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Cuando el enemigo se esconde tras el avatar de Spiderman-12

ABC acompaña a dos miembros de la Unidad de Agentes Tutores de la Policía Local de Córdoba en su tarea en las aulas con los escolares y los peligros digitales

La Fiscalía de Córdoba alerta de la falta de control de los padres al acceso de los niños al porno digital

Agentes tutores durante una charla en un 4º de Primaria del colegio San Rafael rafael carmona

Pilar García-Baquero

Córdoba

06/10/2024 a las 00:16h.

Eliot, de 9 años, ha levantado la mano desde el fondo de la clase para responder a un agente tutor que preguntaba qué es el ciberbullying. Sin dudarlo, este pequeño explica a sus compañeros que «es cuando tu estás en el Whatsapp y ... alguien empieza a decirte que eres un fracaso, que no sirves para nada, te lo repiten, te pones triste y empiezas a llorar». Es una de las reacciones de un alumno de 4º de Primaria del centro diocesano San Rafael en La Fuensanta- donde la mayoría ha reconocido tener móvil propio- a una charla de los agentes tutores de la Policía Local Paco e Isabel encargados de prevenir el acoso escolar, el ciberacoso y los peligros de internet.

La charla comienza a segunda hora de clase. Los agentes tutores entran en el aula y uno de los niños le da los buenos días y dice: ¡No dispare!, mirando el arma de estos agentes uniformados. Es una de las anécdotas a las que se enfrentan cada día estos policías locales encargados de este proyecto que mejora la convivencia en los centros del que habla el oficial coordinador de la unidad Juan Jesús Alcántara que cumple diez años desde su puesta en marcha.

«Cada vez hay mayor demanda por parte de los centros educativos —el pasado año impartimos 400 charlas— e intentamos estar más cerca de la comunidad educativa, también atendemos a los padres siempre a través de los colegios; es una unidad que ha quedado para quedarse -igual que Educación Vial o Tráfico». Las charlas están dirigidas a niños, dependiendo de la edad, y se adaptan en contenidos. Por ejemplo no le vas a hablar de violencia de género a uno de cuarto de primaria o de pornografía... pero sí de delitos de odio o ciberacoso. «Lo que ocurre es que en ese acercamiento entre agentes tutores y alumnos en sus clases, se sientan cómodos y llegan a contar sus propios problemas.

De estas charlas surgen los seguimientos a esos casos, abunda Jiménez. «El pasado curso fueron 84 menores atendidos junto a su familia para lo que se necesitaron 622 seguimientos para solucionar el problema. la mayoría estaba relacionado con el uso de pantallas e internet».

Uno de los casos más graves abordado por esta patrulla de agentes tutores el pasado curso fue la de un niño de 5º de Primaria que confesó al final de la clase entre sollozos lo que le ocurría. Le mostró sus brazos con cortes que se tapaba con manga larga llevando sudadera... incluso cuando hacía calor. «Este niño no quería hablar con nadie, sus padres no tenían ni idea de lo que pasaba ni siquiera el tutor, pero sí me llamó al final de la charla para hablar conmigo porque le inspiré confianza», cuenta la agente tutora Isabel, en su cuarto año en esta unidad de la Policía Local de Córdoba que enseña junto a Paco con un lenguaje claro y didáctico cómo protegerse de los delitos cometidos a través de internet.

Un agente tutor muestra las cámaras de un móvil a los niños para advertirles que pueden ser grabados rafael carmona

La charla en el colegio San Rafael comienza con una pantalla donde muestran los juegos más comunes entre los niños de esta segunda etapa de Primaria como Roblox, Fornite, Minecraft, Fifa, Tiktok... La agente tutora pregunta quién los conoce y la respuesta es masiva, todos con la mano arriba. La agente le cuenta que cómo pueden tener acceso a Tik-Tok o Fornite cuando la edad mínima es de 13 años, pese a tener 9 años. «Los agentes Isa y Paco venimos a advertir de algunos peligros que con cosas que haceis a diario podemos meternos en un problema», comienzan a hablar ante la mirada atenta de los niños.

El agente tutor Paco les asegura que internet es «una herramienta que bien usada es magnífica pero mal usada puede dar muchos problemas». El agente Paco pregunta a Siri, cuánto mide la luna...y le responde que tiene un área de 38 millones de kilómetros. Ese es el lado bueno de internet pero le recuerda a los niños que detrás puede haber gente mala. Los agentes le muestran uno a uno los siete peligros de estar en red.

Nunca se habla con desconocidos en la red

El primero de ellos que las cuentas de los niños no deben mostrar ni su nombre ni su edad. «Ya si tenéis cuenta propia en Tiktok habéis mentido porque ninguno tenéis 13 años». «En las imágenes de perfil nunca hay que poner vuestra foto, sois menores y pueden utilizar vuestra carita para poneros un cuerpo diferente y luego chantajearlos y pedir más fotos íntimas. No habléis con desconocidos a través de las redes; hay que poner un paisaje, tu mascota o el escudo de tu equipo de fútbol», cuenta esta agente que incide en que la mayor advertencia a estos niños de 4º curso de primaria es que no hablen nunca por internet con desconocidos.

«En Robolox hay avatares que buscan novios y aparecen con las siglas junto a la figura (NV); si no le dais los buenos días... a una persona que no conoces ni los miras por qué hacerlo en la red». Los agentes tutores les explican que detrás de un sujeto que se llama Spiderman puede haber un hombre malo de 45 o 50 años que no tenga buenas intenciones.

La recomendación es que en los juegos siempre sepa con quién juego, que sea mi amigo, mi vecino o mi primo... nunca con un nombre que no sabes quién se esconde detrás. Otra de las recomendaciones de estos agentes es que no cuelguen fotos de las vacaciones en los estados en el mismo momento porque da pistas a los ladrones de que la casa está vacía y pueden aprovechar para entrar como les ha pasado a los famosos futbolistas. Las redes, además llevan a la pérdida de habilidades sociales y provocan irritabilidad, y mal uso del lenguaje.

Menos de la mitad de los niños de la clase de la tutora admitieron que si salen con sus padres a comer y ven niños al lado no se levantan a pedirles jugar con ellos.