desde simblia
Estamos fuera de juego
Llegar a esta situacion no es algo que ocurra de la noche a la mañana, sino como consecuencia de la forma de llevar los asuntos externos
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Iniciar sesiónPedro Sánchez lleva días disfrutando de sus vacaciones recluido en la Mareta. Lo de recluido en la Mareta, más allá de que el presidente del gobierno se siente poco atraído a salir a la calle porque no es recibido con excesivas muestras de cariño - ... salió por pies de Paiporta dejando al rey quien, con mucho empaque, aguantó el tirón de unos vecinos desesperados-, no significa que está aislado. En estos días siguen ocurriendo cosas -terribles incendios en España que le llevaron a una breve salida de su reclusión-. Ocurren más cosa fuera de nuestras fronteras en las que tanto gusta de participar, pero todo apunta a que estamos fuera de juego por la forma de hacer política en el exterior, que depende del presidente del gobierno, aunque haya un ministro de Asuntos Exteriores.
Quedarse fuera de juego no es algo que ocurra de la noche a la mañana, sino que es consecuencia de la forma de llevar los asuntos externos, donde el ministro Albares dijo en su momento que lo más importante de nuestra política exterior era que el catalán fuera lengua oficial en Europa; ha cosechado, uno tras otro, sonoros fracasos, lo que encoleriza al fugado en Waterloo, porque en ese terreno no le saca el rédito obtenido en otras parcelas, al apoyo de sus siete votos a Sánchez.
Estar fuera de juego es una consecuencia, por ejemplo, de la actitud mantenida por el presidente del gobierno en la reunión que la OTAN celebrada en La Haya, firmando una cosa y diciendo otra, sin abrir la boca en la reunión donde estaba Trump. Es consecuencia de haber buscado separase de los demás aliados en la llamada foto de familia; algo que parece tan pueril como lo de Zapatero de permanecer sentado al paso de la enseña de los Estados Unidos.
Es consecuencia de haber variado, sin dar ninguna explicación, la posición de España en el Sahara, que conllevó a la enemistad con Argelia. Es consecuencia de contratar una empresa China, que está obligada a dar la información a su gobierno si es requerida para ello, contra la opinión de Europa y los Estados Unidos que lo ven como un grave riesgo para la seguridad.
Todo ello que se ha ido acumulando a lo largo de los meses hasta dejarnos fuera de juego. La muestra más palpable la tenemos en la reciente reunión de países europeos con Ucrania, ante el encuentro de Trump con Putin en Alaska. En ella han estado Francia, Alemania, el Reino Unido, Polonia y Finlandia. España no ha sido llamada a esa reunión. Tampoco para ir a Washington. Sánchez de vacaciones en la Mareta y España fuera de juego.
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