¿Quiénes son los responsables de la situación del Córdoba CF?

Son muchas preguntas que tienen algunas respuestas. No todas. Mientras algunos se empeñan a señalar directamente a solo algunos actores de esta película de terror, la evidencia de los hechos demuestra que el Córdoba CF es el último, todavía no ha ganado, es el equipo más goleado del continente y está en un clima de tensión continua por un cúmulo de errores compartidos.

Los resultados sitúan, como en cualquier club del mundo, a José Ramón Sandoval en una posición muy delicada. Sin embargo, un sector de la afición no está dispuesto a asumir que el técnico sea el único que pague los platos rotos. Algunos seguidores han empezado a levantar la voz por el rendimiento de la plantilla blanquiverde . L os jugadores , finalmente, son los que saltan al césped. La imagen a domicilio, goleada tras goleada, es, al menos, llamativa.

En cualquier caso, los culpables de esta lamentable situación no pueden o deben encontrarse solo en el campo. Es evidente que el presidente y máximo accionista, Jesús León , tiene que asumir su cuota de responsabilidad por la gestión de un verano lleno de inestabilidad que comenzó con la renegociación con Carlos González y se llevó a un entrenador y a toda una dirección deportiva por delante. De esos polvos también vienen estos lodos. Él mismo asumió (y reconoció públicamente con humildad) el grave fallo en la cesión de Guardiola que atascó todo lo demás.

A esta situación ha llegado el Córdoba CF por sus errores propios, sin duda. Pero, no puede obviarse que ha tenido un compañero de viaje, LaLiga , que le ha puesto solo palos en las ruedas hasta llevarlo al límite de sus posibilidades. En cualquier caso, el Córdoba, con limitaciones de la patronal o no, ha llegado aquí por una corresponsabilidad evidente. León fue el primero, antes de no renovar a Sandoval, que argumentó que el éxito del milagro de la permanencia era un logro «de todos». A contrario sensu, el montoreño, los técnicos y los jugadores hoy deben asumir que la culpabilidad del desastre actual es solidaria, compartida.