Dolores Mesa, cardióloga, sobre el caso Gudelj: «La muerte súbita puede no dejarte volver a hacer más deporte»

El jugador, de 25 años, sufrió un desvanecimiento en el césped de El Arcángel y estuvo cinco minutos «clínicamente muerto» sin pulso ni respiración, según fuentes del club. Las maniobras de reanimación cardiopulmonar y el desfibrilador fueron claves para salvar la vida de Gudelj, que sigue recuperándose en el Reina Sofía.

—¿Cuáles pueden ser las causas de la muerte súbita?

—Las causas de la muerte súbita, en general, y las asociadas el deporte en particular, son muchas. El abanico es bastante amplio. Como todo, cuando algo tiene muchas causas, algunas son más serias, unas tienen solución, otras no y el tratamiento es distinto. Sin embargo, la manifestación clínica es esa, tan impactante como que alguien cae al suelo y pierde el conocimiento. La causa más frecuente es la cardiopatía isquémica, es decir, el infarto. Por encima de 35 años es lo más común, pero incluso por debajo de esa edad, sigue siendo mucho más frecuente que el resto de causas.

—Hay muy pocas posibilidades de que ocurra algo así, ¿no?

—Obviamente una muerte súbita en un deportista joven es muy raro, creo que ocurre en menos de un 0,05 por cada 100.000 habitantes en general, en el deporte menos todavía, y más en un deportista joven, la cifra es infinitamente más baja. Lo que pasa que siendo pocos casos, son casos con mucho impacto mediáticos y social porque sea una persona tan joven.

—¿Hay más causas posibles?

—Otra causa son un grupo de enfermedades miocardiopatías porque afectan al músculo del corazón, algunas hereditarias, otras genéticas o simplemente adquiridas. A veces un simple resfriado puede producir una inflamación transitoria del músculo cardíaco lo mismo que pasa con cualquier otro músculo. A veces de forma muy leve, pero el suficiente para tener una arritmia en el contexto de un deporte intenso como es un partido de fútbol.

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—En esta ocasión, el paciente está aparentemente sano y no mostró ninguna anomalía en su chequeo anual.

—Hay un tercer grupo de causas mucho más raro que se llama muerte súbita arrítmica. Aquí el corazón está muy sano aparentemente, pero en el contexto de un esfuerzo importante se desencadena una arritmia. En ese tipo de casos, ni la medicina conoce las causas. Eso tiene el 'handicap' de que estos chicos deportistas de élite, que se dedican al deporte, aunque se hayan hecho un chequeo previamente puede no detectarse nada. Hay que aclarar que esto es muy infrecuente en gente joven.

—¿Cómo es la recuperación?

—Es muy individual, depende de la situación concreta, aunque el síntoma sea común, la causa es distinta. Cuando se conoce la causa que ha propiciado la muerte súbita se afronta de una forma u otra. Hay distintos casos, quizás puedes seguir haciendo deporte, o no, o de forma más moderada, o tienes que esperar un tiempo, pueden ser tres meses, seis o más. Muchas veces ocurre que podrías hacer la actividad que sea, en este caso es el deporte, y a lo mejor su causa se pasa y se cura, pero legalmente el haber tenido ese antecedente te impide desarrollar su trabajo y podría desarrollar otro. Muchas veces no son limitaciones médicas sino legales.

—¿Cómo debe ser la intervención en un caso así?

—Lo fundamental que la gente tiene que saber que, en general, lo primero es el autocuidado. Hay factores de riesgo como la obesidad, la diabetes o la hipertensión que afectan al corazón. Ahora mismo tenemos en marcha una campaña de concienciación de la muerte súbita en la sociedad. Desde la Sociedad Andaluza de Cardiología pedimos que existan desfibriladores semiautomáticos en todos los espacios públicos posibles de manera que nuestros pueblos y ciudades se conviertan en espacios cardioprotegidos. Tenemos que ir hacia ahí, un desfibrilador en todos los estadios y centros donde se practique deporte, herramientas fáciles de usar, instrucciones claras para todo el mundo y mientras esperan la llegada de los servicios médicos, pueden salvar vidas.

—La formación es importante, ¿no?

—Hay que formar a la población en una resucitación cardiopulmonar básica, lo primero que se hizo en el césped de El Arcángel fue una RCP básica hasta que llegó el desfibrilador que la hicieron fenomenal porque eran profesionales. Una persona entrenada, hasta que llegan los servicios médicos, lo hace. Debía ser obligatorio hacer formación sobre esto en nuestras escuelas e institutos. Si en un grupo de diez personas, cuatro saben hacer una RCP básica, se puede salvar una vida. Si te pasa en solo en casa, el desenlace podría ser distinto.