Economía
El calor y la crisis dejan al comercio de Córdoba sin abrigo para otoño e invierno
Las altas temperaturas de octubre alejan a los clientes de la ropa de temporada y se suman a los problemas de gastos
La inflación echa por tierra las buenas previsiones del comercio de Córdoba para las rebajas
Córdoba
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Iniciar sesiónManga corta en la calle, chaquetones en los escaparates y percheros repletos de prendas sin vender. Las temperaturas que rozan los 30 grados y la subida de precios retrasan el arranque de la campaña de otoño- invierno en Córdoba.
En el establecimiento Lui, ... de Cruz Conde, «la campaña va retrasada; los plumas siguen sin venderse, y ayer mismo un cliente vino a llevarse un bañador», cuenta su gerente José Luis. »Es verdad que no es el primer año en el que la ropa de invierno aún no se ha sacado del armario y los clientes no han decidido qué les hace falta«, matiza este comerciante.
«Ya llevamos al menos dos años más con temperaturas altas para la fecha, y el frío no llega que es lo que hace falta para vender las prendas de invierno», admite este comerciante desde Lui.
A esto se une «la crisis y la subida de los costes de producción que afecta también a los fabricantes, y que repercute en nosotros. De hecho, a algunos ya no le es rentable y sirven menos», advierte José Luis.
Las grandes ventas pueden que lleguen para finales de noviembre o principios de diciembre pero en estos momentos hay una gran incertidumbre entre los comerciantes.
El retraso de la campaña de otoño e invierno también se deja sentir en el calzado. Desde Isabella, una zapatería con 30 años en Córdoba, en el Centro y en el Zoco reconocen que «hace mucho calor y no apetece probarse absolutamente nada».
El problema es doble porque además se ve que los clientes están esperando al 22 de noviembre al Black Friday con precios más rebajados. «Esto complica todo porque empezados a vender la campaña pero con estos precios rebajados; nosotros vendemos ese día también porque tenemos que sacar la mercancía adelante pero eso no beneficia», aclara Isabella.
La subida de precios, según Isabella, aunque ya se deja notar algo, donde más se dejará sentir será en la primavera porque ellos ya han comprado la campaña de verano y ahí si se ha notado más el incremento de precios por la subida de los costes de producción y transporte.
El presidente del Centro Comercial Abierto Centro Córdoba (CCA Centro Córdoba), Manuel Blasco asegura que «queda poco para ir a pérdidas» admite porque «a la subida de la luz y el transporte hay que añadir que aún no ha comenzado la campaña y con el Black Friday empezamos a vender con precios por debajo de los costes en algunos casos«.
«A esto se une la incertidumbre de la campaña porque no se sabe si va a ser buena o mala», explica Blasco. «El año pasado creíamos que la Navidad iba a ser buenísima y nos equivocamos; esperemos que este año sea muchísimo mejor de lo que esperamos en realidad«, añade el presidente del CCA Centro Córdoba.
Pero es un hecho, asegura Blasco, «que el tiempo es evidente que no ayuda; la incidencia de los precios es un mundo. Está claro que está subiendo mucho sobre todo la luz y el transporte y los sueldos no al mismo nivel. Está ocurriendo en toda Europa«.
Sin embargo, para Blasco, «la crisis todavía no ha pegado el salto importante; eso llegará en los próximos meses cuando el fabricante no pueda más, el transportista tampoco ni el comerciante que está a puertas de ir a perdidas como esto sigua así«.
La queja de los comercios del centro es unánime: no están de acuerdo con el Black Friday porque dicen «sólo beneficia a unos pocos». «Nunca hemos estado a favor del 'Black Friday', somos un comercio al que nos gusta atender al público en condiciones, y dentro de la oferta tenemos buena calidad y precios ajustados», explica el responsable del CCA Centro Córdoba.
Para una de las propietarias de Plumeti, uno de los comercios de moda de la calle Barqueros, Ara Martín «el tiempo no acompaña nada, tenemos la ropa de invierno y nada, cuesta sacar jerséis de punto o de lana; se llevan más finos, de algodón».
«Ha subido todo, en torno un un 10 por ciento; intentamos ajustarlo, pero sí se nota», reconoce Martín. «Cuesta vender un jersey de lana o una bufanda, entran y no lo tocan», concluye.
En los escaparates de algunas franquicias como Benetton, Stadivarius o Zara las botas y los abrigos presiden sus escaparates pero dentro no hay colas ni clientes con grandes compras. En este tipo de establecimientos aseguran que hay más público de «llevarse alguna prenda para el fin de semana, pero también hay quienes hacen la compra más grande para empezar el curso para los niños o la universidad».
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