elecciones municipales
El adiós, tras 28 años, del alcalde que transformó Espiel en un oasis de desarrollo en el Guadiato
José Antonio Fernández (PP) vio cerrar las minas de carbón, «el monocultivo del que había vivido el municipio los últimos cuarenta años», y apostó por industrializar el pueblo después con los fondos Miner
El milagro económico de Espiel: de la minería a la industria con un doble salto adelante
Julia López
Córdoba
El tablero político comienza a perfilarse para la partida que se jugará el próximo 28 de mayo con unas nuevas elecciones municipales. Tiempos de cambios o no, pero también de despedidas y hay algunas que merecen ponerse de relieve por el tiempo y los ... resultados de la dedicación a la gestión pública. En ese contexto se encuentra la localidad de Espiel donde José Antonio Fernández ha decidido no presentarse a la reelección y dirá adiós a la Alcaldía tras 28 años ejerciendo como primer edil.
Deja claro que su adiós no se traduce en un paso atrás, sino en un paso al lado porque «estoy convencido de que seguiré haciendo cosas por mi pueblo, como llevo haciendo desde los 14 años en diferentes asociaciones, luego me tocó ser alcalde porque eché papeletas para ello».
Casi tres décadas siendo la cabeza visible de un municipio que tuvo que afrontar un proceso muy difícil con el adiós al sector de la minería y, precisamente, en la gestión de los fondos por ese adiós está una de las claves del éxito de José Antonio Fernández como alcalde.
El milagro de Espiel: de la minería a la industria con un doble salto adelante
Rafa VerdúEl municipio ha tenido que afrontar dos momentos críticos, como eon el fin de la economía del carbón y el cierre de la central térmica de Puente Nuevo
La visión de futuro y dejar a un lado la política cortoplacista y anteponer la gestión a la política son señas de identidad de un alcalde que ha conseguido, además, mantener prácticamente a su equipo de gobierno intacto durante sus siete mandatos al frente del Ayuntamiento.
Cuando se le pregunta por la razón que le ha llevado a tomar la decisión apunta a una intuición que «me dice que es el momento de dar un paso la lado, tampoco diría que dejo la política porque no creo haber hecho política en mi pueblo, he intentado gestionar».
«No ha sido fácil tomar la decisión; cuesta mucho porque ser alcalde de tu pueblo es una ilusión y cuando llega el momento de dejarlo te queda una sensación de vacío»
José Antonio Fernández
Alcalde de Espiel
No ha sido fácil tomar esa decisión, lo reconoce asegurando que «cuesta, mucho, porque ser alcalde de tu pueblo es una ilusión y cuando llega el momento de dejarlo te queda una sensación de vacío, pero la lleno con la satisfacción de lo que creo que se ha hecho y, desde luego, con el convencimiento de que voy a estar de una manera u otra para todo aquel al que pueda ayudar».
El primero, Antonio Bejarano, el candidato por el que ha optado por el PP, una persona que forma parte del equipo de Fernández desde hace 12 años y al que «por honestidad voy a apoyar hasta donde él decida y yo pueda». De momento, ese apoyo se traduce en la aparición del actual primer edil como tercer suplente en la candidatura de los populares.
Veintiocho años dan para mucho y aunque humanamente señala la pandemia como la situación más compleja que ha vivido porque «lo desconocido nos llevó a actuar por el mero criterio» y dejó pérdidas irrecuperables, José Antonio Fernández también fue el alcalde que vio cerrar las minas de carbón «el monocultivo del que había vivido Espiel durante los últimos cuarenta años».
Ya en ese momento lo tuvo claro, al igual que su equipo de gobierno, «euro que llegara a Espiel de los fondos Miner, fondo que iría para la industrialización del pueblo». ¿El resultado? La localidad tiene hoy en día más de un millón de metros cuadrados repartidos en cuatro polígonos industriales -tres de titularidad pública y uno privado- que permite que cualquier acción de inversión encuentre asentamiento a un precio «muy económico». «Tener esa cantidad de metros cuadrados de suelo industrial es una herramienta poderosísima para un Ayuntamiento, para la generación de riqueza, lo fue, lo ha sido y lo será en el futuro de Espiel», defiende.
Ese empecinamiento de industrializar una localidad que se enclava en una tierra que a veces es hostil y no lo pone nada fácil, de hecho hubo que adaptarse a la sierra y por eso las naves industriales tienen diferentes alturas, es el gran acierto de un alcalde que también ha vivido momentos complicados, pero que tiene claro que la cohesión es una pieza fundamental.
«Nos hemos preocupado de que no haya demasiado política, en los pueblos pequeños la política se vive mucho de persona a persona y eso puede separar. Yo considero que la política tiene otro escenario, hay que dedicarse a gestionar. Sumar es lo que hace crecer a un pueblo y, en muchos casos, cuando la política se lleva en pueblos pequeños a ciertos niveles esos pueblos viven separados y, finalmente, se hunden», explica.
Algo sabe de esto, no en vano ha recibido el apoyo de su pueblo en las últimas siete citas electorales. Ahora sigue gestionando y también involucrado en una transición que quiere que sea «lo más dulce posible». El ejemplo está sobre la mesa.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete