Marlaska defiende la continuidad de la Audiencia Nacional en su toma de posesión

El su discurso, Grande-Marlaska reclamó para la Audiencia Nacional el enjuiciamiento de la «criminalidad organizada en cualquiera de sus manifestaciones» pues, dada su naturaleza, es un tipo de delincuencia que exige una «constante y seria cooperación judicial» en la que este tribunal «ha sido un referente, no sólo a nivel nacional sino internacional» . Redefinir las competencias penales de este órgano es una «asignatura pendiente» porque el bagaje de trabajo de la Audiencia Nacional durante sus 35 años de historia «no puede desaprovecharse». El nuevo presidente de la Sala Penal, tuvo palabras también para las víctimas , a las que quiere dar prioridad durante su mandato potenciando una « Oficina de Víctimas ».

La implantación de la oficina judicial, la digitalización de los procedimientos y la puesta al día de las ejecutorias son otros retos que se ha marcado Grande-Marlaska.

En sus respectivas intervenciones, Carlos Dívar , presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, y Ángel Juanes, presidente de la Audiencia Nacional, apoyaron las palabras de Marlaska al defender la continuidad de la Audiencia Nacional .

«La Audiencia Nacional se creó por la democracia para la democracia», recordó Dívar, quien fue un paso más allá y, justo cuando por la crisis se habla de recortar las medidas de seguridad a jueces y fiscales, advirtió de que «en esta casa se necesita una protección adecuada a la situación actual». «No solo es el terrorismo –continuó Dívar-. Son las mafias, la delincuencia organizada , las grandes estructuras empresariales y económicas, los delitos en el extranjero…» Minutos antes había recordad el «sacrificio» de quienes han trabajado y trabajan en la Audiencia Nacional; sacrificio «sellado con sangre», como ocurrió en los casos de Carmen Tagle, fiscal asesinada por ETA; del expresidente de la Audiencia Nacional Fernando Mateo Lage, al que un atentado amputó las manos; y del magistrado José Antonio Jiménez Alfaro, que sufrió lesiones en las manos como consecuencia de una carta-bomba.

Juanes , por su parte, abogó por «replantearse el futuro de la Audiencia Nacional» si finalmente «como desean todos los hombres de bien se acaba el terrorismo de ETA ». Él mismo adelantó la respuesta a esa reflexión: «La experiencia acumulada durante estos años por este Tribunal en materia contencioso-administrativa, social y penal aconsejan su mantenimiento». Juanes también apostó por redefinir sus actuales competencias para convertirla en un tribunal «especializado» contra el crimen organizado y en atribuirle otras nuevas, como el enjuiciamiento de delitos contra el mercado y los consumidores, contra la Hacienda Pública, la seguridad social y contra los intereses comunitarios.

Al acto asistieron, entre otros, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre ; la defensora del Pueblo, María Luisa Cava de Llano ; el vicepresidente del CGPJ, Fernando de Rosa , así como un nutrido número de vocales de este órgano; el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce ; el secretario de Estado de Interior, Ignacio Ulloa ; magistrados del Tribunal Supremo, magistrados, fiscales y funcionarios. Lás víctimnas del terrorismo estuvieron representadas por Ángeles Pedraza (AVT), Cristina Cuesta (Covite) y Mari Mar Blanco .