Carmen Rondón: «En Andalucía hay 0'45 alergólogos por cada 50.000 habitantes»

—¿Qué balance extrae de este primer semestre en el cargo?

—Ha sido un período muy activo, en el que hemos iniciado colaboraciones con asociaciones de pacientes, jóvenes alergólogos y especialistas en formación —Especialistas Internos Residentes— y alergólogos de la red hospitalaria pública y privada de Andalucía. Además, hemos creado las primeras Comisiones Científicas de Alergosur para impulsar la investigación, mejorar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades alérgicas graves y altamente prevalentes, y poder identificar áreas deficitarias sobre las que trabajar.

—¿Podría indicar cuáles son?

—La alergia respiratoria e inmunoterapia, la anafilaxia por alergia a alimentos, medicamentos o picadura de avispas o abejas y las enfermedades alérgicas cutáneas.

—¿De qué manera aborda Alergosur el impulso a la investigación?

— Por ejemplo, con becas. Este año, concretamente en mayo, se concedieron a dos grupos de investigación de Córdoba y de Cádiz para sendos proyectos de investigación centrados en el desarrollo de nuevos métodos diagnósticos de enfermedad alérgica respiratoria, y un segundo estudio a nivel de toda Andalucía para identificar nuevas especies alergénicas emergentes de ácaros del polvo. Tenemos excelentes investigadores en Andalucía.

—¿Cuáles son los proyectos más punteros en la actualidad?

—Actualmente se están enfocando en la mejora el diagnóstico y tratamiento de nuevos fenotipos de enfermedades alérgicas respiratorias, como el asma grave y la poliposis nasosinusal; en la anafilaxia por veneno de himenópteros; en el diagnóstico genético de enfermedades raras como el angioedema hereditario, cuyo centro nacional de referencia se encuentra en el Hospital Virgen del Rocío; o en el estudio genético de síndromes de activación mastocitaria relacionados con el desarrollo de anafilaxias, entre otros.

—¿Podría concretar alguno?

—Recientemente un equipo multidisciplinar del Hospital Regional y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina (Ibima Plataforma Bionand) ha publicado los resultados de su investigación sobre la utilidad del test de activación de basófilos (BAT) —prueba de laboratorio realizada mediante una muestra de sangre— para diagnosticar nuevos tipos de enfermedades respiratorias alérgicas que no pueden ser diagnosticados mediante los test cutáneos o de laboratorio actuales, precisando de la realización de pruebas de exposición controlada con el alérgeno. Se administran pequeñas cantidades de la sustancia sospechosa de producir la alergia por vía nasal y se evalúan los síntomas.

—¿Cómo valora la presencia de la Alergología en la Sanidad? ¿Se garantiza la ratio mínima de la OMS?

—Según datos extraídos del Mapa Asistencial de Alergología de la red hospitalaria del Sistema Público Andaluz de Salud, que estamos elaborando desde Alergosur, en 2024 Andalucía contó con 78 especialistas para 8.681.968 personas. Esto se traduce en 0,45 alergólogos por cada 50.000 habitantes, cifra bastante alejada de la ratio mínima de un alergólogo recomendada por la OMS. En Enfermería la situación es aún más complicada.

—Entiendo que no son suficientes las 9 plazas MIR convocadas en la región...

—En absoluto. El crecimiento exponencial de la prevalencia de las enfermedades alérgicas, que en 2050 afectará en torno al 50% de la población, junto al relevo generacional de gran parte de la plantilla pública, precisará de jóvenes alergólogos.