El Ayuntamiento de Córdoba afronta el último mes de siete años para gastar los 18 millones del proyecto Edusi

Todo tendría que haberse desarrollado entre 2014 y 2020 que era la fase natural de gasto de los Feder-Edusi. La realidad es que todo ha ido tan lento que las ciudades están echando cuentas de cuánto van a tener que devolver por no haber gastado el dinero pese al tiempo de más que han tenido. Cádiz ya ha anunciado que serán tres millones de euros, Cáceres calcula unos dos millones de euros y en Jaén los partidos se tiran los millones a la cabeza.

El Ayuntamiento de Córdoba reconoce que, en estos momentos, no puede dar una cifra actualizada. Los Edusi se dividieron en cuatro líneas que implican unos 15 millones en dinero europeo y tres millones de cofinanciación propia. Hace apenas unas semanas, se sentaron en la Alcaldía todos los coordinadores y directores generales de la institución municipal para planificar esta etapa final. Un informe reciente de Hacienda exhorta a todos los servicios a gastarse hasta el último euro.

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El 31 de diciembre acaba el plazo de ejecución del proyecto. Todo el dinero que no se haya gastado en esa etapa, todo ladrillo que no se haya puesto, habrá que devolverlo. El procedimiento de justificación se extenderá durante el primer trimestre de 2024 pero ya no será un periodo hábil para la realización de actividades.

El proyecto, que estuvo todo el mandato en manos de la concejala Blanca Torrent, tendrá que ser rematado por el responsable de Relaciones Institucionales y Fondos Europeos, Julián Urbano. El edil explica que se está trabajando en estos momentos en la actualización de las cifras subiendo a las plataformas telemáticas habilitadas las cifras e imágenes de todos los proyectos.

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La gran pregunta es si habrá que devolver dinero y todo indica que algo, sí. El Ayuntamiento trabaja en minimizar esa cifra a pesar de todo el tiempo que ha pasado. Sirva como dato este detalle. El primer proyecto que se emprendió con fondos Edusi fue el Centro de Emergencia Habitacional, la habilitación de un módulo del antiguo hospital militar para alojar de forma temporal a familias que hubieran perdido su casa.

Siete años después de que se iniciase el programa Edusi, el Ayuntamiento de Córdoba acaba de adjudicar el último contrato pagado con los Feder que consta dentro de la unidad de contratación municipal. Cuesta unos cuarenta mil euros y es el mobiliario necesario para que el centro funcione. Porque el edificio no ha sido capaz de alojar aún a ninguna familia con problemas.

En una situación similar se encuentra un auténtico clásico de los Edusi, la cocina del centro de servicios sociales La Foggara en las Palmeras. El proyecto pretende habilitar un comedor comunitario. El menaje para equipar la cocina se estaba comprando hace apenas un mes.

Cuánto dinero se ha gastado realmente, de verdad, de los 18 millones de Edusi es la gran pregunta ahora mismo. Según la última estadística no actualizada que aparece en los informes, las cantidades comprometidas de los fondos Feder superan los 14 millones de euros, que es una cantidad que se ajusta mucho a lo que se pretendía gastar.

Sin embargo, hay que hacer una precisión terminológica. «Cantidad comprometida» no significa «proyecto ejecutado» porque solo implica haber comunicado en qué se va a dedicar . De hecho, buena parte de los equipamientos sociales que se preveían no están en uso. Acaba de terminar, por ejemplo, la rehabilitación de la antigua escuela Félix Ortega como apartamentos sociales que se ha podido llevar a cabo gracias a Vimcorsa. La empresa municipal ha iniciado la selección de las familias que van a acceder a un piso en esta promoción.

En algunos casos, sencillamente el proyecto no se ha tocado. Es el caso del equipamiento social, tipo centro cívico, que se pretendía llevar a cabo en la plaza de San Agustín aprovechando una vivienda de propiedad municipal. El proyecto ha pasado de corporación en corporación sin que se adoptase la medida de iniciarlo.

Precisamente para no tener que devolver mucho dinero, el Ayuntamiento ha optado por eliminar de la programación alguna iniciativa de gran presupuesto para cambiarla por actuaciones que ya estaban hechas. Así, ha desaparecido la vía verde que pretendía unir la Ribera con la Alameda del Obispo y la que tenía que conectar la ciudad con Cerro Muriano por la vía de Almorchón.