Toros córdoba

José María Garzón: «Los Califas va a ser un ejemplo de la recuperación de una plaza de primera»

El empresario de la plaza de Córdoba hace balance de una feria «muy positiva y difícil» y se muestra «entusiasmado» con el cambio del mundo del toro

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José María Garzón, en las tablas de la plaza de Los Califas de Córdoba Álvaro Carmona

Víctor Molino

Córdoba

El mejor de sus años como empresario en Córdoba. José María Garzón hace balance a una semana de la conclusión de la recién celebrada feria taurina de Nuestra Señora de la Salud. El sevillano, al que le restan tres años de contrato ( ... se prorrogó tras la pandemia), asume la coyuntura con la que aterrizó al coso califal como de «poco favorable» y significa su «recuperación» tras haber organizado toros durante tres años. Sobre las voces disonantes, explica que «entiende algunas crítica», pero destaca que «la mayoría está feliz con lo que ha visto». No descarta celebrar otro festejo durante 2023, pero asimila que «va a depender de la otra programación del recinto taurino», en alusión a las actividades ya previstas.

—¿Que valoración hace el ciclo taurino celebrado?

—Muy positiva. Ha sido una feria donde hay ido mucha gente a la plaza. Siete mil en la novillada, nueve mil quinientas personas en la corrida aplazada y más de tres mil en la del domingo por la tarde.

—¿Cuánto le costó el aplazamiento?

— Son treinta mil euros. En la plaza trabajan más de cien personas. Reconfigurar todo en aquel momento, ese sábado. Hacía doscientos días que no llovía en Córdoba. Daban dos litros de agua para la tarde de la primera corrida y luego cayeron veintitantos. El aplazamiento acarreó muchos gastos. Y se devolvieron más de mil cuatrocientas entradas. Hubiera tenido el coso casi once mil personas. Hubiera sido una entrada histórica.

—Por la tarde, el domingo no fue la gente que esperaba...

—Faltó gente. Cuando se piden más festejos, se debería mirar primero si caben. Fue un fin de semana complicado, es obvio. Pero a la corrida del domingo por la tarde, con figuras del toro, no fue la gente que pensábamos que iba a ir. Es una pena.

—¿Cómo se gestionó el aplazamiento en apenas quince minutos?

—Se quería suspender. Pero yo, en contra del asesoramiento que se me prestó, aposté por que aquello se diera. Al día siguiente fue la mejor opción. No podíamos dejar escapar la oportunidad de ver la plaza como se vio. La lástima las devoluciones, que entiendo, porque no todo el mundo tenía las mismas circunstancias. Pero se decidió, evidentemente, con el beneplácito de los matadores. Me hubiera salido más rentable suspenderla. Pero no quería dejar a Córdoba sin esa tarde.

—¿Qué le pareció la actitud del palco, que ha sido muy comentada?

—Creo que se ha hecho todo con muy buen criterio. La autoridad está para guardar el orden público. Y considero que, más allá de que sea cierto que el toro fuera manso y lo que se recoge, hay que saber adaptar todo a las circunstancias. Lo más acertado fue lo que se hizo. Hay que hacer crecer el espectáculo. No se debe presumir de purismo cuando toda la plaza pide la devolución de una res. Cuidado. Hay que escuchar al público.

Finito, Talavante y Aguado

«A la corrida del domingo por la tarde, con figuras del toro, no fue la gente que pensábamos. Una pena»

 

—Los toros. Enseñas de primer nivel, pero luego el juego no ha sido el deseado. ¿Qué pasa en el campo?

—Nadie puede discutir la categoría de los hierros. Que embistan más o menos, es obvio que no dependen de la empresa. El campo está muy mermado. La pandemia hizo que desapareciera mucho ganado. Y me gustaría que se valorase el toro que sale en las plazas. En Córdoba sale un pedazo de toro. Los toros de ahora son los padres de los toros de hace veinte años. Se exige mucho, se ha subido mucho todo. Se ha subido el criterio una barbaridad. Nada más que hay que echar la vista atrás y mirar en las fotos qué toros se mataban en plazas de primera.

—Artísticamente, ¿con qué se queda?

—Se han visto cosas muy buenas. Dos puertas grandes. Sublime Roca Rey, inconmensurable. Hemos visto muy bien a Morante, a Finito, grande también Talavante, la predisposición de Aguado... Inédito, por el lote Ortega, pero muy voluntarioso. Y al novillero Román. Recordemos que está nuevo, recién salido. No se le puede exigir más. Es un novillero que promete mucho; hay que tener paciencia con él. Creo que si hubiera entrado la espada de los que he citado, estaríamos hablando de muchas orejas.

—¿Le cansan las críticas? Se lo pregunto porque hay quien no está conforme con lo visto.

—Asumo las críticas. A mí no me van a cansar. Las críticas son de algunos, los aplausos son de muchos. La gente debería saber la función de esta empresa, pero no solo la de la Feria. Desde antes de Navidad, proponiendo actividades taurinas. Apoyando todo lo que surge; presentando los carteles con una puesta en escena que da valor. Se han dado toros, la única plaza, durante la pandemia. No paramos de trabajar durante todo el año. Creo que la gente es consciente. Me motiva. Hemos pasado a tener más de dos mil abonados, veníamos de más de setecientos. Se han hecho campañas de publicidad y promoción en Córdoba, también en Sevilla, Madrid. Ha ido más gente, a la becerrada, incluso. Seguimos apostando por las novilladas. La Córdoba taurina ha pegado un cambio. Se nota. .

—¿Mantendrá las fechas para el próximo ciclo?

—Creo que ha funcionado, sí. Es la idea. Llevamos ya con esa idea un tiempo y consideramos que está sirviendo. No entendemos que no haya toros durante la celebración de la feria. Y podemos celebrar otro festejo.

—¿Qué propósitos se sigue fijando como empresario?

—Continuar aquí. Estoy convencido de que Los Califas va a ser un ejemplo de recuperación de una plaza de primera categoría. Voy a seguir trabajando con ese propósito, dejándome la piel con mi equipo. Nosotros vamos a dar todos los festejos que se puedan dar, pero siempre y cuando haya demanda para ello. Insisto en esta idea, porque creo que la gente va a seguir viniendo a los toros.

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