucha feminista, la autodeterminación de género, la erradicación de la violencia machista o el trabajo digno para las mujeres, entre otros mensajes.

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Entre los colectivos participantes, la marcha ha contado con la asociación Cota Cero, que trabaja por los derechos de las mujeres con movilidad reducida y visibiliza las dobles violencias y realidades que enfrentan muchas mujeres; o Mujeres Africanas de Córdoba, que han amenizado la salida con bailes tradicionales. Además, durante el recorrido, una batucada formada por mujeres ha sido la encargada de insuflar 'energía reivindicativa' a la marcha.

La concentración ha transitado por el Paseo de la Victoria, Ronda de los Tejares y Cruz Conde (tramo que se ha hecho en silencio por las personas con trastorno autista), para terminar en la plaza de las Tendillas, en torno a las 20.30 horas, donde se ha procedido a la lectura de un manifiesto.

Las portavoces de la Asamblea 8M han expresado ante los presentes el objetivo de este colectivo, «integrar en un movimiento cohesionado y fuerte las reivindicaciones de todas las mujeres para luchar unidas y poder alcanzar una sociedad feminista, una sociedad donde impere la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres». En este sentido, «tenemos claro que la unión del movimiento feminista interseccional es la única vía para seguir conquistando derechos para las mujeres, objeto de reivindicación de este 8M».

Entre las principales reivindicaciones, las asistentes han puesto el acento en cuestiones como la necesidad de adoptar medidas eficaces que erradiquen la brecha salarial, el sesgo de género en el mundo laboral y la revalorización de los trabajos feminizados y precarizados.

Además, también han pedido más recursos y más medidas para eliminar el acoso y el abuso sexual. Al respecto, «no podemos pasar por alto el caso Pellicot; no olvidamos el caso Errejón, y gritamos a Elisa Mouliaá: '¡Hermana, aquí está tu manada!'. Y tampoco olvidamos a todas las asesinadas, entre ellas Lina, a quien una jueza le negó la orden de alejamiento y la suspensión del régimen de visitas».

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Otras de las reivindicaciones han sido que se inviertan más recursos para luchar contra la trata, «la esclavitud del siglo XXI»; un sistema estatal de cuidados y la ampliación de las bajas laborales por nacimiento, adopción y acogimiento familiar; o el cumplimiento de la Ley de Dependencia.

Por otro lado, la Asamblea 8M ha gritado por la regularización de todas las personas migrantes, «porque nadie es ilegal», han señalado. «Exigimos oportunidades reales para todas las madres que huyen del hambre y de la guerra».

Igualmente, en el manifiesto han puesto sobre la mesa la necesidad de que «se dejen de medicalizar las dolencias que sufrimos y se investiguen enfermedades como la fibromialgia o la endometriosis»; y el derecho de autodeterminación de género, «que está en peligro de desregulación al ser visto como una amenaza del borrado de las mujeres».

Sobre la realidad de las cordobeses, las manifestantes han recordado que «una de cada tres personas paradas en Córdoba es una mujer mayor de 45 años; más del 80% de las excedencias solicitadas para el cuidado de familiares en la provincia son reclamadas por mujeres y la diferencia salarial en nuestra tierra entre hombres y mujeres es de más de 300 euros mensuales».

«Frente a la ola reaccionaria y al antifeminismo que lideran aquellos hombres temerosos de perder los privilegios que les blinda el sistema capitalista, imperialista y patriarcal, las mujeres de Córdoba gritamos alto y claro que no vamos a dar ni un paso atrás, que vamos a seguir conquistando derechos para todas», han concluido.