Los reforzados pilares tecnológicos del sector de la tasación inmobiliaria

Sin embargo, esta retracción no ha significado un paréntesis en la búsqueda de soluciones innovadoras dentro de este sector, que concibe la tecnología como una parte fundamental en su operativa, dado que «el gran número de tasaciones que realiza anualmente una sociedad de tasación homologada no podría realizarse con la calidad que exige la normativa de valoración sin contar con grandes desarrollos informáticos», apunta Germán Pérez, presidente de UVE Valoraciones. Esta dependencia es positiva, puesto que con la digitalización «logramos una mayor transparencia y agilidad en todos los procesos, generando una mayor confianza tanto en consumidores como en financiadores, y facilitando la liberación de fondos y la toma más rápida de decisiones», declara Felipe Pavía, director comercial corporativo de Gesvalt.

La información es la clave que da sentido a esta actividad, puesto que «se usan extensivas bases de datos enriquecidas automáticamente y actualizadas en tiempo real varias veces al día para tener los testigos y los coeficientes óptimos para realizar valoraciones», afirma Alejandro Bermúdez, CEO y cofundador de Fragua. Esta materia prima, piedra angular del negocio, debe ponerse en orden y establecer comparaciones ilustrativas, puesto que las tasadoras recurren a fuentes muy diversas que abarcan diferentes campos, desde aspectos únicos del inmueble, como la ubicación y la superficie, hasta históricos de carácter económico y demográfico.

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Para la creación de estos modelos, el 'big data' trabaja mano a mano con la inteligencia artificial (IA), una disrupción que permite «mejorar la calidad y fiabilidad de las tasaciones al contar con información más completa, contrastada y verificada, y reduciendo, además, costes y plazos al optimizar recursos», señala Juan José Antolínez, director de tecnología y organización de Gloval. Los ejemplos prácticos de esta sinergia son numerosos. Tinsa, por ejemplo, cuenta con el expertise de Deyde DataCentric, que aprovecha ambas tecnologías para elevar la precisión de la valoración a niveles óptimos. «Hemos desarrollado un modelo de inteligencia artificial que es capaz de identificar qué estancia de la casa está representada en la fotografía que toma el tasador, lo que permite ganar mucho tiempo en el volcado de la documentación y reduce los errores», dan como ejemplo fuentes de Tinsa.

El aprendizaje automático está revolucionado muchas industrias, y la de la tasación no es ajena al análisis predictivo basado en patrones, algo que ayuda a estimar no solo el valor de un activo en un futuro, sino su viabilidad. Pavía admite que «el uso de la IA para cruzar datos de demanda actual y de tendencias demográficas podría ser útil para anticipar cuáles van a ser las necesidades de vivienda en cada localidad, e incluso, en cada barrio», una combinación de variables que sería todavía más estratégica si añade las cifras de la promoción residencial.

Otro de los atributos que se está aprovechando a la IA es su vector generativo, «dado que permite ofrecer servicios y productos en otros idiomas gracias a la traducción automática de textos», asegura Antolínez, que también destaca su capacidad para resumir textos, «lo que sintetiza la información relevante de cada inmueble para facilitar su comprensión», además de «la clasificación automática de fotografías».

Los algoritmos aportan riqueza a la tasación indudable, acercándola a la valoración automática con solo pulsar un botón y en cuestión de segundos. «En los próximos años, una IA podrá valorar las viviendas con solo una referencia catastral o dirección, asignar coeficientes, ver las tendencias de la zona e imprimir los informes de valoración en pdf con análisis detallados y profundos», asume Bermúdez. Para que nada falle dentro de estos procesos estandarizados, hay que vigilar que su funcionamiento es el adecuado, algo para lo que también se usa la tecnología. En Sociedad de Tasación, cuentan «con un departamento de control de calidad que detecta posibles incongruencias a través de una serie de algoritmos que generan alertas en función de la información de la tasación y de la contenida en nuestra base de datos, con más de cinco millones de registros».

El blockchain es otra de las tecnologías emergentes que, aunque ahora está muy enfocada en la compraventa y la 'tokenización' de inmuebles, tiene recorrido potencial dentro de la tasación inmobiliaria. El directivo de Gesvalt defiende su uso porque da la posibilidad de «obtener de una forma distribuida una trazabilidad de la tasación, haciendo posible que su validez se realice por este mecanismo evitando las tediosas tareas de verificar la autenticidad de un documento, ya que el sistema permite acceder de forma online a la tasación siguiendo la cadena de bloques», resume Pavía.

Antes de lo que imaginamos, estos contratos inteligentes formarán parte de la valoración de un inmueble, algo muy útil porque «puede evitar el fraude y un mayor control del Banco de España, ya que no se necesitará pedir a cada parte las transacciones hechas para contrastar», estiman desde Tinsa, que puntualizan que este paso adelante «requeriría una integración coordinada, y por ahora complicada, de muchos actores: registros, notarios, bancos, sociedades de tasación, etc.».

La localización es el factor que más influye a la hora de ponerle precio a una vivienda, por eso las herramientas de geoposicionamiento son parte inherente del día de a día de las empresas de tasación. En este sentido, los datos geoespaciales son el siguiente escalón a los parámetros clásicos como la calle y el número. De nuevo, en colaboración con la IA, se puede ir más allá del emplazamiento del inmueble y «detectar aspectos como el tamaño de la acera, si el inmueble tiene locales comerciales, los tipos de cerramientos, si dispone de terrazas…», enumera el experto de Gesvalt.

Este entorno influye en el valor de un activo, que se muestra junto con otros testigos similares. Este mapeo da lugar a una visualización completa y atractiva, tal y como asegura el portavoz de Gloval: «Para ello, contamos con el apoyo de dos proveedores líderes en su sector, que son Google y MapBox, que nos permiten geolocalizar los inmuebles con la mayor precisión y garantía». De la unión de las bondades del geoposicionamiento y el blockchain surgen proptech punteras como Visualeo, recientemente adquirida por Sociedad de Tasación: «A través del uso de esta tecnología garantizamos que las imágenes de la tasación han sido tomadas por un dispositivo concreto en la fecha y hora indicada y en una localización determinada, produciéndose un certificado con garantía legal que avala la veracidad de esa información», describen desde la compañía.

Los retos que afronta la actividad no son pocos, pues mantenerse actualizado en términos tecnológicos no es fácil. «La velocidad de evolución de la IA será mucho más rápida que la velocidad de adopción de la misma por parte del sector, por lo que siempre pensaremos que estamos obsoletos», opina Bermúdez. Asimismo, el desarrollo de esta innovación «puede llevar a modificar legalmente las normas y requisitos actuales», indica el directivo de UVE Valoraciones.