turismo
Iznájar, o el pujante atractivo de la historia, el agua y el olivar
La localidad de la Subbética estrena su título de 'Municipio Turístico de Andalucía', lo que potenciará un sector con un peso creciente en su economía
Iznájar, nuevo 'Municipio Turístico' de Andalucía
Interior del Castillo de Iznájar en las Sierras Subbéticas
El Consejo de Gobierno de la Junta aprobó este pasado 28 de noviembre la declaración de Iznájar como Municipio Turístico de Andalucía, dando oficialidad a un título que este municipio de la Subbética ostenta oficiosamente desde hace años por la fuerza de los hechos ... y de un trabajo minuciosamente elaborado por este ayuntamiento y por los iznajeños.
Desde el altozano de su castillo, pulcramente rehabilitado como tesoro de la villa, Iznájar se mira en las aguas del embalse que lo rodea, aquejado por una enfermedad llamada sequía, que ha hecho bajar su nivel, pero no ha mermado su belleza. Lope Ruiz, su alcalde, afirma que esta declaración es el fruto de 30 años de trabajo, un periodo en el que se ha logrado crear una espectacular infraestructura turística.
Pero, además Ruiz, pone el acento en la capacidad de este pequeño municipio para proyectarse al exterior y apostar por la calidad, un esfuerzo en el que el regidor reseña no solo el trabajo de las instituciones, sino también el de sus vecinos «que se afanan por mostrar la mejor imagen de nuestro pueblo, dando luz y color a esos rincones que dan la vuelta al mundo a través de las redes sociales».
Para Ruiz esta declaración tiene un doble valor. De una parte, indica que «se están haciendo las cosas bien» y de otra «coloca a nuestro pueblo en el selecto club de los 38 municipios andaluces que ostentan este título, entre más de 800, y supondrá un incentivo económico para seguir mejorando nuestros espacios de interés turístico-cultural, dotándolos de material y equipamiento».
Lope Ruiz tiene su ranking de esos atractivos que han hecho que Iznájar sea uno de los municipios más mimados por los amantes del turismo de interior en Andalucía. En ese listado figuran su configuración como una de las puertas de acceso al Parque Natural de la Subbética y su pantano, la mayor masa de agua embalsada de toda la región, que le permite contar con una de las escasas playas de interior de España y una creciente infraestructura en torno a los deportes náuticos, como su escuela de vela.
Al mismo nivel se sitúa su patrimonio histórico y monumental, destacando el abigarrado entresijo de callejuelas y recintos de su barrio de la Villa, auténtica joya de la corona, declarado Bien de Interés Cultural, con su Castillo, su iglesia renacentista, su pósito de grano, el irresistible y mil veces fotografiado Patio de las Comedias o sus miradores al embalse o el río Genil.
Gran oferta de alojamiento
Tampoco puede faltar el indudable atractivo de su interminable mar de olivos, que, en tiempos de bonanza de agua, llega al borde mismo del pantano, y su producto, uno de los mejores aceites de oliva del mundo.En ese 'top five' hay que colocar también, según su alcalde, la singularidad de la dispersión de su término municipal, con una veintena de pequeños núcleos de población, cada uno con sus atractivos naturales.
Por último, se refiere el regidor iznajeño a la calidad humana de sus habitantes y su capacidad para adaptarse al fenómeno del turismo, acogiendo como uno más a todo aquel que llega hasta la villa. ¿Un ejemplo? En los últimos años se ha asentado en Iznájar una creciente comunidad extranjera, que casi alcanza al 20 por ciento, sumando al vecindario a ingleses, belgas, holandeses y alemanes.
Las cifras cantan. Según datos de la Asociación de Empresarios de Iznájar, el turismo deja cada año en la localidad 12 millones. De ellos, 10 corresponden a pernoctaciones y el resto a restauración, comercio o actividades turísticas. No en vano, la localidad tiene la mayor oferta de alojamiento de la provincia tras la capital, con 1.500 plazas distribuidas entre cinco coquetos hoteles, un camping, un albergue, 15 casas rurales y 140 alojamientos turísticos.
La ocupación media anual supera el 40 por ciento. Eso se traduce en más de 200.000 estancias.«Son datos oficiales, pero la realidad va mucho más allá», afirma Ruiz, que asegura que el turismo supone «entre 300 y 350 empleos directos y muchos más indirectos, a través de construcción, decoración, pintura, jardinería... al ser un sector muy transversal».
Un tesoro para un pueblo de 4.000 habitantes que tradicionalmente ha vivido de su olivar, una ocupación que muchos vecinos compaginan ahora con la actividad turística en esta hermosa localidad.
Ver comentarios