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Centenario de Alhucemas

Para España fue mucho más que un éxito militar. Significó que supo recuperarse de las derrotas de la Guerra de Marruecos

El alma de Córdoba en bocadillo

Córdoba

01/09/2025 a las 07:20h.

El próximo 8 de septiembre se cumple el centenario del desembarco de Alhucemas, la primera vez que una operación combinada de fuerzas de tierra, mar y aire, con mando conjunto de dos países, tomaron una playa fortificada y ocupada por el enemigo.

En 1915, ... británicos y franceses lo habían intentado en Galípoli, frente a los turcos, con fracaso total. Pero para España fue mucho más que un éxito militar. Significó que supo recuperarse de las derrotas de la Guerra de Marruecos, como la matanza del Barranco del Lobo y el desastre de Annual, que hacían al conflicto interminable y costosísimo en vidas y recursos para España, y obtener el triunfo final y la pacificación del protectorado marroquí.

Miguel Primo de Rivera, que había llegado al frente del Gobierno tras la derrota de Annual, pasó de una postura abandonista en Marruecos a una decidida acción ofensiva, toda vez que Abd el-Krim se negó a negociar con España y continuó atacando nuestras posiciones.

Además, el líder rifeño atacó a Francia en su lado del protectorado, lo que llevó a los franceses, liderados por el mariscal Pétain, a unir sus fuerzas con España. Sumado a esto, surgió la voluntad de vencer de un nuevo Ejército español, muy diferente en unidades y estrategias del derrotado cuatro años atrás.

El Gobierno español, que conmemoró oficialmente en 2021 el centenario de Annual con eventos, jornadas y conferencias, no va a celebrar ahora el centenario de Alhucemas, aparentemente por no herir sensibilidades en Marruecos.

¿Significa que aplaudimos derrotas y silenciamos victorias? Llama esto la atención por ser un hecho histórico de primera magnitud, decisivo en la historia de España y cuya efectividad militar fue replicada luego en desembarcos durante la Segunda Guerra Mundial.

Pero causa sorpresa también, pues España actuaba en nombre del rey de Marruecos, cuya autoridad desafiaban los rifeños rebeldes y, de hecho, las tropas jalifianas de ese monarca participaron en las operaciones junto a las españolas.

Con la editorial Almuzara acabo de publicar el libro 'El desembarco de Alhucemas. La etapa de final de la guerra de Marruecos hasta la pacificación (1925-1927)', que analiza este hito trascendental, con el mismo sentido que lo vivió la España de entonces: alivio por el final del conflicto, pero sin fastos de triunfo.

Se habló en 1927 de «pacificación», no de «victoria». Porque, al fin y al cabo, lo que se trataba era de pacificar el protectorado e iniciar un periodo de convivencia entre la población europea y la indígena y de progreso en infraestructuras y servicios hasta 1956, año de la independencia, con claros testimonios de la confraternización en esa etapa, muy distinta de la zona francesa, donde la mezcla entre ambas poblaciones fue casi nula.