Medio centenar de bolas de fuego surcan los cielos andaluces cada año sin peligro para la población

En la noche del 5 de agosto, sobre las 00:05 horas, una gran bola de fuego muy brillante, que acabó con una explosión enorme , iluminó los cielos de la provincia almeriense. El bólido fue detectado por diferentes observatorios de Almería, Granada, Toledo y Sevilla que operan en un proyecto conjunto denominado SMART y que está liderado por el investigador José María Madiedo.

El fenómeno ocurrió muy alto sobre el horizonte y solo se pudo divisar un intenso destello, pero una de las cámaras de cielo del centro astronómico almeriense sí captó el evento en toda su magnitud. En su análisis preliminar, Madiedo concluye que «este fenómeno fue causado por una roca desprendida de un cometa» que impactó contra la atmósfera a una velocidad estimada de unos 90.000 kilómetros por hora. La parte luminosa del bólido comenzó a una altura de 104 kilómetros sobre el Mar Mediterráneo, justo enfrente de la costa de Almería, luego tuvo una trayectoria norte para finalizar a una altitud de 73 kilómetros sobre la tierra.

En este caso, la bola de fuego no fue una Perseida, sino una Alfa-Capricórnida. «Son pocos los cuerpos que dan lugar a estos fenómenos, algunos más luminosos que la luna llena y pueden no desintegrarse del todo, cayendo en múltiples fragmentos sobre el suelo terrestre, los conocidos meteoritos», explica Bergond. Así, la mayoría de ellos llegan simplemente en forma de polvo cósmico, caen toneladas cada año , pero algunos, solo unos pocos, pueden tener el tamaño de un decímetro.

La Tierra, en su movimiento alrededor del Sol, intercepta cada año entre 40.000 y 80.000 toneladas de meteoroides, fragmentos desprendidos de asteroides, cometas y otros planetas. El Observatorio de Calar alto contribuye a un mejor seguimiento de estos fenómenos gracias a una estación de detección de meteoros formada por cinco cámaras de alta sensibilidad, que permite identificar de forma automática la entrada de estos cuerpos.

«Sabemos que, excepcionalmente, pueden tener magnitud superior al metro, y consecuencias devastadoras para el entorno cercano al lugar del choque y dejan marcadores geológicos en cráteres de impacto como en Estados Unidos, Francia o Alemania, e incluso el planeta entero como la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años por un impacto ahora localizado frente a la península del Yucatán y que generó un brusco cambio climático», resume el astrónomo de Calar Alto.

Son fenómenos naturales que nada tienen que ver con «los últimos aprendices astronautas» aunque la reentrada atmosférica de cohetes y viejos satélites pueden aparentar como estrellas fugaces. Afortunadamente la atmósfera nos protege del 99,99% de este tipo de colisiones que analizan los astrónomos para clasificarlos y tener mayor conocimiento de la formación del Sistema Solar, los planetas, asteroides y cometas.

«Por suerte, la probabilidad de impactar un meteorito contra un ser humano está cerca del cero absoluto , solo se conoce una persona en EEUU, al estar la superficie terrestre en su mayoría conformada por agua o zonas no habitadas como los polos y desiertos, donde es más fácil encontrarlos», aclara Gilles Bergond.

Las redes de vigilancia como SMART en España o FRIPON en Francia, con dispositivos distribuidas en varias localizaciones, así como las múltiples cámaras ubicadas en Calar Alto cubren casi toda la bóveda celeste para permitir calcular un radio aproximado de búsqueda del meteorito cuando se piensa que ha llegado algo al suelo. En el observatorio almeriense también hay detectores especializados para estudiar el espectro de los bólidos brillantes y estimar su composición, incluso sin encontrarse físicamente.

«Los cielos despejados y puros como los de Calar Alto permiten descubrir decenas de esos fenómenos luminosos cada año y nuestro compromiso es publicar los eventos más espectaculares que siempre llaman mucho la atención del público», añade Bergond. Por ello, nos invitan a levantar la cabeza y mirar al cielo para buscar estos bonitos destellos y también de las Perseidas, tan espectaculares durante las noches de verano.

Desde el Observatorio advierten que las Perseidas se pueden ver desde muchos puntos sin necesidad de acudir a Calar Alt o , donde desde hace unos años hay vigilantes para informar y evitar que se produzcan concentraciones innecesarias que pueden acarrear incidendias.

En plena Sierra de Los Filabres en Almería se ubica este observatorio que es un referente mundial y que está operado conjuntamente por la Junta de Andalucía y el Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC) en Granada . Calar Alto cuenta con cuatro telescopios que van de 1,23 a 3,5 metros y un parque instrumental que se renueva periódicamente. Destaca PANIC, una cámara infrarroja que estudia la formación de estrellas y el dispositivo CARMENES, acoplado al telescopio de mayores dimensiones que ha permitido localizar más de 30 exoplanetas como la Tierra, zonas habitables para la vida.

Las bolas de fuego no siempre tienen un origen natural a veces son chatarra o basura espacial, pero en Calar Alto el último impacto que han detectado, el 6 de agosto, concluyen que se trata de un evento de origen asteroidal . Un nuevo bólido brillante que cayó sobre Marruecos y que fue detectado por el observatorio almeriense a una velocidad de entrada de unos 90.000 kilómetros hora.

A través de la web www.caha.es , el Observatorio de Calar Alto informa sobre las detecciones de meteoros y bólidos de forma puntual para dar a conocer a la población en general este tipo de fenómenos que iluminan el firmamento y que despiertan el interés de aquellos que tienen la providencia de observarlos en vivo.