Yoann Richomme, segundo en su primera Vendée

Este segundo puesto es un logro notable para un debutante en la Vendée Globe. Su llegada, arropada por una multitud apasionada al amanecer de una gélida mañana de invierno, simboliza la culminación de una aventura extraordinaria para este navegante. Richomme, sonriente y visiblemente emocionado, saludó a la multitud que bordeaba el legendario canal de Les Sables d'Olonne y que estalló en aplausos al ver aparecer la silueta del barco.

«Es fantástico, es maravilloso. Es un gran momento y estoy feliz de haber esperado un poco (antes de la meta), de modo que ayer fue el día de Charlie y hoy es el mío», ha bromeado el navegante francés a su llegada a tierra. «No me interesa coleccionar trofeos, siempre terminan en un estante polvoriento o en un contenedor, así que eso no es lo que me motiva. Todavía me pregunto qué es lo que me motiva y no lo he identificado», ha añadido.

Yoann Richomme se impuso como un rival temible desde los primeros días de regata y durante la circunnavegación ha demostrado su dominio de la extraordinaria variedad de talentos necesarios para completar una vuelta al mundo en solitario sin escalas.

Una decisión estratégica clave fue la de tomar en el océano Índico la ruta segura alrededor de un gigantesco sistema de bajas presiones, mientras que Charlie Dalin y Sébastien Simon optaron por la ruta directa, a través del centro de este peligroso sistema. Esta apuesta, de la que se arrepintió después de ver a sus competidores salir con una importante ventaja, le impulsó a redoblar sus esfuerzos. En el Sur profundo, adoptó un ritmo impresionante, realizando repetidamente actuaciones notables en condiciones exigentes e implacables. Esta tenacidad se vio recompensada cuando dobló el cabo de Hornos en cabeza, con 9 minutos y 30 segundos de ventaja sobre Charlie Dalin.

A continuación se desató un emocionante juego del gato y el ratón en el que los dos regatistas se enfrentaron entre sí, compitiendo por cada milla de ventaja hasta las condiciones imprevisibles del frente frío en Cabo Frío, donde Dalin logró escapar. A pesar de ello, Richomme demostró un espíritu de lucha impresionante hasta el final, manteniendo una presión constante sobre su oponente.

«Mi motivación ha sido más bien hacer un buen trabajo -ha dicho al respecto-. Si tomamos el ejemplo de la remontada que logré hacer entre el Índico y el Pacífico, no estaba completamente obsesionado. No me decía a mí mismo que tenía que alcanzar al primer barco; estaba tratando de entregar el mejor trabajo que pudiera y luego dejar que el escenario decidiera el resultado. En ese caso, di un gran salto en la clasificación y en términos de millas, pero no soy un pitbull que busque un hueso. Cuando Charlie me adelantó supe que no terminaría primero. Estoy feliz de terminar segundo».

El patrón ha confesado haber disfrutado durante la regata: «Me sorprendió bastante disfrutar de la regata. Tenía un poco de miedo por la larga duración de la regata, pero la he apreciado, aunque correr en solitario para mí no es tan divertido. He disfrutado un poco de la vida a bordo y me ha interesado el concepto de viaje, de ver islas. No he estado siempre plenamente concentrado en el barco, he leído en Wikipedia sobre diferentes exploradores, historias de viajes y descubrimientos de estas tierras».

Sobre la dureza de la vuelta al mundo, Richomme ha dicho que a pesar de algunos momentos difíciles, nunca se ha derrumbado realmente: «Teníamos herramientas para la preparación mental, pero nunca tuve que usarlas, así que creo que el balance es bastante bueno. Navego sin presión. No me afecta mucho si un barco está cerca. Claro que si tienes a Jéremie (Beyou) cerca, sabes que a ser duro, y lo mismo con Charlie (Dalin), pero te da dolor de cabeza pensar demasiado en los demás. Debes mantenerte muy concentrado en ti mismo; de lo contrario, casi cualquier cosa puede influirte. Si revisas cada clasificación y ves que ha ido más rápido que tú en las últimas cuatro horas, se vuelve imposible».

Respecto a sus proyectos de futuro, Richomme ha apuntado que quiere «seguir progresando» y divertirse. «No es solo la regata lo que me gusta, es todo lo que rodea al equipo. Construir el equipo, crear el concepto del barco, construir el barco, prepararlo. Y también intentar dar lo mejor de mí para obtener los mejores resultados; ese es el caso hoy y tal vez en otra ocasión pueda hacerlo aún mejor».