El ministro del Interior, tras ser insultado, teme la fractura social en Cataluña

Una mujer de más de 60 años le llamó «hijo de puta, fascista y cabrón»

El ministro del Interior, tras ser insultado, teme la fractura social en Cataluña efe

MARIANO CALLEJA

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, está seriamente preocupado por lo que cree que puede ser una escalada de crispación social en Cataluña, motivada por el clima y la división que ha creado el desafío independentista de los nacionalistas. En una conversación con ABC, ... el ministro atribuyó a la creciente «fractura social» las agresiones que han sufrido Pere Navarro y él mismo en Barcelona.

El ministro ha explicado que en otras ocasiones ha habido acosos a políticos por los recortes y las medidas económicas, incluso insultos durante campañas electorales. Pero ahora lo ve diferente. Asegura que sabe diferenciarlo perfectamente y lo que está ocurriendo en Cataluña ni es acoso por la situación económica ni es un malestar por una medida concreta, sino una división social motivada por el pulso secesionista del Gobierno autonómico catalán.

Jorge Fernández fue víctima de una agresión verbal, y física, el pasado 6 de abril en Barcelona, en el Passatge de la Concepció. Era el día de su cumpleaños, y lo celebraba con la familia en un restaurante de Barcelona. Después de comer, sobre las cuatro y media de la tarde, paseaba con los suyos, y él llevaba el carrito de su nieta. En ese momento, se cruzaron con una pareja mayor, de unos 65 años. La mujer reconoció al ministro y se acercó a él, fuera de sí, y le gritó, en catalán, «fill de puta, feixista i cabró» (hijo de puta, fascista y cabrón).

«¡Ets un feixista!», gritaba una y otra vez la mujer. La señora agarró al ministro del brazo y le zarandeó, mientras continuaba con sus insultos en catalán. Una de las familiares de Jorge Fernández llamó «maleducada» a la mujer, mientras gritaba al ministro.

Jorge Fernández iba con escoltas, pero les pidió que no intervinieran ni solicitaran identificación a la señora. Tampoco ha presentado denuncia. El ministro sí ha querido señalar que la pareja no era antisistema ni nada parecido, sino un matrimonio de edad ya avanzada, claramente afectado por el clima de división y crispación originado por la presión política independentista.

El ministro del Interior, tras ser insultado, teme la fractura social en Cataluña

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