Uno de cada tres militantes de Izquierda Unida rechaza el pacto con Podemos para las generales

Según los datos facilitados por el partido, el 61,5 por ciento (6.393 votos) de las bases han votado a favor de concurrir a los comicios con Podemos. Pero el 34,7 (3.609 votos) ha rechazado la confluencia. En otras palabras, los porcentajes revelan que uno de cada tres militantes no se sentirá representado por Unidos Podemos en los próximos comicios.

Si se dirimen los datos por territorios en cada circunscripción hay aspectos que ponen en duda el rigor de la consulta. Por ejemplo, e n Asturias la mayoría ha votado en contra: el 55,7 por ciento han votado «no» frente al 41,1% que ha votado sí. Asimismo, en La Rioja, donde solo han votado 15 personas , el resultado ha sido 8 «síes» y 7 «noes, muy ajustado.

Curiosamente, el referéndum también incluía la opción de «Abstención» –además del «Sí» y del «No»–, que registró un total de 385 votos, es decir, un 3,7 por ciento. El diputado valenciano y líder del colectivo crítico de Independientes de IU, Ricardo Sixto , lamentó la semana pasada que la dirección nacional incluya esta opción en la consulta porque «como en otras ocasiones, no se tendrá en cuenta el porcentaje de participación, aunque se dé un nivel alto de abstención».

El colectivo de Independientes de IU, según recogió Ep, p idió mediante un comunicado a las bases que votasen en contra del pacto de confluencia porque «no es más que un pretexto para seguir diluyendo Izquierda Unida en Podemos y garantizar que Garzón y el Secretario General del PCE puedan acceder a un cargo institucional».

Según explicó Sixto, al poner las tres opciones «esconden la realidad» y no se percibe que «más de la mitad de la militancia no participa en esos referéndums o primarias poniendo en duda su legitimidad». Y lo cierto es que en esta ocasión, según datos aportados por la dirección de IU, se ha mostrado una profunda desmovilización interna al finalizar el proceso con una participación del 27,45 por ciento (10.387 de 37.841).

La coalición a nivel nacional estaba cerrada desde mayo del año pasado cuando Iglesias y Garzón firmaron el acuerdo marco de Unidos Podemos, que ahora pasará a llamarse «Unidas Podemos». Pero el adelanto de las elecciones generales para abril modificó el escenario político ya que los partidos deben registrar las coaliciones antes del 15 de marzo y eso obliga a acelerar los trámites. En Podemos aun no han decidido cómo consultar a sus incritos si están de acuerdo con el pacto.

Además del colectivo liderado por Sixto, la corriente «Más Izquierda» de la eurodiputada Paloma López y exdirigentes de IU como Cayo Lara o el líder asturiano de Izquierda Abierta Gaspar Llamazares han criticado siempre la confluencia porque arrastra a IU a posiciones residuales. En una entrevista con ABC en diciembre, Llamazares aseguró que la dirección de Garzón está «subordinada a la indignación de Podemos».