Estado de excepción empresarial

Con Covid o con guerra, Sánchez S.A. suma y sigue, al frente de un Gobierno que conquista España y convierte al Ibex 35 en un océano de oportunidades para él y los suyos -¡paga Europa!-; mientras copa, sin descanso y sin vergüenza, sillones en todas las empresas públicas y semipúblicas. ¿Y la oposición? Ni está ni se la espera. Hay Sánchez para dar y tomar. Sobre todo, para tomar

REUTERS

Ucrania o la conquista de Marte son solo, que nadie lo olvide, comodines para el tahúr Pedro Sánchez ; ases en la manga con los que seguir pidiendo cartas en la partida y ligando una trola con otra. Su único propósito es la conquista ... de España, el final de la separación de poderes y convertir el Ibex 35 en un océano de oportunidades para él y los suyos, convencido como está de que la guerra de Ucrania es un lío tan gordo como para camuflar el elefante en la habitación que es la economía gripada de nuestro país, por su falta de visión y competencia. Pequeños se les van a quedar los consejos a las empresas, ¡que vayan preparando literas!

E inventar, señores, no me invento nada. Eso lo hacen otros. Porque desde que este Gobierno de coalición y pactos asaltara el poder allá por junio de 2018 -aunque más claramente desde 2020-, muchas han sido las empresas que, por una vía u otra, han acomodado de forma obligatoria a peones o afines del jefe del Ejecutivo. Algo más viejo en nuestro país que la humedad, por cierto. Que los favores se devuelven -siempre, sea quien sea el partido que esté al frente del Estado español-, y en este caso, son aquellos que en su momento ayudaron a reflotar al patrón del ya hoy buque insignia Sánchez S.A. , ganándose a pulso su sillón y/o acomodo.

Así, a casi cuatro años vista ya, el sanchismo está copando, sin descanso y sin vergüenza torera -discreción cero, vamos-, todas las empresas públicas o semipúblicas. Un regalito más que atractivo por las altas remuneraciones que se cobran en todas ellas. Empezando por la propia Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con tentáculos en las demás a través de participaciones crecientes: AENA, Correos, Enagás, Hispasat, Indra, Navantia, Red Eléctrica, Renfe, Paradores... ¿alguna en el tintero? Pues mire usted, de momento, añadir otras 17 de las 29 empresas rescatadas que lo han sido a través del mismo hólding público desde hace un par de años, gracias al Fondo de Apoyo a la Solvencia para Empresas Estratégicas. De lujo. Para el Gobierno Sánchez, claro, no para ellas. Que donde pone un euro, pone una pica en el consejo de administración en cuestión. Bueno, más bien un o una picaflor. Y la clave de estos asentamientos, sean rescates sean vía consejeros o incluso con nuevos presidentes, ser compañías de sectores estratégicos. Así, a bote pronto: Aerolíneas (recuerden, Air Europa o Plus Ultra ), Banca ( Caixabank tras absorber Bankia, a través del Frob), el mix Banca/Inmobiliaria ( Sareb ), Defensa ( Indra ), Energía ( Enagás, Red Eléctrica ), Transportes ( Adif, el AVE a la MECA, Renfe, Navantia ), o incluso Telecos (con directivos de la cuerda ‘zapateril’ en Telefónica , con consejeros que son de todo menos independientes).

Aunque mención aparte y especial merece el sector de los medios de comunicación. Que como todo buen presidente de la mentira y la manipulación de las masas y nacional necesita un aparato de propaganda. Con una televisión propia sí o sí. Imprescindible. Para telepredicar, claro. De la mano de sus ‘magos visitadores’, sus ‘Migueles’ queridos. Esos que -dicen insistentemente por mentideros políticos y empresarios- están con un pie en Prisa y otro en La Moncloa. Miguel Barroso (el que fuera secretario de Estado de Comunicación con José Luis Rodríguez Zapatero, hoy curiosamente ya consejero del Grupo Prisa), y José Miguel Contreras (expresidente de La Sexta, en la actualidad socio fundador de LaCoproductora). Ambos protagonistas indiscutibles del film «Resucitando al ‘Prisoe’», ese binomimo que tanto dio que hablar antaño, en otroas etapas socialistas, empezando cuando el expresidente Felipe González hacía tan buenas migas con Juan Luis Cebrián. Entonces los ‘Migueles’ -término acuñado entre los socialistas allá por 1993-, amigos y expertos en temas audiovisuales, asesoraban a González, bajo la atenta mirada de Alfredo Rubalcaba , en sus enfrentamientos con José María Aznar. Que detrás de todo jefe de Gobierno hay un, digamos y con perdón, sicario fiel, que se encarga del trabajo, más que sucio, de lavado de imagen.

Y así estamos. Y estaremos, que parece que va para largo. Que la maquinaria de Sánchez S.A . ni descansa ni se para, ni tiene fin. Con las miras puestas también en el Ibex 35 . ¡Empresas privadas, qué más da! Donde no se trata de colonización, de momento, pero sí de presión vía subvenciones públicas o fondos europeos. Si quieres pasta, ¡arrodíllate! Es la clave sobre este colectivo empresarial. Que ninguna gran compañía española se preocupe, que para eso está el Gobierno de España. Tranquilidad, paga Europa. Y a cambio, Papá Sánchez evita además que otros malos de fuera las conquisten. Defendiendo la soberanía empresarial patria.

Y a todo esto ¿la oposición? Ni está ni se la espera. Hay Sánchez para dar y tomar. Sobre todo, para tomar.

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