Los bodegueros, sobre la nueva Cata del Vino Montilla-Moriles: «Altas expectativas y testear este modelo»

Así lo apunta el gerente de Bodegas El Monte, Antonio López, quien espera que «sea todo un éxito debido, principalmente, a la demanda que hay por parte del público, tanto a nivel local como autonómico, de esta celebración concebida como como fiesta del vino en Andalucía con mayor renombre».

Los cambios introducidos son, desde el punto de vista de López, necesarios: «Si hubiésemos seguido con el modelo anterior habría bodegas que pondrían pegas; con este pasa igual. El 28, cuando acabe, ya evaluaremos si la nueva Cata ha sido más o menos acertada», señala.

El portavoz de Bodegas El Monte, fundada en 1994, recuerda la importancia de eventos como este para promocionar un medio económico «que ampara a casi 4.000 familias en el sur de Córdoba; y la viña es el cultivo con más mano de obra que hay. No podemos cargarnos la gallina de los huevos de oro entre unos y otros».

En la misma línea se pronuncia el director comercial del grupo vitivinícola Navisa, Antonio Portero, que, si bien «entiende» que haya bodegas que no quieran participar, «nosotros hemos considerado que tenemos que estar; nos debemos a Córdoba, a nuestros clientes; en la Cata hay poco ánimo de lucro, su importancia radica en que se trata de un escaparate para dar a conocer tus productos».

Portero cruza los dedos para que las previsiones meteorológicas no cambien: «Parece que el tiempo va a acompañar y esperamos que todo salga perfecto». En cuanto al horario, con la eliminación de la Cata de noche, «creo que se ha acertado porque lo que ha habido hasta ahora ha sido una 'caseta de feria'. Es vital que avancemos hacia un evento más profesional», considera.

La Cata como 'trampolín' para nuevos vinos es una cuestión indiscutible, según asegura Adela Córdoba, directora de Marketing del Grupo Pérez Barquero, que ocupará el stand número 4. «Estamos ilusionados con el cambio ya que, sobre todo, el nuevo horario va a permitir un ambiente más profesional. En nuestro caso, llevaremos novedades como el espumoso G1 Brunt Nature, resultado de un proyecto de colaboración de la bodega con el grupo Vitenol de la Universidad de Córdoba. Lo que lo hace especial es su segunda fermentación en botella, realizada con levadura autóctona de velo de flor», explica.

Según Córdoba, «en el Grupo Pérez Barquero entendemos nuestra presencia en la Cata como una deferencia con la ciudad de Córdoba, nuestro principal mercado. Por eso vamos a estar y esperamos que la acogida del nuevo modelo sea muy buena. Nos podemos equivocar, pero vamos con toda la ilusión», señala.

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Valerio Merino

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El gerente de Cooperativas La Unión de Montilla, Francisco Fernández, también se suma a las esperanzadoras expectativas de sus homólogos y confia en que «logremos un mayor reconocimiento de los vinos de la DO, un mayor acompañamiento con la gastronomía, y encontrar esa necesaria fidelización de nuestros vinos típicos de Montilla, que aún sabiendo que se diferencian a los que son tendencias de mercado, conforman nuestra seña de identidad, algo que siempre hemos defendido».

Sobre la ubicación en la avenida del Alcázar, «estamos contentos, aunque igual al haberse suprimido la Cata de noche no hubiera sido ya problemático volver a celebrarla dentro de la ciudad». En cualquier caso, «vayamos donde vayamos, esperamos 'sembrar'; no buscar beneficios en esta cita, sino una mayor divulgación y promoción de nuestros vinos».

Finalmente, Antonio López, presidente de la Cooperativa La Aurora, reconoce que la incertidumbre sobre la celebración de la Cata se ha mantenido «hasta última hora» y habrá cosas que incluir de cara a próximas ediciones, pero con esta ya se van a poner las bases de ese modelo más profesional por el que apuesta el sector.

Así, «para próximas catas sería bueno estudiar la habilitación de espacios más reducidos para atender al público más profesional, algo que ahora resulta complicado hacer desde el mismo stand», señala. No obstante, «todo eso ya lo veremos con tranquilidad. Ahora tenemos las mejores expectativas puestas en la cita de este año, con una ubicación más turística que, con toda probabilidad, supondrá un plus», confía.

Sobre la menor participación, López no cree «que nos afecte, ya que no supone una reducción significativa. Y quizá el año que viene vuelva a aumentar el número de bodegas en la Cata».