Las denominaciones de origen de Córdoba apuestan por la continuidad al llegar las elecciones

Son seis los marcos existentes actualmente en la provincia, cuatro ligados al aceite de oliva (Baena, Priego de Córdoba, Lucena y Montoro-Adamuz), uno al vino (Montilla-Moriles) y un último al jamón de bellota cien por cien ibérico (Los Pedroches).

La Junta de Andalucía es la encargada de vigilar que todos estos procesos, que deberán concluir en octubre, se lleven a cabo con total normalidad y del cumplimiento de los plazos establecidos. Todo hace indicar, según los interlocutores consultados por ABC, que habrá pocos cambios en la mayoría de estos órganos de gobierno.

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La DOP Baena es la única de todas ellas que ya tiene los deberes hechos en este capítulo. Fue en mayo cuando el pleno de este marco se renovó con una candidatura única que aupó por tercera vez consecutiva a Javier Alcalá como máximo responsable del consejo regulador. El motivo de su diferente calendario respecto del resto es que esta denominación de origen, la más antigua de Córdoba al datar su inició oficial del año 1981, llevó a cabo su anterior proceso electoral en primavera de 2020, en los primeros meses de la pandemia, mientras que las otras prefirieron aplazar los comicios reglamentarios hasta después de ese verano por las restricciones fruto del coronavirus.

Su secretario general, José Manuel Bajo, detalló a ABC los objetivos que se marca la presidencia y el pleno para el próximo cuatrienio en seguir trabajando por la promoción de las producciones de la zona y en los proyectos de investigación que actualmente se están llevando a cabo, además de la coordinación con el resto de denominaciones e instituciones.

Dentro del sector olivarero, se espera que haya continuidad en los puestos directivos de mayor rango. En el caso del marco de Priego de Córdoba -que atesora el mayor número de premios internacionales en sus zumos extra-, todo parece indicar que Rafael Muela continuará al frente del consejo regulador, cargo para el que fue elegido en diciembre de 2022 en sustitución del máximo responsable de Almazaras de la Subbética, Francisco Serrano, que mantiene actualmente la vicepresidencia.

A preguntas de este periódico, Muela mostró su disposición a continuar como cabeza visible del órgano de gobierno del sello «si así lo consideran los vocales del nuevo pleno que se constituya», aunque prefirió no aportar más detalles «por respeto al proceso electoral abierto».

Algo similar ocurre con la más joven denominación de Aceites de Lucena, cuyo presidente, Francisco de Mora, accedió al puesto un mes antes que Muela en Priego. El también mayor directivo de la Cooperativa Olivarera de Lucena afirmó que «nuestra intención es dar continuidad a lo que se viene haciendo en los últimos años en la denominación de origen y queremos que no haya cambios en los cargos», incluido el suyo.

«Nos marcamos como objetivo más importante en estos cuatro años seguir desarrollando el plan estratégico que se aprobó en 2021», un documento con el que se pretendía dar un nuevo impulso al marco, según indicó De Mora. Dentro de ese programa de actuación se establecen distintas líneas de actuación, entre las que se encuentran incrementar el número de socios del sello de calidad así como mejorar la promoción y reforzar la difusión de los aceites de la zona y conseguir un mayor acercamiento tanto a los profesionales del sector agroalimentario y del canal Horeca (hostelería, restauración y catering) como a la sociedad en general.

No se prevén tampoco demasiadas variaciones en el consejo regulador de Montoro-Adamuz. Francisco Terán ha compaginado desde 2009, año de la puesta en funcionamiento del sello, la presidencia de esta denominación de origen y de la Cooperativa de Nuestra Madre del Sol del municipio adamuceño. «Estoy disponible para continuar en el cargo si así los estiman los vocales que se elijan», aseguró Terán, que consideró fundamental «seguir difundiendo la enorme calidad de nuestros aceites, reconocidos por la Unión Europea (UE) por su elevado contenido en polifenoles» (antioxidantes naturales).

Por otro lado, Antonio Jesús Torralbo es el máximo responsable del órgano de gobierno del marco del jamón y los ibéricos del Valle de los Pedroches desde hace catorce años. Una zona determinada, sin duda, por la presencia de un gigante como Covap pero también de pequeñas empresas con mucho éxito. «Son los ganaderos y las industrias las que tienen que tomar la decisión y quiero ser muy prudente en este proceso, pero si ellos consideran que yo debo continuar, ahí estaré», sentenció este dirigente de una denominación que ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos tres años tras los momentos de zozobra vividos en 2020 derivados de la propia pandemia.

Es el consejo regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles el que presenta más dudas sobre la continuidad de su actual presidente, el abogado Javier Martín. Este marco se caracteriza por el hecho de que las personas que siempre han estado al frente del mismo han sido ajenas al sector vitivinícola pero que destacaban en sus respectivos ámbitos profesionales y otorgaban prestancia al marco.

El sello de calidad sufre desde hace varios años una profunda crisis cuya muestra más palpable ha sido la constante pérdida de superficie por la falta de rentabilidad del cultivo, a lo que se suma la creación de nuevos colectivos de productores y el malestar generado este año entre una parte importante de las bodegas por la suspensión de la última edición de la Cata de Vino y su gestión -con la pérdida de una subvención de la Junta-. Martín prefiere no pronunciarse sobre la continuidad en el cargo.