¿Cuáles son los ayuntamientos más y menos endeudados de Andalucía?
Los Barrios, Jerez, Jaén y El Ejido, entre los que más deuda tienen, y Fuengirola, Trevélez o Bonares, los que tienen una economía más saneada
La deuda de las administraciones públicas afecta directamente a la vida de los ciudadanos. Y más si esa administración es su Ayuntamiento ya que tanto el despilfarro —que la provoca en muchos de los casos— como los recortes que lleva aparejado su pago repercuten directamente ... en los servicios públicos que reciben los vecinos. El Ministerio de Hacienda ha hecho públicos los datos de la deuda viva de los ayuntamientos de toda España y de los quince que tienen más deuda por habitante, diez son andaluces. La casuística, claro, es tan variada como cada uno de los 785 municipios que hay en Andalucía. Pero hay muchos casos significativos de lo que está sucediendo con el dinero público de los ayuntamientos.
El Ayuntamiento con más deuda, «en España y en Europa» según dice su alcalde, Miguel Alconchel, es el de Los Barrios, un municipio del Campo de Gibraltar que curiosamente tiene un importante parque industrial y empresarial. En el otro extremo de esta estadística hay municipios muy pequeños como el granadino de Trevélez o importantes como Fuengirola, en plena milla de oro de la Costa del Sol que no deben ni un solo euro.
«Raro es el día que no teníamos que ir al Ministerio a llorar»
Una buena parte de lo que ocurrió con el dinero público de El Ejido está en el sumario judicial de la 'Operación Poniente' que, por cierto, todavía no tiene sentencia a pesar de que el juicio se celebró hace más de un año. «Nos encontramos un Ayuntamiento quebrado y que no pagaba a sus proveedores desde 2006. Firmamos el pago de 115 millones de euros con el Plan de Pago a Proveedores que puso en marcha Rajoy, casi la mitad de todo lo que debía la provincia de Almería», explica el concejal de Hacienda.
Ahora la deuda está en 1.760 euros por vecino pero han llegado a deber más de 300 millones de euros. «Raro era el día que no teníamos que ir a llorar al Ministerio de Hacienda. Si en vez de pagar la fiesta de otro hubiésemos podido hacer inversiones...». Rivero explica que hicieron despidos, ERE y recortes en las empresas municipales y un serio plan de ajuste. Ahora se siente orgulloso de pagar a sus proveedores, «como la gente sabe que va a cobrar en menos de quince días, nos hacen un precio más ajustado, con lo que todos salimos ganando». Su queja ahora mira al Ministerio de Hacienda, «como tenemos préstamos con el Gobierno de la Nación ,el superávit que vamos logrando tenemos que dedicarlo a amortizar esa deuda y no nos dejan hacer inversiones. Nos ponen más palos en la rueda».
«Hemos tenido que pedir préstamos por 140 millones de euros»
El Ayuntamiento de Jerez es uno de los más endeudados de toda España, el quinto en deuda por habitante, ya que cada uno de ellos debe 4.319 euros según los últimos datos del Ministerio de Hacienda. «Se remonta a 30 años atrás, a los últimos años de Pedro Pacheco cuando su gestión comenzó a hacer aguas. Pero no acabó ahí. Cuando llegamos, el Gobierno del PP había escondido más de 120 millones de euros en facturas que se habían quedado pendientes y no se habían ni reconocido como tales», detalla Laura Álvarez, la delegada de Economía de Jerez.
No había dinero ni para pagar las nóminas de los trabajadores municipales y las deudas se multiplicaban con la Seguridad Social y con Hacienda. «Hemos tenido préstamos por 140 millones de euros» que se ha ido negociando porque los intereses ahogaban las arcas municipales. «Pagábamos un 8% de intereses, aunque menos mal que logramos convertirlos a préstamos ICO con un interés del 0% porque era una curva muy empinada y el Ministerio nos echó un cable importante».
Laura Álvarez asegura que la situación ya está cambiando porque las nóminas se pagan al día y las empresas proveedoras cobran a dos meses. «La situación no es buena pero ha cambiado», insiste.
Aunque reconoce que el origen de la deuda está en una deficiente gestión de los recursos municipales, Álvarez defiende que es muy difícil para los ayuntamientos tener las arcas saneadas porque el sistema de financiación no es el adecuado. «Los ayuntamientos son la Administración a la que todo el mundo acude. Y no está bien diseñado. Pongo varios ejemplos. En Jerez recibimos menos fondos que Cádiz capital que tiene cinco kilómetros cuadrados cuando nosotros tenemos más población, 16 barrios rurales y 8 entidades locales autónomas. El término municipal de Jerez es el quinto más grande de España. Tenemos un barrio a más de 40 kilómetros y hay que llevar todos los servicios públicos hasta allí. En Cádiz el autobús todo lo más va Avenida arriba y Avenida abajo».
«Otros hacen discursos; nosotros gastamos en servicios públicos»
«Los gobernantes tenemos que ser buenos gestores con la economía. Nosotros compatibilizamos las políticas sociales con capacidad para que la economía sea la más saneada posible y nuestros vecinos no tengan deuda alguna». Su pueblo tiene poco más de cinco mil habitantes y un presupuesto de siete millones de euros anuales que dedica, casi en su totalidad, a los servicios públicos.
«Todos los prestamos nosotros, excepto el agua que la tenemos en la Mancomunidad Agua Sierra de Cádiz en la Mancomunidad», explica antes de detallar de memoria el número de trabajadores sociales que tiene a sueldo en el Ayuntamiento porque su joya de la corona es la residencia de ancianos que gestiona el Consistorio y que saltó tristemente a todos los medios por un gravísimo brote de Covid en lo peor de la pandemia.
«Con nuestro Ayuntamiento se demuestra que los servicios pueden ser públicos. La clave es mirar por el dinero que es de todos y priorizar las inversiones porque hay quien se lo gasta en echar alquitrán o en fiestas y nosotros en dependencia y atención a las personas que lo necesitan. Algunos en esta provincia de Cádiz pregonan mucho lo público pero luego estamos los que hacemos menos discursos y predicamos con el ejemplo gastando en la salud».
«La Cámara de Cuentas no apareció por aquí en 20 años»
El principal problema es que nunca han tenido totalmente definida cuánta era la deuda de las arcas municipales. Cada vez que abrían un cajón salía una factura, un convenio urbanístico o una administración pidiendo dinero. «Se remonta a los años 2000 hasta 2010 y ahora estamos empezando a ver la luz porque parece que ya la hemos ordenado resolviendo un sinfín de procedimientos judiciales», explica su alcalde que calcula que la deuda está en torno a 200 millones de euros aunque los datos oficiales de Hacienda la cifran en 148 millones, es decir que cada vecino de este pueblo debe 7.319 euros. Miguel Alconchel culpa al despilfarro de sus antecesores del PSOE pero también al sistema. «La Cámara de Cuentas no apareció por aquí en 20 años y ahora, como estamos intervenidos, nos piden todo tipo de detalles. Pero hemos estado diez años sin gobierno, despilfarrando y malgastando sin control ni interno ni de administración superior. No se publicaban las cuentas anuales pero nadie te auditaba ni te sancionaba».
Hay para escribir un libro con las irregularidades que se cometían impunemente en Los Barrios, un municipio con un importante parque industrial que genera riqueza y que es lo que está salvando al Ayuntamiento que va pagando poco a poco la deuda sujeto a un serio plan de ajuste que están cumpliendo. «Hemos llegado a tener 1,5 millones de euros de nóminas municipales con 700 trabajadores para una ciudad que entonces tenía menos de 20.000 habitantes. Aquí había sueldos sin control, las mejores corridas de toros, mega obras...».
«No tenemos paro, así que no hay que gastar en ayudar a las familias»
La Alpujarra granadina tiene en Trevélez un pueblo sin paro y con un Ayuntamiento totalmente saneado que no debe ni un euro. Todos sus vecinos en edad de trabajar lo están haciendo gracias a la importante industria del jamón, a los atractivos turísticos y a las oportunidades que ofrece este pueblo de 736 habitantes que tiene un colegio con 80 niños. «Ahora empieza la campaña del tomate cherry y no tenemos personal para recogerlo. A ver si a través del periódico se animan a venir», dice el alcalde del PP, que cree que el secreto de su situación financiera es sencillo, «no gasto lo que no tengo».
Y eso que no hace recortes, con un presupuesto municipal anual en torno al millón de euros gasta 150.000 en fiestas, que son muy importantes para el pueblo «y atraen al turismo». Adrián Gallegos tiene claro por qué puede permitirse estas alegrías. «No hay que gastar en ayudar a las familias por lo que podemos hacer obras y proyectos. Si tuviésemos a gente pasando falta, recortaría de donde fuera».
Eso sí. No renuncia a pedir subvenciones a todas las administraciones que sea posible porque sus vecinos pagan pocos impuestos, viven de lo que les dejan las grandes industrias. «Tenemos internet gratis por todas las calles, queremos que la gente no se vaya del pueblo».
«No gasto más de lo que tengo»
La localidad onubense de Bonares es un caso completamente diferente. De interior, vinculado a la agricultura y con poco más de seis mil habitantes, tampoco tiene deuda. Su alcalde, Juan Antonio García, aplica una regla sencilla, «no gasto lo que no tengo». «Llevamos con deuda cero desde hace más de diez años. Tuvimos una deuda razonable pero me hice un planteamiento de inversiones para hacer sólo lo que los ingresos nos permitieran. Tenemos una particularidad porque vienen muchos temporeros y eso hace que haya más necesidades de infraestructuras».
Su elemento diferenciador es que es un pueblo «muy colaborativo». «Tenemos todos los servicios públicos que se pueden desear. Un centro de día, un centro de interpretación de las cruces de mayo, estamos haciendo una ampliación de la casa de la música, un plan de movilidad urbana sostenible, y un plan de asfaltado. Y damos un 4% de todos los ingresos que tenemos a subvenciones para colectivos y asociaciones».
A esto hay que añadir que lleva 16 años de alcalde... con los impuestos congelados. «Es una alegría porque no necesitamos recaudar, el presupuesto anual es de cinco millones de euros al año y como tenemos cuidado con el gasto, todo va bien».
«Se comproban folios troquelados a 60 euros»
Los datos del Ministerio de Hacienda sitúan al Ayuntamiento de Jaén como el segundo de Andalucía más endeudado y como el tercero de España. Su deuda viva asciende a quinientos millones de euros, lo que supone que cada jiennense debe a los bancos, administraciones y entidades 4.478 euros. «La situación económica-financiera es extremadamente complicada. Perdemos habitantes cada año, lo que supone que también baja la recaudación de tasas e impuestos municipales, con lo que la situación no va a mejor».
El secreto para tratar de sacar las cuentas adelante es el mismo que aplican otros ayuntamientos: reducir los gastos. «Nos hemos centrado en la disminución del gasto, eliminado conceptos superfluos como los que había en la unidad de reprografía. En este Ayuntamiento se compraban folios troquelados a 60 euros la caja para la notificación de los impuestos no domiciliados. Una de las primeras órdenes que dimos fue que se acabaron los folios troquelados y hemos pasado de un gasto mensual de unos 40.000 euros para reprografía y papelería a unos dos mil euros cada seis meses. Recortes de economía doméstica».
Y si desde el Ayuntamiento de El Ejido su homólogo de Hacienda se quejaba de la falta de control sobre las administraciones locales, la situación en Jaén era similar. Y hay que tener en cuenta que El Ejido está en manos del PP y Jaén en las del PSOE... y los problemas que han generado la deuda eran similares. «Pasamos todos los contratos a través de la Ley de Contratos del Estado. Eso quiere decir que antes llamabas a tu amigo y pedías tres contenedores, dos transformadores… y ya te pagaremos y, claro, la factura venía engordada por el coste que suponía a los proveedores no poder cobrar en 3, 4 ó 5 años. Ahora pedimos tres presupuestos y y se lo adjudicamos al más barato». Estas medidas, explica María Orozco, les ha servido para aportar liquidez a las cuentas municipales y lograr presupuestos más competitivos.
«Para la deuda financiera nos hemos acogido a las medidas del Ministerio de Hacienda, que nos dice que es una patada a la lata pero me da la facilidad de tener carencia porque sólo pagamos los intereses y no el capital. Vamos así poco a poco».
María Orozco se queja también de la mala gestión que hicieron sus antecesores a la hora de diseñar el Presupuesto. «Era ficticio porque se incluían 82 millones de euros de ingresos en concesiones administrativas de varios aparcamientos que no existen. Pero sí que se ejecutaban los gastos, por lo que hemos ido aumentando la deuda cada vez más».
El Ayuntamiento de Jaén tiene, además, el Presupuesto prorrogado desde el año 2017 y aunque para 2022 elaboraron las cuentas, tampoco pudieron aprobarlas. «No hemos podido sacar el presupuesto hasta ahora porque hay que ordenar todo. Hay todavía muchas facturas en los cajones que hemos estado sacando. Y un ejemplo es el tranvía de Jaén que fue un proyecto elaborado que el Gobierno municipal del PP dijo que no se pondría en marcha pero ya había un acuerdo económico y la Junta había invertido 15 millones por lo que nos han facturado 276.680 euros trimestrales. Ahora lo hemos retomado con la Junta y hemos pedido carencia con la deuda, estamos trabajando para que pueda salir adelante entre las dos administraciones».
Uno de los problemas con los que se encontró el Gobierno municipal es que había mucho personal de categoría C2 (auxiliares administrativos) pero no técnicos para sacar adelante los proyectos, «no teníamos quien nos los firmara».
La delegada de Hacienda recurre, como todos sus homólogos en los municipios de Andalucía, a pedir fondos al resto de administraciones para poder hacer inversiones en sus ciudades bien con proyectos nuevos, bien para reparar las infraestructuras existentes. En Jaén están enfrascados en mejorar las instalaciones deportivas del campo de fútbol Victoria y están construyendo una pista de atletismo para acoger carreras de primer nivel, además de reparar los parques infantiles que estaban abandonados.
Al ser una capital, el Ayuntamiento jiennense también tiene otras posibilidades que están vetadas a los municipios más pequeños. «Hemos recurrido a la colaboración público-privada para hacer un hospital privado y estamos construyendo un Conservatorio y la Ciudad de la Justicia en colaboración con la Junta». «Nuestra premisa de trabajo es acudir a todas las convocatorias para poder atraer a todas las inversiones porque no tenemos capítulo de inversiones en las cuentas públicas por el alto nivel de endeudamiento».
«Nos quedamos sin deuda en 2016. No necesitamos créditos»
La Costa del Sol fue tristemente objeto de desmanes de todo tipo en los tiempos del GIL cuando se llegó al límite de irregularidades, delitos y saqueo de las arcas públicas. La zona se ha ido recuperando y hay consistorios, como el de Fuengirola, que lleva sin deuda municipal desde el año 2016. Y eso que es una ciudad de tamaño medio (tiene cerca de 83.000 habitantes) que demanda muchos servicios.
«Hemos hecho una política de gestión del presupuesto muy rigurosa durante años, reduciendo los gastos superfluos y con un modelo de recaudación flexible con las necesidades de los vecinos. También intentamos pagar dentro de los plazos que establece la ley, nos mantenemos al día con la Seguridad Social y hemos dado prioridad a pagar la deuda», explica Ana Mulas, la alcaldesa de la localidad.
«Nos quedamos sin deuda en 2016 y hemos mantenido la política de no endeudarnos porque no lo necesitamos. Con un control riguroso en ingresos y gastos, todos los años terminamos con remanentes positivos, con superávit que lo incorporamos al presupuesto ordinario, inversiones, y a destinarlo a los comerciantes y empresarios, y sobre todo ahora con el Covid... y nos va bastante bien económicamente hablando».
Ana Mula considera que, al margen de las ventajas que ofrece su municipio por los ingresos que genera el turismo para sus vecinos y negocios durante todo el año, considera que la clave de unas cuentas saneadas pasan por el permanente control del gasto.
«Si puedes hacer frente a los pagos, como es nuestro caso, eliminas los gastos superfluos. Cuando Zapatero veía brotes verdes en la economía nosotros aplicamos reducción del gasto brutal, del consumo de luz adoptando medidas de control, evitamos gastos de personal y pedimos a los proveedores una quita de sus facturas». Mula hace una crítica velada a la gestión en otros municipios. «Si no tienes dinero, no puedes pagar camisetas a los niños para una prueba deportiva; cada uno tiene que saber de qué puede prescindir».
El Plan General de 2011 generó plusvalías en el patrimonio municipal del suelo que están aprovechando para llevar a cabo proyectos para la ciudad. Y ahora están pendientes de que se apruebe definitivamente el reglamento de la nueva Ley del Suelo (Lista) que entienden como una oportunidad. «También es verdad que somos pedidores oficiales en las convocatorias de subvenciones», afirma con sentido del humor Ana Mula, alcaldesa de Fuengirola.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete