La visita de Rajoy a Nueva York: días de diplomacia y compras

Ayer Rajoy tenía la oportunidad de recuperar el camino perdido, pero José María Aznar se cruzó en su camino. La renuncia del expresidente del Gobierno a la presidencia de honor del Partido Popular se comió buena parte de la atención mediática. El fastidio se podía percibir en los miembros de su equipo desplazado a Nueva York. Cuando Rajoy salió a hacer declaraciones sobre la sesión histórica del Consejo de Seguridad que acababa de presidir —la última en la que intervendrá el secretario general saliente, Ban Ki-moon, la primera dedicada a la trata de personas—, los periodistas le preguntaron a gritos sobre su reacción a la decisión de Aznar. Rajoy dio la callada por respuesta y se alejó a buen paso de los micrófonos y de las cámaras , el mismo que utilizó cada mañana de su visita para ponerse en forma en Central Park. Como muchos neoyorquinos, el presidente madrugó para hacer ejercicio físico, como reflejó en dos fotografías en su cuenta de Twitter.

Fuera de la aparición inesperada de Aznar, la visita a Nueva York ha sido plácida para el presidente del Gobierno . Navegó con una agenda sosegada, con muchas horas para disfrutar de la Gran Manzana en uno de los momentos que más la prefieren los turistas, en las semanas que preceden a la Navidad, cuando la ciudad se convierte en un gran escaparate, con la música de villancicos hasta en la sopa. Llegó el domingo por la noche y estuvo acompañado en esta visita por su mujer, Elvira Fernández . El lunes mantuvo un encuentro por la mañana con los embajadores de España en Washington y ante la ONU y la OEA y disfrutó de la ciudad el resto del día.

Ayer pasó la mañana en el Consejo de Seguridad, visitó la Misión permanente de España ante la ONU y por la tarde acudió al Instituto Cervantes , a pocas manzanas de la sede de la organización internacional. Allí mantuvo un encuentro con miembros destacados de la comunidad española en Nueva York e inauguró una exposición dedicada a Jorge Luis Borges , con motivo del trigésimo aniversario de su fallecimiento . Se trata de un montaje con 25 obras de distintas disciplinas artísticas —fotografía, escultura, dibujos, instalaciones y libros— cuyos autores son los artistas argentinos Sara Facio, Gabriela Aberastury, Gabril Barna, Norma Bessouet, Mariano Cornejo y Ezequiel Díaz Ortiz.

Rajoy estuvo acompañado en el acto por María Kodama, la viuda del escritor argentino.