El Corpus de Granada, un termómetro electoral: del baño de masas de Moreno a la indiferencia con Espadas

Por el momento han sido tres los candidatos que han pasado por el ferial. El propio presidente andaluz y candidato por el PP, Juanma Moreno, el candidato del PSOE, Juan Espadas, y el candidato de Ciudadanos, Juan Marín. Los tres, de una u otra manera, han avalado tras su visita las propias encuestas.

El primero en visitar el ferial fue Espadas. El socialista, tras varios eventos en Granada durante todo el año, la mayoría con el p residente del Gobierno, Pedro Sánchez , no termina de encajar en la provincia. Haber sido alcalde de Sevilla se presuponía como hándicap, pero su estancia en el Corpus se quedó en menos de lo anecdótico. Este pasado martes tuvo nada menos que cuatro actos en la provincia, pero desde luego en la llegada a la feria pinchó.

Apenas algún que otro curioso, algún que otro cuchicheo, pero lejos de lo que se presupone de un candidato que aspira, según sus propias palabras, recuperar la Junta de Andalucía para el PSOE. Para muestra un botón, la desconexión con la campaña se le notó en el mismo paseo .

Paco Cuenca, alcalde de Granada y socialista, hacía de anfitrión . Y fue él quien tuvo que llamarle la atención, agarrándolo del brazo y llevándolo prácticamente en volandas hasta un grupo de hombres y mujeres de avanzada edad que se encontraba en una de las casetas para que hiciera algo de campaña . Él se iba directo a la caseta del PSOE.

El electorado de más edad ha sido siempre una baza del socialismo andaluz a la hora de votar, pero, a tenor de lo visto estos días en Granada, la papeleta elegida por ellos parece que no será la de Espadas.

El caso contrario se encuentra en Juanma Moreno. El candidato popular, el más conocido según el CIS por los andaluces, parece haber rentabilizado con mucho estos cuatros años al frente de la Junta.

Moreno llegaba a Granada este miércoles y cada paso ha significado una parada desde las diez y media de la mañana, cuando se sentó a tomar churros con los de su partido. La cercanía, comentan sus propios compañeros de partido, está siendo la mejor baza estos días y, aunque la desconfianza en las encuestas es patente, las sensaciones son magníficas.

Cada hora asignada en la agenda se ha ido retrasando simple y llanamente porque la gente misma lo paraba . Hasta con los perros. Hasta en la procesión de la Tarasca, donde una de las charangas ha detenido el paso para dedicarle un pasodoble.

En medio de la calle Mesones, una de las más céntricas de la capital granadina, Moreno se ha puesto con los suyos a disfrutar del pasacalles una media hora antes. No ha parado. A gritos de «presidente, presidente» desde los balcones, estrechando manos, haciéndose fotos con niños, hablando con comerciantes que salían a asegurarle su voto. Un éxito.

El citado momento del pasodoble ha acabado, de hecho, con la consejera de Fomento y número uno por la provincia granadina, bailando con uno de los músicos al tiempo que Moreno y las cientas de personas que lo rodeaban acompañaban con las palmas.

Las encuestas dan hasta siete diputados autonómicos en Granada , un hito que dejaría a la izquierda totalmente marginada y que, de paso, haría historia electoral en la provincia para los populares.

A la llegada al ferial, exhausto Moreno ha intentado aligerar el paso hacia la caseta del PP. Le esperaban unos doscientos representantes del partido en Granada. El presidente andaluz, a pesar de la euforia por el recibimiento, ha intentado rebajar expectativas y ha conminado en su discurso a «seguir empujando» por los 150.000 votos de indecisos que «aunque les tienen como primera opción» han de asegurarse para conseguir la ansiada mayoría.

El candidato de Ciudadanos, Juan Marín, ha pasado igualmente por el ferial este miércoles, acompañado de la líder nacional de su partido, Inés Arrimadas. Se trata de, por el momento, la única visita de una primera espada en el Congreso por este Corpus , lo cual hace ver la importancia que tienen estas elecciones para el partido.

Marín, que se ha acercado junto a Arrimadas a la caseta del PP a saludar a Moreno, ha señalado en sus declaraciones a los medios, «seguir luchando en este último cuarto de campaña» para conseguir reeditar el pacto de estos últimos cuatro años.

Ambos permanecieron en la puerta de la caseta a la espera de que Moreno se acercara a saludarlos, pero finalmente la «fotografía» no se produjo. El presidente, explicaban los populares, tenía que atender varios compromisos dentro de la caseta. Marín y Arrimadas optaron finalmente por marcharse al cabo de unos minutos, pese a que fueron invitados a entrar en la caseta del PP.

Arrimadas, por su parte, si que pudo desearse «suerte» mutuamente con Moreno. Al partido naranja, que llegó a tener la alcaldía de Granada, le quedan todavía tres días para impedir los augurios que le dejan, definitivamente, sin un solo diputado en el parlamento andaluz tras este domingo.