No es Itálica: el pueblo de Córdoba que esconde una de las joyas árabes más grandes de España

Medina Azahara fue construida en el año 936 por orden del califa Abderramán III, quien buscaba demostrar el poderío del Califato Omeya en Al-Ándalus. La ciudad fue diseñada como un lujoso centro administrativo y residencial, rodeado de jardines, salones con decoraciones en oro y mármol, y una arquitectura que reflejaba el esplendor de la época.

A pesar de su grandeza, la ciudad no tuvo mucha acogida. Apenas setenta años después de su fundación, fue saqueada y destruida durante las guerras civiles que marcaron el fin del Califato de Córdoba. Durante siglos, sus ruinas quedaron ocultas hasta que en el siglo XX comenzaron las excavaciones para recuperar su grandeza perdida. Hoy en día, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La ciudad estaba diseñada con una estructura jerárquica que reflejaba el poder del califa. Entre los principales sitios que tienes que visitar están:

Si estás pensando en conocer este espectacular yacimiento, aquí tienes los distintos horarios dependiendo de la época del año:

La entrada es gratuita para residentes de la Unión Europea, mientras que el resto de visitantes deben pagar 1,50 euros. Además, existe la opción de una visita guiada por 18 euros (10 euros para niños y gratis para menores de 4 años), que incluye el bus lanzadera.

Para llegar a Medina Azahara, lo más recomendable es utilizar el bus lanzadera, un servicio que conecta el centro de visitantes con el yacimiento. El billete cuesta 3 euros (1,50 euros para niños de 5 a 12 años). La visita guiada tiene una duración aproximada de dos horas, permitiendo recorrer a fondo este tesoro arqueológico.

Si estás en Córdoba, no dudes en descubrir este espectacular enclave que nos transporta al pasado glorioso de Al-Ándalus.