Alaya pide cajas a la Junta para enviar el sumario del caso ERE al Tribunal Supremo

Aunque desde el departamento que dirige Emilio de Llera únicamente confirmaron que la citada petición se había producido pero no facilitaron datos acerca del número exacto de cajas que precisa la instructora que, a juzgar por el volumen que tiene el sumario, deben ser muchas. Y es que la macrocausa de los ERE fradulentos ha batido los récords de las diligencias por corrupción en la historia de España. No hay que olvidar que el caso ERE va ya por 201 imputados, hay 180 tomos y los folios instruidos contabilizados son más de 300.000. Con esas dimensiones las cajas que necesitará la instructora para meter las diligencias previas 174/2011 son difíciles de contabilizar.

Pero, independientemente de la anécdota, la petición no hace sino confirmar lo que ya es «vox populi» en los tribunales sevillanos desde hace semanas. Que el envío del sumario de los ERE al Tribunal Supremo ante la existencia de indicios delictivos contra varios políticos aforados (los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán y cinco ex consejeros) es inminente.

Sobre todo, después de que la juez solo haya acudido a su despacho en las últimas semanas cuando tenía que tomar declaraciones y el resto de horas se quedara en casa escribiendo tranquilamente como a ella le gusta hacer cuando tiene que redactar un escrito importante.

«Será antes de irme de vacaciones». La frase, según fuentes judiciales, la dijo la propia Alaya a una persona cercana. Y, de hecho, y pese a que la pasada semana sorprendía con un nuevo auto en el que ampliaba la investigación a dos años más (hasta el ejercicio 2012) algunos de los abogados personados en la causa creen que esa ampliación no es incompatible con que la juez esté dando los últimos toques al sumario y pensando en enviar ya el auto de inhibición o «la exposición razonada de motivos» (su nombre técnico) al Ttibunal Supremo. Ella podría remitir todas las diligencias al Alto Tribunal de una sola vez y sin despiezar el sumario como quiere la Fiscalía Anticorrupción y pese a que aún quedan algunas cuestiones pendientes.

De esa manera, pondría la pelota en el tejado de los magistrados de Madrid para que sean ellos quienes decidan. Que decidan si los indicios contra Griñán, Chaves y los cinco consejeros son sólidos y la causa debe seguir adelante. Y que decidan también si el caso ERE se queda en uno solo o en muchas piezas como quiere Anticorrupción. En este último caso el Tribunal Supremo se quedaría con la parte del «procedimiento» (la trama política) y devolvería el resto al juzgado de instrucción número seis. Y así se dividiría en tantas piezas como empresas hay, lo que, según la Fiscalía, podría provocar que se celebraran más de 200 juicios.

Pero en cualquier caso eso es adelantar acontecimientos. Lo cierto es que además de las peticiones de cajas, la pasada semana algunos de los letrados presentes en las declaraciones, aseguraron haber visto a Alaya con el escrito en su mesa. E incluso corrigiendo. Un texto que, en cualquier caso, puede ser muy voluminoso (se especula con cientos de folios) y para el que no hay fecha fija. Solo se sabe que Alaya se va de vacaciones el 4 de agosto.