Mattia Furlani, el adolescente que imaginaba los nueve metros

Furlani ha llegado a Glasgow con una misión: demostrar al mundo que es un talento sin límites, capaz de alcanzar el oro mundial estando aún en categoría júnior y hacer soñar a todos con ser el gran pionero, el primer hombre capaz de superar la barrera más soñada: los nueve metros.

Noticia Relacionada

María Vicente se rompe el tendón de Aquiles en Glasgow y se pierde los Juegos Olímpicos

Ignacio Romo

Conviene rebobinar para entender mejor la evolución del salto de longitud, una de las especialidades más naturales del ser humano. Saltar más lejos, salvar un riachuelo, un obstáculo. En 1968, Bob Beamon asombró al mundo. Saltó 8,90 metros y trituró en Ciudad de México los 8,35 que figuraban como plusmarca mundial. «¡Ha saltado esa distancia porque nadie le dijo que era imposible!», exclamó aquel día el entrenador del equipo de Estados Unidos. Aquel récord iba a durar 23 años.

En 1991, el formidable duelo entre Carl Lewis y Mike Powell alumbró el nuevo récord en el Estadio Olímpico de Tokio. Powell volaba hasta 8,95 metros, un récord al que curiosamente no se le otorgaba mucho tiempo de vida ... pero han transcurrido 33 años y la plusmarca continúa viva. ¿Quién acabará con ella? ¿Quién será era el primer hombre que superará los nueve metros?

Mattia Furlani imagina que un día será plusmarquista mundial. Siempre anuncia que no tiene límites. Lleva la genética del atletismo en sus cromosomas. Su padre y entrenador, Marcello, fue saltador de altura (con una mejor marca de 2,27) en los años ochenta. Su madre, Khaty, de origen senegalés, competía en pruebas de velocidad. Desde niño, el atletismo siempre ha circulado por las arterias de Mattia: a los 14 años ya superaba el listón a 1,99 metros en salto de altura. Después llegaría el cambio de especialidad, un proceso nada fácil.

«Lo que más me impresiona de Furlani es cómo ha sido capaz de asimilar el paso del salto de altura al de longitud», indica a ABC Antonio Corgos, uno de los grandes de la especialidad, tres veces finalista olímpico de salto de longitud. El exsaltador, ahora técnico de prestigio, añade que el italiano «tiene unas cualidades portentosas. Es todavía muy joven, con mucho por aprender, pero estoy seguro de que va a ser el referente en los próximos años. Sé de primera mano que están trabajando para estructurarle mejor su técnica de carrera y que pueda así explotar mejor sus cualidades innatas, que son impresionantes».

Furlani llegó a saltar 2,17 en altura y logró ser campeón de Europa sub 18. Una vez realizada la transición al salto horizontal, con sólo 17 años ya superó los ocho metros y también fue campeón de Europa sub 18 en esta prueba. Al año siguiente revalidó el título europeo, esta vez en la categoría sub 20.

El año pasado, Mattia logró un salto impensable. Con sólo 18 años cayó en la arena a 8,44 metros de la tabla de batida (esa que ahora se estudia retirar para que los atletas salten desde donde quieran y sus saltos sean medidos desde la huella de impulso) pero el registro no pudo ser validado por contar con una ayuda de 2,2 metros por segundo de viento a favor, ligeramente por encima de los 2,0 permitidos. Aunque ilegal a efectos de rankings, este salto, logrado en la localidad italiana de Savona, lo ha situado entre los grandes a nivel mundial.

«Mattia tiene una facilidad enorme para el salto, lo hace con una sencillez innata, es un saltador puro, un saltarín. Comunica una sensación de ligereza tremenda. Es muy liviano y me recuerda al panameño Saladino, que parecía no tocar el suelo, esa sensación de ingravidez que asombra. Tiene muchísimo recorrido de mejora». Así se expresa Ramón Cid, otro de los grandes entrenadores españoles de saltos.

El Emirates Arena de Glasgow aguarda el gran duelo entre Tentoglou y Furlani. El griego es el rey indiscutible (campeón continental, mundial y olímpico). El italiano es un joven aspirante al trono. Viene de batir el récord nacional hace dos semanas en los campeonatos nacionales disputados en Ancona. Saltó 8,35, lo que lo sitúa primero en el ranking mundial. Tentoglou figura en tercera posición con 8,26, aunque con toda la experiencia a su favor. La final situará a cada uno en su lugar. El futuro, los nueve metros, será para Furlani. Hay tiempo. Y longitud.

La final de la longitud masculina será la primera de las nueve que se vivirán en Glasgow en una intensa segunda jornada. También habrá campeones en los dos 400, los dos 3.000, el triple salto masculino, la pértiga femenina, el 60 vallas masculino y los 60 lisos femeninos.