La transformación de Mas en Ibarretxe

«A Mas se le está poniendo cara de Ibarretxe» , dijo ayer Antonio Basagoiti, candidato a lendakari por el PP. El parecido del primero con el segundo no es físico, si no de discurso. Juan José Ibarretxe protagonizó la última embestida independentista al Estado de derecho español en 2003, cuando aun era lendakari, y apenas han cambiado los argumentos en ésta que pretende liderar el presidente catalán Artur Mas , pese a tratarse de dos regiones distintas. Tampoco ha cambiado la respuesta del Gobierno: Constitución y democracia.

El discurso independentista de Ibarretxe le brindó toda una década al frente del País Vasco, donde su mensaje populista tuvo gran calado. Presentó el conocido como «Plan Ibarretxe» en 2003, una propuesta de «Estatuto Político» para el País Vasco que ya desde el preámbulo hablaba de «identidad propia» y «derecho a decidir un futuro propio».

Cuando el plan soberanista de Ibarretxe llegó a las Cortes, se topó con una respuesta contundente. El entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, apeló al «respeto a la razón democrática » y «a la necesidad de velar por los principios constitucionales» para considerar «inaceptable» el proyecto de reforma del Estatuto vasco.

El Grupo Popular Europeo y los miembros del PP del Comité de las Regiones de la UE aprobaron en Bruselas una declaración que sostenía que apelar al principio de autodeterminación no tenía cabida ni sentido en la Unión Europea y sólo podría aportar inestabilidad a su conjunto. En la misma línea se pronunció el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo , sobre una «secesión unilateral» catalana, recordando que ésta no cabe ni en la Constitución ni en la UE.

Artur Mas ha echado un «órdago» al Gobierno con las mismas cartas que tenía entonces Ibarretxe. Y se ha topado con la misma respuesta. Mariano Rajoy ha apelado a la responsabilidad y ha repetido en varias ocasiones que «el Gobierno responderá con la Constitución y las leyes en la mano» a las aspiraciones independentistas.