Picardo revalida su triunfo en Gibraltar por un puñado de sufragios pero no es el candidato más votado

GSLP y GLP han obtenido el 49,9% de los votos y los conservadores de Keith Azopardi el 48%. El conservador Keith Azzopardi ha rozado la victoria pero no lo ha conseguido, aunque ha estado realmente cerca. Su partido, el socialdemócrata, GSD por sus siglas en inglés, obtiene ocho escaños en el Parlamento.

En declaraciones a la radiotelevisión pública del Peñón, GBC, Picardo se ha mostrado «muy orgulloso de que el pueblo de Gibraltar me haya respaldado pese a unas circunstancias tan complicadas. No ha habido desgaste al final».

Tras el triunfo, Picardo ha comparecido ante un concurrido salón de actos y ha agradecido el respaldo de los gibraltareños a la coalición de laboristas y liberales.

Ha enviado un mensaje a Pedro Sánchez: «Pedro, es el momento de que formes y gobierno y se llegue a un tratado sobre Gibraltar».

También ha expresado su solidaridad con el pueblo de Israel. La comunidad hebrea es muy numerosa y tiene mucho peso en Gibraltar.

Por su parte, Keith Azopardi ha asegurado que se han sido las elecciones más reñidas de la historia y que los resultados demuestran que los gibraltareños están descontentos con la gestión de los laboristas y liberales. Ha añadido que este nuevo mandato no será un «picnic» para el nuevo gobierno y que su partido seguirá ejerciendo la oposición como hasta ahora.

La participación en estos comicios ha sido del 74,18% y han ejercido su derecho al voto 18.694 gibraltareños de un censo de 25.200. Se trata de un dato que supera en casi cuatro puntos la participación de las elecciones de 2019.

Azzopardi ha sido el primero en llegar al John Mackhintosh Hall, donde se ha vivido una noche de vértigo con el recuento. Lo ha hecho a las 5.30 horas con aplausos y acompañado de su mujer. Diez minutos más tarde lo ha hecho Picardo, también con vítores y aplausos, y mostrando con los dedos de la mano un ocho, los escaños conseguidos por su partido.

Ya en la intervención oficial, Azopardi ha dicho que los ajustadísimos resultados deben hacer reflexionar, que los acepta y ha felicitado a la coalición de laboristas y liberales. Eso sí, ha advertido que liderará una contundente oposición.

Ironías de la vida. Los gibraltareños han votado este jueves su futuro para los próximos cuatro años y lo han hecho el Día de la Hispanidad. Fue la fecha elegida por Fabian Picardo, en calidad de ministro principal, quien se jugaba la reelección en las que parecían ser las elecciones más reñidas celebradas en Gibraltar desde hace bastante tiempo.

Gibraltar, al igual que su metrópolis, siempre celebra elecciones generales los jueves. Salvo por algún que otro cartel electoral muy aislado, este jueves no parecía jornada electoral en una bulliciosa ciudad repleta de turistas. Tampoco lo era para los alrededor de 14.000 trabajadores transfronterizos, la práctica totalidad españoles, que acudieron ayer a sus puestos de trabajo pese a que este lado de la Verja era festivo.

Los 15 colegios electorales de Gibraltar abrieron sin incidencias y con puntualidad británica a las nueve de la mañana. A estas elecciones estaban llamados 25.198 votantes y las colas se repitieron durante toda la mañana. Algunos interventores aseguraron a ABC que no habían visto nunca antes tanta gente esperando para votar y que podían asegurarlo porque llevaban varias elecciones a sus espaldas ejerciendo como tales.

Los gibraltareños concurrieron a las urnas divididos entre elegir la continuidad que supone el laborista Fabian Picardo (GSLP son las siglas en inglés de su partido) en coalición con los liberales (GLP), o el cambio que supone el conservador Keith Azopardi (GSD), y con dos grandes temas como caballos de batalla en la campaña y en la mente de los 'llanitos': el tratado que se lleva negociando desde hace 24 meses para el encaje de Gibraltar en la Unión Europea tras el Brexit, y la elevada deuda que ha acumulado el Gobierno de la colonia británica —más de que 500 millones de euros— debido, según asume el propio Picardo, a la pandemia.

El más madrugador a la hora de acudir a las urnas fue Fabian Picardo, que aspiraba a revalidar el triunfo de 2019 en alianza con los liberales y de la mano del que ha sido uno de sus principales apoyos en estos 12 años de mandato, Joseph García.

A priori no lo tenía nada fácil. Las encuestas de los medios gibraltareños le daban primero una derrota y luego una victoria, en ambos casos muy ajustadas. En el segundo caso, insuficiente para gobernar. Su rival: Keith Azopardi, quien fuera también durante años el número dos del entonces ministro principal del Peñón Peter Caruana. Había un tercer candidato, el independiente Robert Vásquez, quien, según los mismos sondeos, no obtendría ni un escaño en el Parlamento gibraltareño.

Tras depositar su voto Picardo aseguró a los medios de comunicación, primero en inglés y luego en castellano —había muchos más medios españoles que gibraltareños—, que afrontaba esta jornada como «la culminación de la democracia. Estoy seguro de que el pueblo de Gibraltar hablará, como siempre hace, con contundencia. Espero que sea un gobierno del partido socialista-liberal pero, como siempre, en este festival de la democracia hay que respetar el veredicto del pueblo».

Uno de sus mantras en la campaña electoral ha sido el mensaje de continuidad que asegura garantiza la coalición que lidera en las negociaciones para el tratado post Brexit. «Estamos a punto del acuerdo. Aún quedan unos flecos por negociar y no sería bueno cambiar el equipo negociador de Gibraltar porque eso podría llevar a que lo que ya está casi acordado no se mantenga. Creemos que podemos llegar a un acuerdo histórico y muy bueno para Gibraltar», añadió.

En este punto, reconoció que no pensaba volver a presentarse «pero cinco meses después vino el Covid y tuvimos que incurrir en una deuda muy extensa para pagar a todos los trabajadores de Gibraltar, incluidos los transfronterizos. Tampoco hemos podido terminar la negociación del tratado. Llevamos negociando 24 meses en los que hubo un parón de medio año por las elecciones en España. Tenía la obligación de presentarme. Habiendo incurrido en una deuda tan amplia que no figuraba en mi programa electoral y no completado el tratado, tenía que presentarme ante el pueblo de Gibraltar para que tuvieran el derecho de echarme o de apoyarme. Lo que yo no iba a hacer era irme con el rabo entre las piernas habiendo alcanzado tal deuda porque pensé que lo hice bien y con el acuerdo del líder de la oposición, aunque ahora se escaquee. Aceptaré por tanto el veredicto del pueblo, sea el que sea», agregó, dejando como siempre más de un titular.

Sobre las reñidas encuestas, afirmó que en su formación «nunca valoramos las encuestas sino en que los ciudadanos sepan que somos lo mejor opción para el pueblo de Gibraltar» y se mostró plenamente confiando en la «garantía» de este proceso electoral.

Picardo, como viene siendo habitual en Gibraltar, ya había recogido este jueves todas sus pertenencias de su despacho en la sede del Gobierno del Peñón, Convent Place.

Su rival en las urnas reconoció que ha sido una campaña electoral dura «pero con honestidad política» y dijo que tenía confianza en obtener el respaldo «del pueblo en las urnas. Estoy preparado para asumir el Gobierno porque tengo experiencia. Sé que hay retos importantes pero los podemos afrontar», afirmó Azopardi.

Sobre el tratado post Brexit se lamentó que hayan transcurrido ya siete años y dijo que no es lo único que preocupa a los gibraltareños. De hecho, el conservador ha basado su campaña en intentar desacreditar al Gobierno de Picardo por la elevada deuda pública contraída.

«Llevamos ya siete años con el Brexit y es algo que preocupa al pueblo, pero principalmente le preocupan cuestiones como el empleo, la sanidad, el medio ambiente y las finanzas públicas. Sobre el tratado, hay que conseguir un acuerdo que no dé concesiones en los temas fundamentales de soberanía, jurisdicción o control. En eso no creo que haya mucha diferencia entre nuestra postura y la de Picardo. Eso sí, no hemos estado en esas negociaciones y si nos elige el pueblo las retomaremos desde donde las han dejado. No vamos a empezar de nuevo y si es verdad que se está muy cerca de llegar a un acuerdo, como ha asegurado Picardo, empezaremos desde ahí», añadió.

Los 15 colegios electorales han cerrado a las diez de la noche. La participación ha sido alta y la jornada se ha desarrollado sin incidencias pero los resultados no se conocen hasta muy entrada la madrugada. Y eso que este año se informatizado para acelerar el recuento. Además, los votantes han podido en esta ocasión seguir los resultados en tiempo real, toda una novedad en el Peñón.

¿Y por qué tan tarde? Los gibraltareños votan listas abiertas. Cada votante censado —en estos comicios han sido 25.128— debe marcar en la papeleta electoral a 10 de los 21 candidatos que concurren a estos comicios. Suelen hacerlo por bloques de partido aunque no siempre es así. Pero ojo. Si los resultados son muy reñidos y es necesario un recuento adicional, las papeletas se almacenarán en el Tribunal Supremo para realizar el recuento de forma manual este sábado. 

«En caso de que el resultado final sea ajustado y sea necesario un recuento puede activarse el plan B y podemos volver a un sistema manual a la antigua usanza. Pero mi gente no son robots. Tendrían que tomarse un merecido descanso. Habrá otros funcionarios también formados en ese sentido y deberíamos poder estar de nuevo en marcha a primera hora del sábado con todo guardado a buen recaudo en los tribunales y cubriendo todas las posibilidades, lo que garantiza de nuevo la integridad de los procesos», advirtió Darren Grech, Secretario General del Gobierno del Peñón.

No ha sido así. Este mismo viernes, el Gobernador del Reino Unido en Gibraltar, David Steel, celebrará una ceremonia en la que el nuevo Gobierno del Peñón jurará sus cargos. Será viernes 13, otra fecha simbólica para estas disputadas elecciones en la colonia.