El entrenador cordobés Pepe Murcia, en el epicentro del Mundial de Qatar 2022

El destino ha querido que el técnico de Córdoba coincida con uno de los eventos más importantes del fútbol, el Mundial 2022, que se está celebrando en el país asiático. El torneo está llegando a su fin y es hora de poner la nota a un país que se ha volcado con su organización.

Está claro que Qatar 2022 no posee una tradición futbolística como la que hay en Europa y Pepe Murcia es consciente de ello. «No sé dónde está la élite del fútbol, pero está al lado de España, el fútbol aquí no se puede vivir como en cualquier país occidental», asegura el entrenador.

A su modo de ver, «ellos son un fútbol emergente que empieza a crecer ahora con esta competición. Han hecho un gran esfuerzo económico y logístico para conseguir un Mundial estable y creo que lo han conseguido».

Este es el camino. El fútbol en Qatar «no es competitivo, pero sí ha evolucionado en los últimos años, con la llegada de técnicos, metodologías y sistemas de trabajo occidentales». La cultura futbolística de occidente se está exportando para que otros países sean capaces de asimilarlo.

Están demostrando un gran avance en lo deportivo. Qatar se coronó por primera vez campeón de la Copa de Asia el año pasado tras ganar a Japón en la final. El seleccionador qatarí Félix Sánchez es español y todo su cuerpo técnico también.

Pepe Murcia reconoce que hubo dos cosas del país que le sorprendieron gratamente. «Por un lado, me sorprendieron mucho las instalaciones, no esperaban que fueran de altísimo nivel, de última generación. Por otro lado, me sorprendió que, en un país desértico, vi mucho verde, pero verde que era natural».

Esta era un oportunidad de oro para la selección de Qatar 2022. El técnico cordobés conoce bien a los jugadores a nivel deportivo y explica que «el único pero que les pongo es a nivel mental. Les pesó mucho jugar en un Mundial, con estadios abarrotados de gente, aquí no se suele dar eso».

Al contrario que el resto de selecciones, estuvieron seis meses concentrados. Jugadores sin ritmo de competición, sin frescura. Para Murcia, «si había algo bueno de este Mundial era que todos los jugadores estaban más frescos al jugar en invierno. A Qatar le pesó el escenario y la responsabilidad. Esto es fútbol. Haber jugado un Mundial en su casa tiene que ser un impulso para Qatar y seguir esa senda de fútbol competitivo que quieren alcanzar».

Punto de inflexión. Toda esa experiencia acumulada en esta edición del torneo sirve para que la selección qatarí siga intentando dominar el fútbol en Asia para que cuando lleguen las próximas eliminatorias del Mundial, vean que tienen posibilidades.

Está claro que están invirtiendo en deporte. El entrenador remarca que «se han celebrado diferentes campeonatos de distintas disciplinas. Van a seguir apostando por los acontecimientos deportivos. Bienvenida sea la cultura del deporte para poder impulsar a la juventud hacia una vida sana».

Pepe Murcia fue uno de los pocos afortunados que pudo ver en directo los partidos de España, aunque su sentimiento fue «triste porque creo que nos quedamos muy pronto sin Mundial, la Federación es la que tiene que analizar qué ha pasado».

Sin embargo, él apunta algo más. «Si ha habido algo que me ha dejado aún más triste es la poca relación que ha tenido la selección con los españoles que hay aquí trabajando y viviendo, el contacto ha sido nulo», asegura el cordobés.

«Ha habido algún intento para que los niños puedan ver los entrenamientos y conocer de cerca a sus jugadores, pero no ha habido relación, han hecho lo contrario a otras selecciones», remarca Pepe Murcia.

En el partido ante Marruecos, la afición africana era claramente superior, con una proporción de 10 a 1. Para el entrenador, «ellos movilizaron más y facilitaron la posibilidad de tener acceso a entradas. Aquí hay cientos de niños a los que les hubiese gustado saludar a sus ídolos, esa conexión que tienen otras selecciones, la española tiene que mejorarla». A pesar de todo no tuvo problema en «dejarse la garganta» para animar a los suyos.