Así cimentaron su decisión los nueve miembros del jurado del caso Asunta

1. La sedación y el ensayo del crimen

Tres de las cuestiones que tuvieron que resolver los jurados se referían directamente a los episodios de sedación de la menor, detrás de los que quedó probado que estaba la mano de ambos progenitores. Porto y Basterra suministraron a su hija «repetidamente» y «de común acuerdo» los comprimidos de Lozarepam, según el veredicto ciudadano. Además, el jurado remarcó la jornada en la que los padres pudieron ensayar el crimen y de la que la niña se repuso en el piso de Alfonso. La cuidadora los delató.

2. Los 27 orfidales los ingirió en la comida

Varias de las 21 preguntas presentadas al tribunal se centraron en lo que pasó en las horas previas a la muerte de Asunta Basterra. Una de las cuestiones clave para emitir un veredicto condenatorio fue si los padres le suministraron las pastillas a la niña durante la comida. Los jurados respondieron que sí basándose en el análisis del contenido gástrico de la pequeña y delimitando la hora de la muerte entre las 18 y las 20 horas de aquel 21 de septiembre de 2013.

3. Había un plan acordado

El relato de los hechos tejido por los juzgados para emitir su valoración se basa en que los dos acusados acordaron un plan conjunto para acabar con la vida de la menor. Este plan incluía un viaje a Teo para poner fin a la vida de Asunta. Las grabaciones de las cámaras de seguridad solo muestran a Porto y a la niña, pero el tribunal afirma que el padre podría viajar en la parte trasera del vehículo, lo que lo sitúa indiscutiblemente en el escenario del asesinato.

4. Asunta fue atada de manos y tobillos

Sí, y los nueve ciudadanos del tribunal señalan a los dos progenitores como sus causantes. Argumentan su afirmación en los resultados de la autopsia que revelaron marcas de cuerdas en antebrazos y piernas. Y ligan este hecho a los trozos de cuerda naranja que se encontraron en las inmediaciones del cadáver y en una papelera de la finca de Teo de la que la madre trató de deshacerse ante la presencia policial.

5. La asfixiaron «sin posibilidad de defenderse»

Sin duda. El tribunal ciudadano considera probado este hecho y lo basa en las declaraciones de los forenses y en los informes del Instituto Nacional de Toxicología, que apuntan que Asunta Basterra estaba bajo los efectos de una «dosis tóxica» de Lorazepam y «no tuvo posibilidad alguna de defenderse». Esta cuestión es vital en el veredicto del jurado popular y también en la petición de pena de las acusaciones, que ayer apelaron a la edad de la niña y al parentesco para poner de relieve que si los hechos hubiesen sido cometidos hoy en día, Basterra y Porto podrían ser castigados con prisión permanente revisable, al ser la víctima menor de 16 años.