Los accidentes laborales en Córdoba rozan ya la frecuencia previa a la pandemia

De los últimos cuatro años, el ejercicio con más accidentes laborales fue 2019, con 10.731 siniestros de todo tipo. Como es habitual, la mayoría de ellos se produjeron durante la jornada laboral (9.695), pero también en torno a un 10 por ciento fueron 'in itinere', es decir, durante el traslado hacia o desde el puesto de trabajo (1.036 sucesos).

El año pasado hasta octubre se registraron un total de 8.414 accidentes laborales (7.550 en jornada y otros 864 'in itinere'). Ese número supone un 78 por ciento de los siniestros que se dieron en 2019, pero en diez meses en vez de doce. A falta de los dos meses de 2019 que quedan por computar, el número total de accidentes laborales en 2022 se va a acercar mucho al que ya había antes de la pandemia. Si este tipo de sucesos estuvieran repartidos de forma proporcional al cabo del año, en octubre se deberían haber registrado el 83 por ciento de todos los siniestros.

El dato de 2022 cobra más relevancia si se compara con los datos de accidentes laborales de los dos años más graves de la pandemia. La explicación de la reducción de accidentes en esas fechas hay que buscarla, lógicamente, en el cierre de determinadas actividades económicas debido a los confinamientos parciales o totales, cierres perimetrales y otras medidas de protección contra el Covid.

Así, en el año 2020, el primero de la pandemia, se registró el número más bajo de accidentes laborales de los cuatro años analizados: 8.183 (7.432 en jornada y otros 751 en tránsito), una cuarta parte menos que en el año previo. Hay que tener en cuenta que en los primeros dos meses y medio del año la actividad económica se desarrolló con normalidad en todos los ámbitos, pero después las restricciones fueron mucho más contundentes que en los años posteriores.

En 2021, ya con menos limitaciones tanto en la actividad económica como en el transporte, el número de accidentes laborales subió hasta los 9.371, de los que 8.418 fueron durante el horario y el resto, 953, de los considerados como 'in itinere'. Esa cifra, aun siendo alta, suponía un 13 por ciento menos que en el año 2019. Está por encima de los números que presenta 2022 hasta octubre, pero es más que probable que la estadística definitiva del último año sea también superior.

Más allá de los datos globales de accidentes, la estadística revela que han aumentado en mucha mayor proporción las muertes durante la jornada de trabajo. A lo largo de 2022 se superaron los registros de todos los años anteriores, incluso de 2019, y eso contando con sólo 10 meses de actividad.

Según el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el año pasado hubo hasta octubre 16 víctimas mortales, 11 durante la jornada laboral y otras cinco durante sus traslados. En 2019 fueron 12, un 25 por ciento menos, durante un año completo, de los que diez murieron en su puesto de trabajo y otros dos en la carretera.

Esa cifra se redujo notablemente en 2020, de nuevo debido al cierre de gran parte de la actividad económica y con los traslados prohibidos incluso entre municipios salvo por razones de causa mayor o para realizar actividades imprescindibles. Fueron siete los muertos en un accidente laboral, uno de ellos 'in itinere'.

En 2021, recuperada en parte la producción y con cierres y confinamientos más moderados, volvieron a subir y también superaron los datos de 2019, con 15 muertes laborales (tres en carretera).

Por sectores de la actividad, en diez meses de 2022 el que más siniestralidad presentó fue la industria manufacturera, con 1.444 sucesos, seguida de la construcción con 1.285, la sanidad y los servicios sociales con 1.018 y la agricultura con 1.013. La hostelería, uno de los sectores con más peso en la economía cordobesa, quedó lejos de esas cifras con 402 accidentes.

En 2019, los trabajos relacionados con el agro fueron los que registraron una mayor siniestralidad con 1.953 accidentes. Ahora bien, en 2022 aún hay que computar los dos meses finales del año, donde se concentra gran parte de la actividad agrícola debido a la campaña del olivar. El segundo sector con mayor peligrosidad fue la industria manufacturera (1.697 casos), seguida de la construcción (1.483) y el comercio (1.002).

Las estadísticas del Ministerio del año 2022, al no estar cerradas, aún no difieren por sectores en el apartado de víctimas mortales. Sin embargo, en 2019 se concentraron en construcción, transporte y comercio (ocho de los 12 muertos). En 2020, con los traslados prohibidos gran parte del año, ya no hubo muertos en el transporte, pero sí en los otros dos sectores (cuatro de los siete fallecidos). Y en 2021 la industria manufacturera y la construcción registraron cuatro muertos cada uno.