El «nuevo tiempo» de Susana Díaz echa a andar

Las bases del «nuevo tiempo» que pretende abrir Díaz y que ha pactado con IU comenzará a desgranarlas esta mañana en el Parlamento , pero serán solo la avanzadilla de un complicado puzzle que completan la formación de su primer Ejecutivo , que pretende hacer público el lunes, y el congreso extraordinario previsto para el invierno y que debe situarla al frente del PSOE-A . Pero vayamos por partes.

Sobre su discurso, no se esperan grandes giros, por cuanto hay un pacto de Gobierno firmado para cuatro años, aunque desde IU se ha aprovechado el relevo de Griñán para intentar marcar la agenda a los socialistas y que asuman demandas como aumentar la presión impositiva a grades superficies y fortunas. El PSOE, sin embargo, es reticente tras sus últimas subidas del tramo autonómico.

A pesar de ello, la CUT-BAI de Sánchez Gordillo no apoyará a Díaz. Tampoco lo hará el PP-A , que ha calificado de «farsa» la investidura y cuyo secretario general, José Luis Sanz , prevé que el Gobierno de la nueva presidenta será más «sectario y partidista» que el de Griñán, a quien tacha de «peor presidente» de la Junta de Andalucía .

Otro signo de si hay o no un «nuevo tiempo» será la lucha contra la corrupción , una de las causas que ha motivado la marcha de Griñán, que seguirá aforado como senador. Díaz deberá dar signos de que su Gobierno está descontaminado de los ERE . Para ello, la candidata anunciará hoy medidas de transparencia y contra la corrupción. Esto también debe dejarse notar en su nuevo ejecutivo, del que deben salir todos los que puedan ser señalados por la juez Mercedes Alaya , lo que supone en la práctica la marcha del actual equipo económico.

Sustituirlo y designar un nuevo consejero de Presidencia son las dos principales cuestiones que Díaz debe resolver en este terreno y se especula con muchos nombres. Solo se da por segura la continuidad de los consejeros de IU , el mantenimiento de las once consejerías y el trasvase de competencias entre ellas, lo que afectaría a la actual macroconsejería de Economía.