el quinto en discordia

Escrivá sucumbe

Ni por un momento se ha planteado un pacto de Estado y se ha preferido hacer política con algo tan extraordinariamente sensible como son las pensiones

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Escrivá, la semana pasada en el Congreso jaime garcía

José Ramón Iturriaga

Madrid

13/03/2023 a las 02:10h.

La propuesta de reforma del sistema de pensiones es una muestra más, otra, de que los ministros de perfil más técnico del Consejo de Ministros están sucumbiendo al rodillo populista. Una vez más, y esta vez ha sido el ministro de mayor formación técnica ... y al que auparon a ese puesto para contrarrestar las veleidades de su socio de gobierno, ha tomado el atajo de la solución fácil ante un problema complejo y de enorme trascendencia como es el de las pensiones.

Desde el primer momento, se ha echado de menos una mayor pedagogía. El incremento de costes del sistema de pensiones asociados a la mayor longevidad y la jubilación de los 'baby boomers' estaba diagnosticado desde hace tiempo y, sin embargo, no se ha afrontado el problema hasta que Bruselas nos ha puesto entre la espada y la pared. La forma de afrontarlo ha sido por la vía de los hechos consumados. Ni por un momento se ha planteado un pacto de Estado y se ha preferido hacer política con algo tan extraordinariamente sensible como son las pensiones de los mayores.

El camino planteado avanza exclusivamente en una dirección: incrementar los ingresos por cotizaciones de los salarios más altos sin que se incremente la pensión máxima. Lejos de repartirse la carga, se tira por la calle del medio, lo que echa por tierra la contributividad del sistema de pensiones, lo que desde luego no es inocuo y probablemente no es sostenible.

Este Gobierno, y personalmente el ministro Escrivá, han desaprovechado la oportunidad de hacer una reforma de mayor calado en la que se limitarán las prestaciones con las fórmulas conocidas, se incrementará en parte y sin poner en riesgo la contributividad del sistema y se incentivarán los planes privados para completar la pensión pública. Ha imperado la cortedad de miras y el calculo electoral.

Resulta lamentable porque se da una patada a seguir y no se aprovechan las extraordinarias circunstancias actuales para tratar de zanjarlo. En este caso, y teniendo en cuenta el perfil del ministro, todavía es más grave porque no se puede amparar en el desconocimiento de la materia. Han sido otras las circunstancias que le han llevado por estos derroteros. Que cada palo aguante su vela.