La historia del himno del Córdoba CF: letra, música y compositor

En ese momento nació un símbolo del cordobesismo, un elemento fundamental de su historia que se convierte cada partido en la perfecta carta de presentación de una afición entregada a los colores blanco y verde. Cuando recibió la propuesta, Queco tomó el proyecto «con mucho cariño, yo había sido jugador del Córdoba en categorías inferiores y eso siempre se lleva dentro, pensaba que podría aportar algo distinto y fresco al himno anterior».

No fue un proceso corto, ni fácil. «Me dieron de plazo varios meses y yo estaba con toda la vorágine del disco 'Tengo', pero busqué huecos para ir trabajando entre concierto y concierto», detalló Queco. El cordobés confesó que «nunca me había costado tanto crear una canción como el himno del Córdoba, todo lo que pensaba estaba lleno de tópicos, que si las banderas, los colores, etc». Incluso recordó que «la junta directiva me metía caña con que se me iba a pasar el aniversario y no teníamos himno».

En un principio hizo dos versiones, «uno más serio y otro más para fiestas que es el que al final se ha quedado». Queco reconoció que no se inspiró en ninguna canción concreta para la letra a excepción del final del himno. Sin embargo, el arreglo de ese tramo final lo hizo al estilo de Queen». La reconocida banda inglesa sirvió como inspiración en la música que acompaña a las frases 'Jugar para ganar, ganar para sentir, sentir para luchar, luchar para vivir'.

La competencia estaba ahí, ya que había salido recientemente el himno del centenario por parte del Sevilla FC, compuesto por El Arrebato, que causó gran sensación en el mundo del fútbol. «La mente se te va al ritmo del tres por cuatro que es el que tiene el himno del Betis y Sevilla, es un ritmo como el de una sevillana o como una bulería», detalló Queco y añadió que «el nuestro es como una canción, en cuatro por cuatro». Se dejó llevar por los sentimientos y funcionó.

A su juicio, «no fue fácil porque Córdoba es una ciudad poco cantarina, es como si tuviésemos vergüenza ajena siempre, somos muy nuestros, si te das cuenta tenemos pocos cantantes, pero muchos guitarristas y bailaores». Queco confesó que era un tema que le preocupaba, «había muchos jugadores que me preguntaban si creía que se iba a cantar el himno aquí como en Sevilla y yo decía que mi ilusión era que algún día se pueda cantar». El resto es historia 19 años después.

Ni él mismo se esperaba tal impacto. «Yo no esperaba que la gente se iba a volcar tanto y hacerlo suyo tan rápido. Recuerdo los primeros partidos que se me ponía la carne de gallina al escucharlo, yo creo que se ha quedado como un himno de la ciudad. Mi buen amigo Rafael Castro hizo el conocido 'Soy cordobés' que todos lo llevamos en el corazón y después está el himno del Córdoba».

Queco aseguró que «me mandan muchísimos vídeos de gente que está viajando por distintos rincones del mundo y te cantan el himno con su bufanda en alto, esas cosas me encantan». Sin embargo, para él, «lo más bonito que me ha pasado con el himno es con los pequeños de la cantera. Mis hijos han estado en las categorías inferiores del Córdoba y cuando he visto los partidos como un aficionado más, es impresionante ver como todos cantan el himno y se motivan para salir al campo, eso te llena, es un orgullo y satisfacción enorme.