Cultura
Depósitos de atmosfera controlada y una sala de 'resurrección': la sorprendente reapertura del Archivo Municipal de Códoba
El centro vuelve a funcionar en la calle Sánchez de Feria después de seis años de obras
El Archivo Municipal de Córdoba luce su esplendor del siglo XIV y amplía sus salas tras seis años de obras
Julio Anguita y su legado: 38 carpetas de cartas, escritos y grabaciones para el Archivo Municipal de Córdoba
«¿Qué mejor lugar para tener un archivo?». Las palabras de la directora del Archivo Municipal de Córdoba, Ana Verdú, hacen referencia a las características del inmueble que lo alberga, una de las casas más antiguas de la ciudad. «Diversos estudiosos, desde Ramírez de Arellano y anteriores, cuentan que esta casa se la da Fernando III a los Hoces, de hecho, el escudo de esta familia está en la puerta», dice.
Tras seis años de obras, el lugar abría de nuevo sus puertas al público este lunes. Con una precisión: el archivo no dejó de prestar servicio desde el inmueble de al lado y a través de su faceta digital.
«Es la primera vez que se ha remodelado la casa de manera integral de forma que al picar los muros se ha descubierto por ejemplo esa portada mudéjar, que es del final del siglo XIV», señala Verdú, indicando una de las puertas de las nuevas salas de exposiciones y conferencias que se reparten entre la planta de abajo y la de arriba.
También han salido a la luz sillares del siglo XIII y se han restaurado el alfarje de finales del siglo XIV (una techumbre de madera propia del arte mudéjar) o las ventanas lobuladas con azulejos de cuenca. «La casa fue mucho mayor, continuaba toda una manzana con la que tenemos a nuestras espaldas en Tejón y Marín, por donde continúa precisamente el alfarje, y compartía portada por detrás con la iglesia de la Trinidad, pero ha tenido diversas divisiones», afirma.
«Antes hacíamos exposiciones en los soportales, pero ya contamos con salas de exposiciones, y dábamos conferencias en la parte de arriba, pero ahora ya tenemos tanto salas de conferencias como otras de atención a grupos que concierten visitas», insiste Ana Verdú.
Consultas
A estas nuevas instalaciones se añade una sala de digitalización, vital incluso para las consultas presenciales: «Las consultas presenciales, mayoritariamente, son de ciudadanos que vienen porque necesitan copia de su licencia de obras, de apertura, certificados de padrón con antigüedad o ver si su enterramiento es en propiedad o no, por ejemplo».
A su vez, la sala de restauración que se encontraba en El Arcángel cuenta ya con espacio en el edificio tradicional. Verdú la llama con sentido del humor «sala de resurrección».
Allí trabaja la restauradora Pilar Moriel. En estos momentos, y en concreto, con actas capitulares. «Estuvieron durante siglos en una celda baja del convento de San Pablo, y en las propias actas ya se indicaba que los libros se están muriendo, por lo que llegaron en un estado lamentable», explica. La restauración va hoja por hoja, y se extiende a la portada, que no es cualquier cosa, «sino guadamecíes maravillosos, en este caso de 1579».
Como es bien sabido, el fuero que da Fernando III a la ciudad de Córdoba en 1241 es el documento más antiguo del archivo y, sin duda, uno de los protagonistas de la inminente exposición 'Yo, Córdoba', que ofrecerá en breve una interpretación de la ciudad a partir de una selección de documentos.
Los fondos documentales históricos se reparten actualmente por dos depósitos que ocupan dos plantas con un «sofisticadísimo sistema de protección, con atmósfera controlada e inertización, es decir, una bajada de oxígeno para que no se pueda encender ni un mechero», apunta Ana Verdú.
Luego está el archivo central administrativo, para la documentación administrativa más reciente de Capitulares. Fuera del edificio cuentan con tres naves en el Granadal para el llamado archivo intermedio administrativo. «Todo ello suma diez kilómetros de estanterías», resume.
La restauración de los documentos antiguos continúan, y muchas veces tienen que hacerse hoja por hoja
Una de las recientes adquisiciones es el archivo de Julio Anguita, que se está inventariando y catalogando en estos momentos, y cuyo trabajo pudo ver ABC Córdoba in situ. «Viene con una fototeca muy interesante de todo su periodo de actividad política pero también de su vida posterior como conferenciante o como miembro de colectivos, además de multitud de documentos sobre entrevistas que le hicieron», destaca la directora.
Todavía queda una pequeña guinda, y es que diversos restos de columnas, capiteles, maderas de alfarje o el brocal de un pozo que se han dejado decorativamente expuestos en el suelo de la planta de abajo, contarán con diversos parapetos o elementos para que luzcan mejor.
Durante su primer día, además de personas consultando documentos, otros ciudadanos, tras leer sobre la apertura en los medios de comunicación, se han acercado para ver cómo ha quedado la antigua casa tras las obras. También turistas de paso hacia la Judería.
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