Así, en la mañana de este miércoles, un agente llamó por teléfono a un bazar chino situado en la avenida María Guerrero para comprar unos difusores con los que poder realizar tareas de desinfección.
Una dotación de agentes acudió a dicho bazar, llamado Noa-Lin y que está cerrado por el coronavirus, para comprar dichos difusores pero el propietario no quiso cobrárselos y además les donó las existencias de guantes, mascarillas y gel desinfectante de las que disponía.
Días atrás, otra industria de este municipio entregó de manera gratuita un importante número de mascarillas al Ayuntamiento.
Desde el Ayuntamiento se ha agradecido que en momentos tan difíciles y de escasez de este tipo de artículos, estos comerciantes hayan demostrado su solidaridad.
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