La oleada de inmigrantes en Almería tiene a la Guardia Civil «al límite»

«Tras la pandemia hemos detectado que ha cambiado la forma de actuar de las mafias y ahora son llegadas en tipo oleada, es decir, el desembarco de más de cien personas, y es imposible hacer bien nuestro trabajo», aseguró a ABC Víctor Vega, secretario provincial de Augc en Almería, que denuncia además la falta de dotación de las unidades territoriales para hacerles frente.

Según explicó, las mafias que trafican con estos seres humanos están mejorando su estrategia, con desembarcos que apenas duran dos minutos, y cuentan con embarcaciones más rápidas: «Las mafias cada año van mejorando su infraestructura y su material mientras la Guardia Civil empeora. Pedimos auxilio porque estamos completamente desbordados».

La situación, según alerta, es «inasumible» y faltan medios para prestar la labor humanitaria necesaria a estas personas y para encargarse de su custodia y traslado desde las playas. Y es que según la Augc, si el año pasado habían llegado a esta provincia 2.020 inmigrantes hasta el mes de agosto, la cifra se ha duplicado este año y ya supera las 4.200.

Es tal la presión migratoria que está soportando la costa almeriense, que además recibe a inmigrantes de las dos principales rutas, la de Marruecos y la de Argelia, que desde la Augc se insiste en que los agentes del Instituto Armado no dan abasto. «Estamos recibiendo al doble de inmigrantes que el año pasado en las costas de Almería. Sólo en agosto nos han llegado más de 1.000», se lamentó.

La Augc corroboró además lo que ya denunció ABC hace unas semanas: cada vez llegan en embarcaciones más grandes y rápidas, y la utilización de 'narcopateras' —las embarcaciones semirrígidas utilizadas tradicionalmente por los narcotraficantes— va en aumento: «Nos encontramos con narcopateras con hasta cuatro motores de 300 CV y con una capacidad de navegación de más de 30 nudos. Ninguna de las patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil con las que contamos pueden darles alcance. Las que tenemos cuentan con más de 20 años y están para exponerlas en un museo. Están más tiempo en dique seco por reparaciones que en el mar. Es más, ha habido compañeros del Servicio Marítimo que han tenido que prestar servicio en patrullas terrestres por falta de embarcaciones»,.

A esa dificultad se suma, según añadió, que cada vez hay menos agentes y peores vehículos, pese a que la carga de trabajo aumenta: «Este verano, en localidades como Adra y El Ejido, donde más inmigrantes han llegado, hemos tenido los efectivos justos pese a que la población aumenta de manera considerable por el turismo, y encima nos llegan estas pateras cargadas con 100 ó 200 inmigrantes de golpe. Una sola patrulla no puede custodiarlos. Muchos escapan. Al final los que llevamos al Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) son sólo los que quieren ser recogidos. Los que no se dan a la fuga. Hay días en que hemos recibido hasta ocho pateras, cada una con una media de 50 ocupantes. Si hemos llevado al CATE a 200 es porque la otra mitad están libres y no cuentan por tanto en las cifras ni estadísticas oficiales que se elaboran».

La Augc también reclama vehículos mampara para trasladarlos. «Custodiamos a estas personas en la playa y hasta que no nos dan el visto bueno para llevarlos al CATE pueden pasar hasta ocho horas. Nuestros vehículos para trasladar a estas personas están cada vez peor, sin aire acondicionado en plenas olas de calor. Estamos trabajando en unas condiciones extremas. Además, el servicio que prestamos está secuestrado con las pateras y el resto de ciudadanos no cuenta con patrullas de la Guardia Civil», añadió Vega.

La Augc recuerda que desde 2018 lleva pidiendo a Interior 300 agentes más como mínimo en la Comandancia de Almería. «El año pasado, para el Plan de Seguridad, se aprobaron 35 millones de euros y hemos preguntado qué se ha hecho con este dinero y no nos saben responder. Aquí no han llegado más agentes ni más medios. En esta provincia faltan guardias civiles en Adra, El Ejido, en el Servicio Marítimo, en Fiscal y Fronteras... La situación es realmente preocupante», se añadió.

Por último, se lamentó de que la Augc ha solicitado en reiteradas ocasiones reunirse con el subdelegado del Gobierno en Almería para tratar el asunto «pero sólo hemos recibido la callada por respuesta. El Defensor del Pueblo, por su parte, tira balones fuera».

Son cifras que también corrobora la organización sin ánimo de lucro que atiende a estas personas a su llegada, la Cruz Roja. Según datos facilitados a ABC, entre enero y agosto de este año sus voluntarios han atendido a 6.566 inmigrantes llegados a las costas andaluzas de los que la mayoría lo han sido en Almería, un total de 4.499 frente a los 2.233 del mismo periodo del año anterior. Le siguen, a gran distancia, Granada, con 1.116; Cádiz, con 612 y Málaga, con 339. La Cruz Roja ha visto además triplicadas las asistencias sanitarias prestadas a estas personas a su llegada a la costa por quemaduras o heridas debido a las duras condiciones de las travesías que afrontan. Eso sí, sólo uno de cada cien ha necesitado ser trasladada a un centro hospitalario.

Ricardo Jiménez es director autonómico de los Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencia de la Cruz Roja. En declaraciones a este diario explicó que en cuanto al perfil de las personas que atiende esta organización en Andalucía no ha habido grandes variaciones respecto al año pasado.

Así, el número de mujeres inmigrantes ha aumentado un 2% respecto al mismo periodo del año pasado, un porcentaje que no es significativo, y el de menores ha registrado un leve descenso que ronda el 10%.

La gran mayoría de inmigrantes atendidos por la Cruz Roja en Andalucía en lo que va de año son de origen magrebí, en torno al 94%, según añadió dicho portavoz a este diario.