Artur Mas no tiene «miedo» a represalias si convoca la consulta independentista

El presidente catalán no ha desvelado si mañana mismo convocará la consulta , una vez se haya aprobado la ley de consultas en el Parlament, aunque no lo descarta: «Estas cartas no las desvelaré, porque esta es una partida en la que unos son muy fuertes y otros no tanto; y las cartas las tenemos que saber jugar a conveniencia de la estrategia catalana».

En una entrevista en el canal autonómico 8tv, Mas ha tildado de «escandaloso desde el punto de vista de calidad democrática» que miembros del Gobierno central «ya digan lo que dictaminará el Tribunal Constitucional» respecto a la ley de consultas y el decreto de convocatoria del 9N antes de que sean aprobados.

Sin embargo, Mas, el día en que el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, se ha reunido con los fiscales jefes de Cataluña por la consulta, ha dicho que no tiene «miedo» de eventuales medidas que se puedan aplicar en contra de su persona a resultas de convocar la consulta del 9N.

Mas ha admitido tener envidia del referendo en Escocia porque es una nación que nadie «menosprecia» ni «discute» y que hoy ha celebrado un referendo con un clima de «normalidad», «respeto» y «tolerancia».

«Aquello -Escocia- es el templo de la calidad democrática y esto -España- es una cueva; del templo a la cueva», ha remarcado.

El presidente catalán ha lamentado que el Estado aborde el proceso catalán como un «choque de trenes» cuando podría ser «una carrera civilizada» y, en este sentido, ha opinado: «Nos tenemos que civilizar un poco».

De cara a la votación mañana de la ley de consultas en el Parlament, Mas ha agradecido que la apoye el PSC aunque ha lamentado que sólo se queden ahí, porque cree que podrían sumarse a la consulta del 9 de noviembre.

Retomando la metáfora de la «figura de porcelana fina que hay que cuidar para mantener la unidad» de las fuerzas proconsulta, Mas ha asegurado que no está «tan agrietada como se dice» , pero ha advertido de que se tiene que «cuidar» y que, en caso de que haya fisuras , lo que actúa de «superglue» (pegamento) es el «patriotismo» catalán.