La hora punta del alquiler de pisos alienta una fiebre de 'startups'

El ecosistema 'proptech' en España vive una especie de edad de oro. Según el informe PropTech Market Overview elaborado por CBRE, este sector levantó 201,4 millones de euros el año pasado en España, y aunque esta inversión es un 68% menor que en 2021, un año de auténtico récord, el número de empresas que aúnan 'real estate' y tecnología no para de crecer, registrado un incremento del 67% en los últimos cinco años y acumulando 454 compañías a cierre del primer semestre de 2023, un volumen que la última edición del Mapa Proptech de los API de Cataluña eleva a 553. Y dentro de este tejido, las 'proptech' que ponen el foco en el alquiler son tendencia, con un negocio que recurre al 'big data', la inteligencia artificial, el 'blockchain' y todo un conjunto de herramientas para facilitar el análisis predictivo de los datos y la automatización de procesos.

El impago es el monstruo que vive debajo de la cama de los propietarios, que por miedo a que el inquilino deje de pagarles y, además, tener que meterse en un largo y tedioso procedimiento judicial para echarles si no se va de buenas maneras, prefieren dejar sus viviendas cerradas a cal y canto. Para evitar llegar a tales extremos, acertar con la selección del inquilino resulta fundamental. Antes, la prevención dependía de un ir y venir de papeles para demostrar la solvencia y un entrevista cara a cara. Ahora, dar con el candidato ideal se simplifica. «Zazume emplea tecnologías avanzadas para precualificar automáticamente a los inquilinos, haciendo coincidir sus perfiles con las exigencias de los propietarios», señala su CTO, Guillermo Ceballos.

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El análisis de datos masivos permite ganar eficiencia y seguridad, especialmente, cuando a la información laboral, bancaria o de morosidad se le suma la tecnología de la identidad y la reputación digital. Este es el eje del Pasaporte Blas, «que permite analizar capas de data de cada candidato para determinar el grado de afinidad que tiene con la vivienda que pretende alquilar», indica Jaime Aparicio, CEO de Blas, que defiende extraer esta información directamente, previo permiso del inquilino mediante, frente a la clásica entrega en papel o vía email: «A cualquier candidato se le piden nóminas, contrato de trabajo o vida laboral y se entra en sus perfiles sociales. Este proceso además de ser ineficiente y rudimentario, puede ser incluso peligroso, ya que se están compartiendo documentos personales y sensibles que no se sabe en manos de quien van a acabar».

El 'blockchain' está llevando la gestión del alquiler a un nivel superior, creando productos y servicios que hasta hace poco eran impensables. Uno de los más vanguardistas es la tokenización de los derechos de renta o de cobrar el alquiler para convertirlos en activos y comercializarlos, algo que ha conseguido Nash21. Nicolás Barilari, CEO de esta compañía, explica que «gracias a la tokenización de estos derechos de renta, ahora el propietario puede convertir sus derechos de cobro en un activo transaccional y líquido». Pero las aplicaciones de la cadena de bloques también llegan al otro lado: «Hemos desarrollado un herramienta que ahora permite a cualquier inquilino poder usar sus propios criptoactivos como garantía para alquiler», anuncia Barilari.

La mayoría de las empresas que gestionan de forma integral el alquiler tienen un punto fuerte: garantizar el cobro pase lo que pase. De este modo, transcienden el seguro tradicional y se comprometen a ingresar la mensualidad en la cuenta del casero a primeros de mes. Pero las hay que, como Nash21, permiten al arrendador «recibir su alquiler en tiempo real, segundo a segundo, sin tener que esperar al mes siguiente para cobrar». Esta fluidez se complementa con un servicio de adelanto de rentas futuras, que funciona como un préstamo personal con un tipo de interés muy atractivo cuya garantía es el propio alquiler, por lo que la delgada línea entre 'proptech' y 'fintech' cada vez es más fina.

La automatización libera tiempo, y adelantarse al reloj dejando las rutinas en manos de un software potente posibilita a los 'property managers', agencias inmobiliarias y grandes propietarios emplearse a fondo en otros aspectos que son mucho más vitales para el negocio. Con la ayuda de Python y React, Nester ha desarrollado una herramienta 'in-house' que convierte Excel en un mal sueño y «que abarca desde procesos básicos a otros con algoritmos complejos: firma digital propia, plataforma de cobros automáticos internacional, verificación KYC ('Know Your Customer') de los inquilinos…», enumera Àlex Purull, CEO de Nester, añadiendo que «en menos de dos clics, el usuario es capaz de ejecutar automáticamente acciones a las que anteriormente necesitaba dedicar minutos, horas o externalizar a otras plataformas, lo que aumentaba la complejidad de seguimiento».

Otro de los pesares recurrentes dentro del alquiler es la contratación de electricidad, gas, agua y otros servicios imprescindibles para entrar a vivir en una casa nueva. El SaaS de Qlip vino a resolver la cuestión. «Nuestro software está conectado a las compañías de suministros, de forma que podemos interactuar con las mismas 100% online, agilizando los trámites de gestión y dando visibilidad al inmobiliario sobre todo el proceso», revela Jaime García, CEO de Qlip, que recalca que esta tecnología «impacta directamente en el Opex de las empresas inmobiliarias, reduciendo los tiempos y aportándoles un control mucho mayor sobre la gestión de los suministros dando trazabilidad sobre todo el proceso».

Todo este conjunto de disrupciones hace que la experiencia del usuario sea óptima. Por ejemplo, en Zazume, la automatización se extiende a la organización de visitas. «Los inquilinos pueden programar visitas de manera conveniente y eficiente, alineando sus horarios con la disponibilidad de los agentes inmobiliarios», señala Ceballos, que también destaca el bot de IA para resolver dudas, con una tasa de éxito del 85%. Por otro lado, Nester tiene otra funcionalidad destinada a los inquilinos para que tengan en su propia plataforma desde su contrato firmado con todos los detalles del inmueble que habitan hasta los recibos mensuales, que podrán pagar desde su móvil, incluso repartiendo la renta en caso de que sea un piso compartido.

Y el recorrido de las 'proptech' de alquiler no termina aquí. En lo últimos años están apareciendo tecnológicas que predican un nuevo modelo de alquiler con opción a compra, como Libeen, Lucas o Alcubo. El funcionamiento de estas compañías, aunque con matices, es similar, y se sostiene en la elección previa de la vivienda por parte del inquilino-comprador que, tras alcanzar el porcentaje que no financia el banco por medio del pago mensual del alquiler, da el siguiente y solicita una hipoteca con el asesoramiento de la 'proptech'.