Los frentes abiertos del Córdoba CF en las renovaciones: tareas pendientes y salidas

Carlos Isaac firmó el pasado verano un contrato por una temporada, con opción a una segunda en función de objetivos. Para activar esa renovación automática, el lateral debía disputar más de 25 partidos jugando al menos 45 minutos en cada uno. Sin embargo, las lesiones le impidieron alcanzar ese umbral.

A pesar de ello, su papel en la segunda vuelta ha sido clave para Iván Ania, convirtiéndose en un fijo en el once inicial. Por este motivo, el club ha decidido ejecutar igualmente la renovación y contará con él una temporada más, valorando tanto su rendimiento como su compromiso.

Antonio Casas ha sido, una vez más, una pieza clave para el Córdoba CF. El delantero cordobés ha cerrado la temporada como máximo goleador del equipo con 10 tantos, consolidando su papel como uno de los referentes ofensivos. Sin embargo, su contrato expira en junio y, pese a los intentos del club por retenerlo, su futuro parece lejos de El Arcángel.

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Desde hace meses, el Córdoba ha hecho esfuerzos importantes para renovar al jugador, incluso con una oferta generosa sobre la mesa. No obstante, ni el futbolista ni su entorno han dado una respuesta definitiva. A estas alturas, y sin avances significativos, la continuidad de Casas se antoja muy complicada. Su marcha pondría fin a una etapa iniciada en Segunda RFEF, en la que ha sido uno de los estandartes del equipo.

Álex Sala representa otro tipo de escenario. A diferencia de los anteriores, el mediocentro tiene contrato en vigor hasta 2026. No obstante, su excelente temporada ha llamado la atención de varios clubes de Primera División, como el Alavés y el Espanyol. El Córdoba no descarta una venta si llega una oferta adecuada, entendiendo que podría representar un impulso económico importante para el club. La dirección deportiva ve en este tipo de operaciones una oportunidad para crecer estructuralmente sin comprometer la competitividad del proyecto deportivo.

Otro caso pendiente de resolución es el de Adilson Mendes. El extremo sufrió en febrero una grave lesión, una rotura del ligamento cruzado, justo cuando atravesaba su mejor momento de forma y tenía sobre la mesa una propuesta de renovación. Desde octubre, el Córdoba ha intentado prolongar su vinculación, pero el entorno del jugador no ha dado aún el visto bueno. Con el contrato actual expirando el próximo mes de junio, el tiempo apremia y el club espera una respuesta inmediata. Su situación, marcada por la incertidumbre y el factor físico, será otra de las carpetas que se resolverán en breve.