Los negocios alrededor de la Mezquita vaticinan «una ruina» si hubiese cerrado por el incendio
Los empresarios que viven del turismo que atrae el monumento aseguran que «es el motor económico para todos»
Algunos comerciantes señalan que con la Puerta de Santa Catalina cerrada «las ventas disminuyeron
El sector turístico, aliviado tras eludir una «catástrofe económica» por el incendio de la Mezquita de Córdoba
Córdoba
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Iniciar sesiónAfortunadamente, el incendio de la Mezquita-Catedral de Córdoba quedó en un gran susto. Los comerciantes del entorno del Patrimonio de la Humanidad respiraron aliviados al ver cómo los bomberos sofocaron unas llamas que mantuvieron en vilo a medio mundo. La Mezquita-Catedral, que para ... muchos es el corazón de la ciudad, dejó de latir durante unas horas, pero se recuperó para alegría de los comerciantes que viven de los dos millones de visitantes que cruzan cada año la Puerta del Perdón y atraviesan el Patio de los Naranjos.
Elena Blanco regenta la tienda Alfar Ibérico en la esquina de la calle Magistral González Francés, muy próxima a la zona afectada por el fuego. Al principio, reconoce que «no se lo quería creer nadie, estábamos ya cerrados y lo vimos a través de un grupo de comerciantes de la zona, pensábamos incluso que era una broma».
A pesar de que el fuego fue sofocado en pocas horas, no pudo evitar pensar: «¿Qué habría pasado si esto arde por los cuatro costados? Si este incendio hubiese sido más grave, tendríamos que cerrar porque prácticamente todos los comercios vivimos de la Mezquita. Si nos quedamos sin ella, nos vamos al paro todos seguramente».
En la misma calle, Johana Martínez, encargada de una tienda de souvenirs junto a la Puerta de Santa Catalina, remarca que «la puerta sigue cerrada justo en frente de la tienda y la gente ya no sale por ahí». En ese sentido, apunta que «las ventas han disminuido» y espera que todo se solucione « a la mayor brevedad posible para volver a nuestra rutina normal y que las ventas suban algo más».
«Si esto arde por los cuatro costados, tenemos que cerrar y nos vamos todos al paro seguramente»
También el sector de la joyería se ve afectado en el entorno de la Mezquita como así lo confirma Rosa Fernández, encargada de la tienda Athara en plena calle Deanes. «Cuando vimos el fuego lógicamente nos asustamos, la Mezquita es lo más visitado en Córdoba y no sabíamos realmente el alcance del incendio», explica Rosa.
Para ella, «tener este negocio aquí en pleno casco histórico es un sitio de paso para los turistas. El 80-90% de gente que pasa por aquí son turistas y dejarían de venir si la Mezquita tuviese que cerrar durante un tiempo prolongado a causa del incendio», apuntilla.
Hasta los bares más emblemáticos de los alrededores de la Mezquita-Catedral se verían afectados por un cierre. Es el caso del Bar Santos, mítico establecimiento que atrae a miles de turistas (y muchos cordobeses) para probar su enorme tortilla. Su gerente, Jesús Maldonado, asegura que «todo el entorno de la Mezquita estaría muy fastidiado si cierra».
A su juicio, «todo el turismo viene aquí, también a la ciudad, pero a la Mezquita principalmente. Estaríamos todos los comercios fastidiados, pero afortunadamente todo quedó en un susto y una cosa leve dentro de la gravedad que ya fue el incendio».
Más tajante fue Éder Velázquez, propietario de una tienda de helados cerca de la Puerta del Perdón. «La Mezquita es el corazón de Córdoba. Hay muchas cosas, pero la gente viene a ver primero esto. La gente no viene a ver la Calle del pañuelo o la Calle de las Flores», argumenta Éder. De hecho, el comerciante recuerda que «cuando la Mezquita cierra algunos días al año, se nota en la afluencia de gente». Aun así, destaca que «este verano está siendo genial en cuanto a ventas, y eso es gracias a la Mezquita».
A estos comerciantes se suman también los guías turísticos, que verían mermado su trabajo con un cierre de la Mezquita. Para Javier Sánchez, «fue un shock». Confiesa que «estaba realizando una visita con unos clientes y vimos vídeos del fuego en directo». A su compañera Sandra León le pilló fuera de Córdoba y asegura que «la gente nos preguntaba, pero nosotros no podíamos hacer mucho desde aquí».
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Javier remarca que «la Mezquita es básicamente el monumento más importante de la ciudad, y también el corazón de la ciudad. Muchos cordobeses aunque pasen más o menos por aquí, siempre tienen un cariño especial al monumento». Para él, «tiene muchísima historia y es una auténtica joya así que si nos cortan las visitas, nuestro trabajo se vería bastante afectado».
En la línea de su compañero, Sandra apunta también a que «Córdoba no es solo la Mezquita, hay que tenerlo en cuenta». Pero no esconde que «sigue siendo el corazón que mueve el turismo. Si hubiese pasado algo sería una catástrofe a nivel histórico y artístico, no solo ya por nuestro trabajo sino por perder al corazón de la ciudad». Sandra comenta que «al principio hubiese subido incluso el turismo, pero luego bajaría».
«Córdoba tiene más cosas que la Mezquita, pero es el corazón de la ciudad y lo que atrae a la mayor parte del turismo que llega»
Por su parte, Juan Pérez regenta una tienda de souvenirs en la calle Magistral González Francés. «A mí me pilló bastante directo porque estábamos abiertos a pleno rendimiento. Vino una mujer y me avisó de qe venían los bomberos. Me enteré así, de sorpresa».
Muestra su preocupación porque, según él, «si esto hubiese sido un poco más grave, sería catastrófico, porque la Mezquita es el motor económico de la ciudad. Y más de los vecinos que estamos aquí cerca. Hubiese sido una ruina porque por muchas cosas que tenga Córdoba, todo gira alrededor de la Mezquita, sería una situación muy complicada».
Al menos, respira aliviado porque «todo quedó en un susto y la normalidad se ha recuperado bastante rápido quitando una puerta que está cerrada (la de Santa Catalina). La gente en principio está actuando con normalidad y hay bastante trabajo y todo bien. Un susto grande».
Manolo Soriano es el responsable de una tienda de artesanía frente a la puerta de Santa Catalina. Explica que «a nivel económico un cierre de la Mezquita probablemente sea un catástrofe. Afectaría bastante al comercio de aquí, sobre todo los que estamos alrededor de la Mezquita. En la primera semana tras el incendio ya se nota que hay menos gente porque la salida natural es por Plaza Santa Catalina y está cerrada».
Lucía Arrabal es camarera en la heladería Deanes XIII y expresa que «si le pasa algo a la Mezquita perderíamos a miles de personas que pasan por aquí. Si está cerrada, ¿quién va a venir? Casi todo el mundo que llega son turistas que preguntan dónde está la mezquita, es el corazón de todo esto.
También los recepcionistas de los hoteles cercanos a la zona, aunque de forma anónima, vaticinan también «una ruina» si la Mezquita llegase a cerrar durante un tiempo prolongado. Algunos incluso señalan que otros monumentos como Medina Azahara «están desaprovechados».
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