El PSOE da al traste con los planes de Podemos y Cs para reformar la ley electoral sin el PP

«No es una cuestión a tratar entre dos o tres fuerzas políticas. Cuando hablamos de algo tan serio hay que tener la visión de todos los grupos de la Cámara», ha señalado la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. Daba así al traste con la intención declarada tanto por la portavoz de Podemos, Irene Montero, como por su homólogo en Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, de cortejar a los socialistas para sumar una mayoría suficiente con la que aprobar la reforma electoral quiera o no el PP.

La número dos del PSOE ha advertido a conciencia. Ha abundado que «cuando hablamos de reglas de juego de la arquitectura constitucional» es necesario contar con un amplio consenso de la Cámara para dotar de estabilidad a la reforma. Realizar reformas de este calado con mayorías «que pueden cambiar» provocaría que la reforma se abordara «todas las legislaturas».

Por si no hubiera quedado claro que los planes de Podemos y Ciudadanos no son vistos con buenos ojos en Ferraz, Lastra ha cargado, además, contra lo que ha considerado un intento de «subasta de escaños». No ha dudado en recordar que ambas formaciones han ido cambiando sus propuestas de reforma electoral con el paso de los años, para concluir que la propuesta que presentan ahora es porque les «beneficia» y han llegado a ella después de «sacar la calculadora». Una modus operandi «contrario» a la manera de trabajar del PSOE. «Las cosas para hacerlas bien hay que hacerlas con orden y ser un poco serios» ha remachado.

Especialmente duro ha sido el PSOE con Ciudadanos. La portavoz en el Congreso, Margarita Robles, que comparecía junto a Lastra ha criticado que «mientras unos están con la calculadora otros estamos defendiendo a los pensionistas» ha criticado, recordando que la formación naranja no se preocupa de mejorar las desigualdades sociales cuando apoya al Gobierno en los vetos a las proposiciones de ley de la oposición.

Eso sí, los socialistas no cierran la puerta a reunirse con Podemos y Ciudadanos para discutir la reforma -se verán la semana que viene- pero les emplazarán a discutirla en la subcomisión para la reforma electoral, donde se encuentran representados todos los partidos políticos.

Solo unos minutos antes, Podemos y Ciudadanos daban sendas ruedas de prensa para anunciar que «comparten plenamente» los objetivos para llevar a cabo una reforma de la ley electoral. Los portavoces de ambas formaciones en el Congreso, Irene Montero y Juan Carlos Girauta, mantuvieron una reunión esta mañana en la Cámara Baja en la que han puesto sobre la mesa las medidas que defiende cada partido en esta materia.

Aunque las propuestas de los de Iglesias y las de Ciudadanos difieren en muchos sentidos, desde las dos formaciones se ha querido destacar la «amplia sintonía» que han mantenido durante el encuentro y que lo importante, más allá de diferencias concretas «que habrá que estudiar», es «la voluntad» de cambiar un sistema que ambos consideran «injusto y desproporcional».

Montero ha anunciado que el objetivo es que puedan llevar una propuesta a la subcomisión para la reforma electoral antes del mes de julio, que es cuando debe finalizar sus trabajos, aunque ha matizado que «no nos importaba tanto fijar un limite de tiempo como que el trabajo salga adelante, con la sintonía que hemos encontrado hoy los trabajos irán más rápidos que lentos, y si el PSOE se suma tendríamos propuesta para la comision electoral antes de que acabe el plazo en julio, y antes de que acabe el año poder votar reforma. son plazos realistas y posibles».

En Ciudadanos también comparten este deseo, aunque no descartan que haya que prolongar los trabajos de la subcomisión más allá de julio. En este sentido, los de Rivera han insistido en la importancia de «dotar de contenido» a esta subcomisión, de ahí que quieran llevar esta propuesta de reforma a «una herramienta parlamentaria que estaría desaprovechada» sin iniciativas. «Todo va a pasar por ahí», ha afirmado Girauta.

A la reunión los de Iglesias han llevado propuestas como bajar la edad mínima para el sufragio de los 18 a los 16 años . Preguntados sobre si esta medida u otras puedieran acabar siendo líneas rojas en las negociaciones, tanto Girauta como Montero han explicado que en esta ocasión no se han centrado en ninguna medida específica, sino que han constatado la voluntad de ambas partes para hacer el sistema más proporcional.