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Conviene saber

Turull es secretario general de un partido que ha cambiado de nombre para encubrir numerosos gatuperios y tratar de escabullirse de la justicia

Hace diez años

03/10/2025 a las 06:39h.

Un tal Turull ha seguido la senda por la que han transitado otros de sus correligionarios políticos en lo que hoy se denomina Juntos por Cataluña y que anteriormente tuvo otros nombres como Convergencia Democrática de Cataluña, la que presidió Pujol, acusado junto ... a otros miembros de su familia, un clan que tenía madre superiora y que llevaba misales a Andorra. Ese Pujol, ya se refirió, despectivamente, a los andaluces afirmando que no son hombres coherentes, sino anárquicos, decía textualmente que el andaluz «es un hombre destruido, es generalmente un hombre poco hecho, un hombre que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual».

El tal Turull -acusado y condenado por rebelión, sedición y malversación de caudales públicos, estuvo en la cárcel de la que salió amnistiado por Pedro Sánchez, al necesitar los siete votos de su partido para mantenerse en el poder-, ha dicho que los andaluces, vagos redomados, se lucran con el dinero que le roban a él, probo ciudadano, para poder ir al gimnasio y poder tener mascotas a las que visita el veterinario.

Los mismos andaluces que, cuando el franquismo invertía dos terceras partes del Instituto Nacional de Industria en Cataluña, fueron a trabajar allí. Los mismos andaluces que pagan IVA por el consumo de numerosos servicios y cuenta como abonado en Cataluña donde están las sedes sociales de las empresas y que ellos quieren administrar para sí.

No es admisible que un condenado por el Tribunal Supremo pueda dar lecciones de honradez a nadie. Pero sigue la senda marcada por quien fuera su máximo referente de considerar que los andaluces son gente vaga, dedicada exclusivamente a jugar al dominó en la taberna -dicho por Durán y Lérida, natural de Aragón, de un pueblo de Huesca que por conveniencia política cambió el Lérida por Lleida- robando a Cataluña, según el llanto largo en el tiempo que caracteriza a ese sector de catalanes que desprecia a otros españoles.

Conviene saber que Turull es secretario general de un partido que ha cambiado de nombre para encubrir numerosos gatuperios y tratar de escabullirse de la justicia de los porcentajes que era norma cobrasen como comisionistas de las obras públicas que adjudicaban. Hoy forman parte del llamado, según Sánchez, bloque progresista, que apuntala a un gobierno sin presupuestos, pese a sus raíces vinculadas al más retrógrado carlismo.

Ese tal Turull ha dado la verdadera medida de lo que los de su cuerda opinan de otros españoles. A ese, que ahora llora lágrimas de cocodrilo, hay que decirle que él y los de su ralea dejen de insultarnos. Aunque eso sea tanto como pedir peras al olmo porque como decimos por aquí, quien nace lechón...